Otaku no tabi

Actualizado
  • 07/04/2019 03:04
Creado
  • 07/04/2019 03:04
Para los verdaderos fanáticos de anime o manga una peregrinación por lugares de Japón relacionados con estas formas de entretenimiento representará la sensación de haber alcanzado un sueño

El término otaku puede traducirse como ‘fanático de algún aspecto de la cultura japonesa', pero es utilizado mayormente para referirse a los fans del manga o anime; por tanto, el título sería aproximadamente ‘Viaje del fan de anime o manga'. Este artículo está especialmente dirigido a los otakus panameños, para ilustrarlos acerca de algunos lugares de ‘peregrinación' del Japón, ya que la mayoría considera estas formas de entretenimiento algo más que un pasatiempo.

HOMENAJE A LOS CREADORES

Los museos son los primeros lugares en que se piensa al visitar otro país, porque presentan al extranjero información sobre el lugar y su compromiso con la historia, arte y cultura. Dos famosos de visita obligada serían el Museo de Ghibli, en la prefectura de Tokio, dedicado a las creaciones del afamado estudio de animación y el Museo Fujiko F. Fujio en Kanagawa, sobre dicho autor y todos los personajes que creó, entre ellos Doraemon, conocido en Panamá como ‘El gato cósmico'. Ambos se encuentran a una corta distancia por tren desde la estación central de Tokio, pero los boletos deben adquirirse con meses de anticipación, pues la demanda de visitantes nacionales y extranjeros es grande.

Si lo que le interesa es conocer sobre el proceso de animación —y revivir series de su infancia como ‘Mazinger Z', ‘Harlock' o ‘Dragon Ball'— la TOEI Animation Gallery es el lugar indicado. Pertenece a la compañía más antigua de animaciones japonesas, donde disfrutará de las creaciones animadas y de una excelente explicación del su proceso de producción; en cambio, si es el manga, en Kyoto puede conocer su origen en el Kyoto International Manga Museum, de la Universidad de Seika.

El amor que sienten los japoneses por los dibujos, ya sean estáticos o animados, se puede apreciar en la cantidad de museos dedicados a autores o personajes: menciono los de Osamu Tezuka, Detective Conan, Chibi maruko-chan o Ampanman, e incluso existe el Museo de Snoopy, personaje creado por el estadounidense Charles M. Schultz.

COMPRAS EN TOKIO

Otro lugar de peregrinación por la gran afluencia de fanáticos es Akihabara, un área de comercios de anime, manga y videojuegos, que también cuenta con cafeterías temáticas donde descansar del recorrido por sus almacenes. Aquí podrá visitar los edificios de Mandarake y Animate, dos torres de siete pisos que cuentan con toda la parafernalia que los fans necesitan, tanto de primera como de segunda mano.

Un dato importante es sobre el almacén llamado Don Quijote —los japoneses le llaman Donki—, en el que se pueden conseguir figuras de segunda mano en perfecto estado de conservación, muchas de ellas con los empaques en que salieron a la venta, prácticamente nuevas y a mejor precio.

Pero, lugares como este se encuentran en todo el país, Nagoya Osudenkigai, en Aichi; Nipponbashi Otaku Road, en Osaka; Tanuki-koji, en Hokkaido; y Otemachi, en Hiroshima, harán las delicias del fan que no pueda disfrutar de Akihabara.

LOS ROBOTS GIGANTES

La ciencia ficción ha dejado su marca en las historias japonesas y las de robots gigantes o mechas tienen su propio nicho. Estas series, que inician en la década de los sesenta, llaman tanto la atención que algunas de ellas han sido honradas con figuras a escala real en varios puntos del país. De la serie ‘Gundam' (Kido Senshi Gandamu, 1979) hay dos opciones: En la isla artificial de Odaiba, en Tokio, puede visitar una figura del RX-0 Unicorn Gundam —veinte metros aproximadamente— de pie y allí mismo está la Gundam Base, tienda y cafetería con mercancía exclusiva de la serie. La otra está en el parque Fujikyu-Highland en Yamanashi, el RX-78-2, donde puede jugar la atracción Gundam Crisis y luego pasear dentro del robot que está en posición horizontal.

También está la estatua del ‘Hombre de hierro' (Tetsujin 28-go, 1963), con dieciocho metros en Kobe, que a los que crecieron con la serie a mediados de la década del setenta en Panamá, les traerá gratos recuerdos.

Existen otras más pequeñas en varios lugares, pero estas tres son imponentes.

EXPOS Y FESTIVALES

Otra de las razones para visitar el país del sol naciente son los festivales temáticos, la mejor expo de anime y manga se encuentra, por supuesto en Japón, el Comic Market —mejor conocido como comiket—. En agosto y diciembre se puede disfrutar de este evento, al cual asisten medio millón de personas y hay más de treinta mil expositores.

Para los amantes del cosplay está el World Cosplay Summit, donde se encuentran participantes de todos los países para ver quién es el mejor cosplayer del mundo. Si le gusta la música, el Animelo Summer Live o el M3 son para usted, pero si prefiere los autos, el Ita-G amalgama, esa afición con el anime en la decoración de los vehículos.

LOCACIONES

Como en cualquier obra visual, los autores se nutren de su entorno para crear el imaginario donde se desarrollarán las historias y en Japón muchos de estos pueden visitarse. Si bien las imágenes pueden ser representadas en un solo cuadro impreso o pocos segundos en pantalla, para el fanático fiel el haberlos visto, será el equivalente a una medalla de honor.

Los seguidores de Evangelion podrán cerca de Hakone disfrutar de los paisajes en que se inspiró el autor para hacer Tokyo-3 en la película Evangelion: 2.22 You can (not) advance (Evangerion shin gekijôban: Ha, 2009), y buscar otras en Owakudani, Kintokiyama y Ashinoko. Para los seguidores de Yuri!!! On ice (2016) en la prefectura de Saga podrán encontrar el Castillo de Karatsu, fuente de inspiración para el castillo de Hasetsu en la serie.

Para los fans de Your name (Kimi no na wa, 2016) Hida Takayama es el lugar. Su director, Makoto Shinkai, utilizó muchas vistas de la ciudad, sus santuarios, estaciones de tren y naturaleza, lo que la ha convertido en un nuevo foco de turismo especializado.

Y así como estos, hay decenas de ejemplos, la ciudad de Ueda en el anime Summer wars (Samâ uôzu, 2009); La melancolía de Haruhi Suzumiya (Suzumiya Haruhi no yûutsu, 2006) usó locaciones de la ciudad de Nishinomiya y el propio Miyazaki buscó inspiración en el Museo al aire libre de Edo-Tokio para su película El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi, 2001).

Para el fanático ‘profesional' existen infinidades de lugares y cosas que hacer en Japón. Este es un acercamiento sucinto a algunas de las actividades que se podrían realizar; sin embargo, cada uno elegirá la ruta que desea seguir en este periplo allende los mares, el destino está lejos, pero no queda duda de que al regreso, la sensación de haber alcanzado su sueño no desaparecerá en mucho tiempo. No podemos terminar sin agradecer a Marc Bernabé por su ayuda con el título de este artículo.

Rolando José Rodríguez De León es profesor titular de la Universidad de Panamá y doctor en Comunicación Audiovisual y Publicidad.

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