Gilberto Santa Rosa: ‘Somos ciudadanos americanos, pero puertorriqueños en esencia'

Actualizado
  • 07/11/2018 01:00
Creado
  • 07/11/2018 01:00
El ‘caballero de la salsa' y Víctor García presentan ‘En buena compañía', un disco con 12 temas. Hablan sobre su producción, la música y su país

Gilberto Santa Rosa (Santurce, Puerto Rico 1962) dice que ‘las cosas buenas uno las repite', por eso no le cansan las promociones. Tiene una voz seductora y llana, adiestrada en los escenarios desde hace ya 41 años. Se sienta en un sofá, plácido, junto a su compatriota Víctor García, con quien presume En buena compañía , su nuevo disco de 14 temas. ‘Estamos listos pa' lo que venga', ríe Gilberto. Ambos son salsa, camaradería y sabrosura. Un complot boricua que promete hacer bailar y enamorar.

El cantante boricua, uno de los contemporáneos más reconocidos en la industria musical, y el integrante principal de la Sonora Sanjuanera se convierten en una mezcla libre, fresca y muy actual. ‘A todo el mundo se le van a ir los pies cuando lo escuchen. Pero quien no se defienda mucho en el baile, también podrá sentir y podrá escuchar', resalta Gilberto.

Unidos rescatan el amor y lo celebran con ‘El amor de los amores' y, a su vez, piden ser ‘besados en cualquier esquina' en ‘Quiéreme'. ‘Como artista y como profesional, quería hacer un disco nuevo, un disco distinto. Ya había hecho uno de boleros y quería hacer otro de salsa que refresque la propuesta sin cambiarla', describe, y esta iniciativa quiso hacerla con un paisano, pero no cualquiera, sino uno a quien admira desde siempre. ‘Me invitaron a una fiesta, estaba la Sonora Sanjuanera, me gustó mucho lo que oí (una de esas canciones está en el disco). En poco tiempo me convertí en fanático de Víctor', apunta.

En el caso de Víctor, el sentimiento es recíproco y gratificante porque trabajar con Gilberto Santa Rosa ‘no es paleta pa' nene chiquito', sonríe. ‘Ha sido un privilegio trabajar con él. Eso es una responsabilidad, un peso enorme. Estás trabajando en una silla, en la cual han pasado productores de la talla de Mario Ortiz hasta Ramón Sánchez. Tienes que sentarte en una silla caliente, debes sacar todo de ti', expresa emocionado.

Pero más allá de su intención primaria, emocionar y hacer bailar, para los boricuas la música tiene una función social porque ‘a través del entretenimiento se pueden lograr muchas cosas', apostilla Gilberto. ‘No tengo que hacer música con mensajes sociales para poder crear conciencia de algunas cosas o llamar la atención en ciertos sectores', destaca. ‘Hace un tiempo, comentaba en Puerto Rico que la enseñanza de la música en las escuelas ayuda a formar un buen ciudadano. Aunque todo el mundo no vaya a ser músico, eso te crea sensibilidades, te acerca a tu cultura. A lo mejor, la gente piensa que esto no tiene validez. Pero vemos con el paso del tiempo que sí la tiene', explica.

De acuerdo con el salsero, la música va estrechamente ligada a la idiosincrasia de los pueblos. ‘Es nuestra identidad', evoca insistente. Y Víctor aplaude esta premisa. ‘La música humaniza, es un lenguaje universal. Contribuye a que seamos gente. Con la música que estamos haciendo, tratamos de mantener eso. No desvirtuar el verdadero sentido', añade.

MÚSICA, CAMBIOS Y LATINOAMÉRICA

El hombre, que ha sido llamado ‘el caballero de la salsa' desde finales de los años 80, afirma que ‘la salsa lo eligió' a él porque nació ‘en tiempos cuando el género estaba en su apogeo', pero si hubiere nacido ahora, tal vez sería el caballero del reguetón. ‘Es posible que hubiese sido un cantante urbano romántico, porque es mi gusto y es en lo que creo', suspira.

En este mismo escenario, temas actuales, como el género urbano, la tecnología también roza y reta en la vida de Santa Rosa y García, un avance que se debe usar a su conveniencia y con conciencia .

‘Los pueblos latinos tenemos mucho que resolver. Tenemos muchas cuentas que pedir',

GILBERTO SANTA ROSA

CANTANTE

‘Me preguntas que si lo primero que hago al despertar es ver el Instagram. Hay un poco de adicción y dependencia en muchas personas. Toda esta serie de aparatos tecnológicos nos han vuelto esclavos y adictos, pero creo que la mayoría lo utiliza como herramienta de trabajo. Mis hijos se ríen de mí porque yo quería hacer unos discos compactos para repartirlos en promoción. Me decían: ‘papá, eso no se usa ya”, recuerda.

Y es que el cantante lo tiene claro: ‘la tecnología ha ayudado mucho. Nos ha simplificado los procesos y nos ha conectado. La clave está en buscar el balance. Lo mismo pasa conmigo: la música que trato de hacer siempre va entre lo mejor de los mundos: lo tradicional y lo moderno, salvaguardando mi identidad como artista. En mi vida personal, soy igual', matiza. ‘Hay que vivir el tiempo que hay que vivir', agrega el boricua.

‘¿Que cómo está nuestro Puerto Rico? Mi país está en un 75% de recuperación. Todavía hay mucho que hacer, tanto en los campos como en la ciudad. El puertorriqueño ha demostrado tener una capacidad de recuperación impresionante. Teníamos, antes del huracán, problemas con la infraestructura que tenemos que resolver', detalla. Enfatiza, además, que antes del paso del huracán María, en 2017, ‘había y hay dos situaciones que no se pueden obviar: nuestra relación con Estados Unidos y los problemas partidistas', combinación que, según Santa Rosa, ‘atrasa todos los procesos y complica las soluciones. Por eso nos ha costado tanto salir', subraya.

‘La música humaniza, es un lenguaje universal. Contribuye a que seamos gente',

VÍCTOR GARCÍA

CANTANTE

Sobre si la relación con Estados Unidos ha dejado a un lado el patriotismo del boricua, Santa Rosa afirma que ‘eso jamás. Nunca. Nosotros somos ciudadanos americanos, pero somos puertorriqueños en nuestra esencia. Con todos estos eventos también renacen muchas cosas: el sentimiento nacional se aviva', responde Gilberto con contundencia y Víctor le apoya con un gesto de afirmación en su rostro.

Imaginemos que el presidente Donald Trump les invita a tocar en la Casa Blanca. ‘No, no, no... Él no tiene swing pa' eso. Él es muy blanco. No tiene ritmo para bailar con la Sonora Sanjuanera ( ríe a carcajadas ). Es probable que Víctor vaya solo, pero yo no voy pa'allá. Esta administración ha sido complicada, complicada para todos'.

Para el músico, este es un momento de autoanálisis. ‘Debemos tomar decisiones y empoderarnos sobre ellas. Los pueblos latinos tenemos mucho que resolver. Tenemos muchas fortalezas. pero tenemos muchos asuntos que aclarar, muchas cuentas que pedir. Ya llegó el momento de que lo hagamos', concluye.

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