Hasta siempre, Gato

Actualizado
  • 10/04/2016 02:00
Creado
  • 10/04/2016 02:00
El argentino Leandro ‘Gato' Barbieri murió a sus 83 años, pero su música perdurará por mucho más tiempo

El Jazz está de luto. Este año ha sido duro: se han ido músicos de culto, puntos de referencia. Cuando leí lo de Gato Barbieri pensé: otro grande, otro más. Pero al escuchar su música me doy cuenta que estas personas son irrepetibles, pero su legado nos deja con las manos llenas.

El obituario del New York Times lo califica como el pionero o explorador del Latin jazz, ‘un saxofonista cuyo estilo fuertemente emocional ayudó a expandir la audiencia del Latin jazz'. Con más de 50 discos, el Gato trabajó distintos territorios y fronteras del jazz a lo largo de una carrera de más de siete décadas, como intérprete, líder de banda, compositor y arreglista. Su estilo de interpretación expresivo logró conquistar nuevas audiencias para el Latin Jazz. Tocó con big bands, experimentó con el free jazz y la música latina. Fusionó influencias logrando sonoridades novedosas. Para Gato la música era un misterio y cada vez que tocaba representaba una nueva experiencia para él, sus compañeros de banda y el público.

Algunos de los músicos que grabaron con él o fueron parte de sus bandas están Charlie Hadden, Ron Carter, Lenny White, Stanley Clarke, Carla Bley, Roy Haynes, Airto Morerira y Naná Vasconcelos, entre muchos otros.

DE ARGENTINA AL MUNDO

Leandro ‘Gato' Barbieri nació en Rosario (Argentina) el 28 de noviembre de 1932. A los doce años estudia clarinete. Al cumplir los 18 se muda a Buenos Aires donde cambia el clarinete por el saxo alto. Su deseo era ser músico de jazz y poco a poco se va introduciendo en el mundo del bebop. Luego estudió saxo alto, pero cuando escuchó a John Coltrane, supo que su instrumento sería el saxofón tenor. Fue el máximo referente argentino del jazz en el mundo, tocando en todos los grandes teatros y clubes de jazz y con los mejores músicos del género.

En la Argentina, en la década del 50, Barbieri comenzó tocando en la orquesta de Lalo Schifrin. También acompañó a ilustres jazzistas norteamericanos que pasaron por Buenos Aires. Luego se muda a Europa para más tarde radicarse en Nueva York, donde vivió los últimos cuarenta años.

En la década de los 60, entre Roma y Nueva York, Barbieri se unió a la banda del trompetista Don Cherry, histórico miembro del cuarteto de Ornette Coleman, integrándose a la revolución del free Jazz. Más adelante volverá a sus raíces latinas, fusionando el jazz con ritmos suramericanos e incluyendo a grandes músicos latinos e instrumentos folklóricos en sus discos. Luego experimentará con la fusión de géneros jazz y pop, grabando un cover que sería una de sus piezas más conocidas: ‘Europa' de Carlos Santana.

La banda sonora de la película de Bernardo Bertolucci, El último tango en París (1972), protagonizada por Marlon Brando y Maria Schneider, lo catapultó a la fama. En su momento un filme muy controversial, el soundtrack compuesto por Gato Barbieri es como un ‘matrimonio entre el filme y la música', dijo Gato en una entrevista. Para él, el tango siempre tuvo una atracción especial por lo cercano al alma argentina. Este trabajo le hizo merecedor al Grammy.

EL SONIDO BARBIERI

En una entrevista para Los Angeles Times , Gato Barbieri habló de su instrumento. Contó que, en los años '50, no era fácil dar con un buen saxofón en Argentina. Que tenían que esperar que alguien muriera para conseguirlo y, eso de utilizar la boquilla de un muerto no era muy agradable. Así es que comenzaron a hacerse boquillas. Luego decidió experimentar uniendo el cuello de un saxofón Selmer al cuerpo de un Conn. Barbieri desarrolló un sonido y un timbre muy particular. El saxofón original se perdió en una gira en Europa, pero volvió a unir dos instrumentos para conseguir ese sonido que ya lo caracterizaba. Como él decía: ‘al igual que con mi instrumento, lo mismo hago con la música: destruyo para construir.'

AÑOS OSCUROS

Pero no todo fueron éxitos o un camino fácil. En la década de los 80, Michelle, su primera esposa, se enferma. Durante 14 años Barbieri no graba y realiza pocos tours. Se dedica a cuidarla. Michelle fallece en 1994. Esto y un triple bypass lo destruyen.

En medio de esa oscuridad conoce a Laura, quien sería su segunda esposa. ‘Lo único que podía hacer para salir del hueco era trabajar todos los días'. Laura y la música le devolvieron la vida.

En 1997 graba el aclamado álbum Qué pasa y aparece en el documental de Fernando Trueba Calle 54. Con su pasión y energías intactas, Gato Barbieri vuelve a la escena musical y, cada una de sus interpretaciones eran una afirmación de la vida y la capacidad de superar obstáculos inmensos.

PREMIO A LA EXCELENCIA MUSICAL

En el 2015, el Gato Barbieri recibió el Grammy Latino a la Excelencia Musical de parte de la Academia Latina de Grabación. Estos premios son otorgados a artistas que han realizado contribuciones de gran importancia creativa en el campo de la música. 'Sus logros sobresalientes y su pasión por su oficio han creado un legado perenne', señaló en un comunicado el presidente de la Academia, Gabriel Abaroa Jr. ‘Al homenajearlos a ellos, honramos a nuestra música'.

Un reconocimiento merecido por ‘haber creado un estilo rebelde pero altamente accesible, en el que combinó el jazz contemporáneo con los géneros latinoamericanos e incorporó elementos del pop instrumental'.

El Gato Barbieri, uno de los mejores saxofonistas latinoamericanos de la historia del jazz, una leyenda y un tipazo con su tradicional sombrero de fieltro y sus lentes, un músico que trascendió fronteras en su música y su vida, al recibir el Grammy dijo que a su edad eso era ‘una cosa sublime'. ‘La vida es un tango y he tocado las canciones de mi vida. Algunas fueron tristes, otras alegres, muchas sensuales', dijo alguna vez. Siempre lo hizo con pasión y frescura. El Gato se ha ido, pero su música nos quedará siempre.

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‘Para Gato la música era un misterio y cada vez que tocaba representaba una nueva experiencia para él, sus compañeros de banda y el público'.

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