García Márquez, El Quijote y el Día del Idioma

Actualizado
  • 23/04/2014 09:09
Creado
  • 23/04/2014 09:09
La obra de Gabo y cómo tiene toda la dignidad literaria para merecer un espacio conmemorativo en esta fecha mundial

La vida quiso que la muerte de Gabriel García Márquez llegará un Jueves Santo, apenas a seis días del día del Idioma. Ese destino esquivo prefirió que se fuera el mismo día que Úrsula Iguarán, su personaje de 'Cien años de soledad', a que se compartiera con un grande de la literatura mundial como Miguel Cervantes de Saavedra, fallecido el 23 de abril, y junto a William Shakespeare, en honor a quienes se celebra la fecha.

Quizás, y solo Dios los sabe, el mismo Gabo evitó esa casualidad de la historia y haciendo gala de su sencillez prefirió que su día fuera comparado con el de una humilde mujer de Macondo y no con el de otros grandes de la literatura mundial. Esa fue estampa de su temperamento. "Nunca, ni en las verdes ni en las maduras, me he permitido la soberbia de olvidar que no soy nadie más que uno de los 16 hijos del telegrafista de Aracataca. De esa lealtad a mi origen se deriva todo lo demás: mi condición humana, mi suerte literaria y mi honradez política", dijo en en su columna ‘Punto final a un incidente ingrato’, publicada en ‘El País’ de España en 1981.

Lo que jamás pudo esquivar fueron los elogios a su obra 'Cien años de soledad', la misma que fuera llevada al mismo olimpo literario de "El Quijote de la Mancha", obra del homenajeado Cervantes. Precisamente, el mismo García Márquez contó en una simpática anécdota la historia de cómo un grande de la talla de Pablo Neruda, poeta y Nobel chileno, abrió el camino para que fuera tallada en la memoria colectiva del mundo con letras doradas.

"Era realmente un hombre generoso. No había tenido tiempo de leer Cien años de soledad, pero Matilde, su mujer, que lo había leído en Montevideo, le insistía cada momento: “Tienes que leerla, Pablo, es una gran novela. Tienes que leerla”. En esos días Neruda llegó a Manizales para el Festival de Teatro. Los periodistas le preguntaron su opinión sobre mi libro. Tranquilamente dijo: “Es la mejor novela que se ha escrito en español después de El Quijote“. (La frase hizo carrera). Al volver a su hotel, Pablo le dijo a Matilde: “¡Tienes que conseguirme ese libro, porque me acabo de meter en la grande!”. Para mí, lo importante es que Pablo leyó el libro y jamás rectificó su concepto de Manizales", recordaba Gabo sobre Neruda luego de su muerte, en un texto para la revista Cromos en septiembre de 1973.

Tranquilamente dijo: “Es la mejor novela que se ha escrito en español después de El Quijote“. (La frase hizo carrera).

Las comparaciones no pararon y otro grande latinoamericano no tuvo reparos en reconocer en 'Cien años de soledad' una obra de la altura de la de Cervantes. "He leído el 'Quijote' americano, un Quijote capturado entre las montañas y la selva, privado de llanuras, un Quijote enclaustrado que por eso debe inventar al mundo a partir de cuatro paredes derrumbadas", contaba el mexicano Carlos Fuentes acerca de una conversación que tuvo con el argentino Julio Cortazar sobre la obra.

El Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa lo reconocería en 'Historia de un deicidio', aquel análisis a profundidad de 'Cien años de soledad' en donde afirma que es "una novela total, en la línea de esas creaciones demencialmente ambiciosas que compiten con la realidad real de igual a igual, enfrentándole una imagen de una vitalidad, vastedad y complejidad cualitativamente equivalentes".

¡Qué prodigiosa imagen cervantina de la existencia convertida en discurso literario, en pasaje continuo e imperceptible de lo real a lo divino y a lo imaginario

Estos elogios estuvieron ratificados en millones de copias vendidas y más de 30 traducciones alrededor del mundo, que se recreó en una obra fuera de la realidad, cerca del realismo mágico, pero no menos lejos de ser un mundo creíble, imaginable en la mente de un niño y de un anciano en cualquier rincón. 'Cien años de soledad' fue apenas la cuota inicial a una carrera marcada por una extensa lista de grandes obras y, claro, por un Nobel de Literatura.

La influencia literaria de García Márquez rompió barreras y personajes de la talla del presidente estadounidense Barack Obama reconocieron en Gabo un personaje determinante y a uno de los más grandes visionarios. No es menos viniendo de uno de los hombres más poderosos del mundo.

Colombia, país del fallecido Nobel, le rinde tributo a su hijo más universal con la lectura de su obra "El coronel no tiene quien le escriba" en diferentes sitios públicos del país. Sin embargo, el llamado 'genio de la literatura universal' por 'El País' de España y 'gigante de la literatura del siglo 20' por The New York Times tiene un espacio mundial en la celebración del creador de El Quijote, así sea necesario que de ahora en adelante todos los días del Idioma se celebren un Jueves Santo.

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