La voz del patriota panameño

Actualizado
  • 16/11/2015 01:00
Creado
  • 16/11/2015 01:00
Hoy se presenta en la Biblioteca Nacional el libro ‘Discursos inéditos', un compilado de alocuciones del finado Dr. Carlos Iván Zúñiga

El panameño le tiene miedo a la libertad. En entrevista con Ego , por el auricular del teléfono se oye a Miguel Antonio Bernal pronunciar esta frase. Explica cómo, con el tiempo, la política se ha vuelto algo ajeno a nosotros, los ciudadanos. ‘Hay mucho miedo cívico', advierte.

El catedrático señala con el dedo esta característica por una razón. Cuando se revisan las páginas de la historia panameña, se puede ver con claridad cómo antes la sociedad participaba más activamente en la política. Las protestas eran un tema que concernía y que casi siempre se abordaba desde una tribuna intelectual.

El Dr. Carlos Iván Zúñiga, por ejemplo, es uno de los protagonistas de esta corriente. Antes de que Bernal fuese su ‘compañero de luchas', como él mismo dice respetuosamente, crecería oyéndolo en participaciones radiales, en discursos en plazas públicas, conferencias y debates. Cuando el patriota hablaba, aquel lenguaje avanzado que se imprimía en sus columnas para periódico, se esfumaba: hablaba para todas clases del país.

Por eso Sergio Zúñiga, hijo del finado doctor, decidió recopilar nueve discursos de su padre. Nueve alocuciones donde el lector puede estar cara a cara en un salón oyendo cómo Zúñiga hacía patria desde la cotidianidad de su capacidad oratoria.

EL TONO DE VOZ PATRIOTA

‘En los discursos tú lo sientes tal como era', dice Zúñiga hijo. ‘Cómo él se expresaba, y todo lo demás, es diferente en los discursos porque ninguno de éstos era una cosa que estaba escrita y que él leyó, a él no le gustaba eso'.

Un rayo de luz se filtra por los ventanales de la casa mientras la poetisa Sydia Candanedo, viuda del Dr. Zúñiga, repasa algunos ejemplares donde se habla sobre la vida de su finado esposo. ‘Él le llegaba al alma de cada uno de los que estuviesen en la audiencia y eso era importante, por eso tuvo tanto éxito', dice la poetisa. ‘Él era un orador nato'.

En 1983, Zúñiga hijo graba con una casetera el discurso de su padre sin que él se dé cuenta. Habían pasado 36 años desde el rechazo al convenio Filós-Hines —aquel que aprobaba las bases estadounidenses en toda la república—, una revuelta de la federación estudiantil en la que Zúñiga Guardia era presidente. Casi cuarenta años después, en un debate en la Universidad de Panamá como candidato a rector de este centro de estudios, el patriota hizo un recuento de los acontecimientos.

‘Todo lo que aparece en los discursos es de corte político e histórico', continúa la poetisa refiriéndose al libro. ‘Él se remontaba a personajes históricos para hacer comparaciones con los personajes actuales'.

Aquel fue el primer audio que transcribió Sergio Zúñiga y que está incluido en el ejemplar Discursos inéditos. Sobre el podio no habían papeles. El mensaje parecía viajar directo de la mente a las cuerdas vocales. ‘Mi mamá lo criticaba porque él leía mal —dice Zúñiga hijo, y desde la mesa a la poetisa Sydia Candanedo se les escapa una pequeña risa—. Incluso en uno de los discursos él empieza diciéndolo, que leía muy mal y que prefería decir las cosas improvisadamente'.

Aunque para el Lic. Bernal esta autodescripción no le hace justicia al habla natural del patriota. ‘Más que la improvisación lo guiaba la convicción, y esa convicción le permitía la improvisación, que dejaba de serlo puesto que lo que decía era el resultado no solamente de lecturas, sino también de una capacidad de oratoria que se ha ido perdiendo en nuestros días', formula el catedrático en Derecho y Ciencias Políticas.

En la época de los 50s y 60s —continúa Bernal— Carlos Iván Zúñiga despertaba, más que popularidad, un caudal de credibilidad que hoy por hoy parece utópica. ‘Yo podría decir, sin exagerar, que usted pone a todos, absolutamente a todos los diputados de la Asamblea, y no le llegan ni al tobillo. Todos juntos, por más esfuerzos que hagan. Ausentes, como están, de formación y sobre todo de convicción', arremete.

BAGAJE E HISTORIA

‘Él tenía una oratoria muy clara, y seguía mucho la política colombiana, le gustaba mucho la oratoria de Jorge Eliecer Gaitán, de Perú también, como Víctor Raúl Haya de la Torre, y de otros países incluyendo México', matiza la también educadora en su momento, Sydia Candanedo.

La autora de poemarios como Los Espantos de la Sierra , El Sendero de mis brezos y Los Pájaros Vivientes de la Luna recuerda que su esposo solo escribió un poema en su vida, dedicado al Volcán Barú. Pero su prosa era indiscutiblemente poética, alimentada por un amplio bagaje cultural. ‘Le gustaba mucho leer, yo digo que a veces no conversaba mucho sino que leía mucho, y tenía una retentiva enorme de fechas y personajes que a veces yo decía: ‘y de dónde sacaste tal cosa”, rememora. ‘Todas las noches se acostaba con un libro en la mano, y se pasaba leyendo en ratos libres'.

Por eso la poetisa no puede evitar referirse a la importancia de la educación en los jóvenes. Destaca que lo más importante para un hombre que está comenzando sus estudios es documentarse sobre la historia del país, porque así no estará desorientado. Y menciona la eliminación de algunas materias de esta naturaleza en la cátedra actual como un problema grave: ‘Eso es lo que hace que la juventud de ahora no se preocupe mucho por lo profundo que es el país, porque así como otros países tienen su gran historia, nosotros también la tenemos'.

Por su parte, Bernal destaca la magnitud de la oratoria, y su lamentable decadencia evidenciada por nuestra clase política actual. ‘Estamos frente a un atajo de bajocres, no llegan ni siquiera a mediocres, incapaces de poder hilvanar oraciones, pensamientos de manera coherente y armónica, como otrora lo hacían muchos hombres y mujeres en nuestro país, desde muy temprana edad en las aulas de la secundaria o universitarias'.

Y vuelve al discurso del Dr. Carlos Iván Zúñiga para detallar rasgos de su oratoria. ‘Sus palabras causaban, más que emoción, justificada razón para poder seguir levantando la esperanza de poder derrocar la abyecta dictadura militar, contrariamente a otros que guardaban silencio o cuando abrían la boca era para lamer la bota militar'.

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‘Yo podría decir, sin exagerar, que usted pone a todos, absolutamente a todos los diputados de la Asamblea, y no le llegan ni al tobillo

MIGUEL A. BERNAL, ABOGADO Y ACTIVISTA POLÍTICO

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‘DISCURSOS INÉDITOS'

Los textos fueron transcritos por Sergio Zúñiga, hijo del Dr. Carlos Iván Zúñiga.

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