'La novela del imperialismo en Centroamérica', el nuevo título de la Editorial Biblioteca Nacional

Actualizado
  • 17/07/2022 00:00
Creado
  • 17/07/2022 00:00
El ensayo de Esther María Osses se suma a las reediciones de obras de destacados escritores panameños que ofrece este proyecto de la Biblioteca Nacional, para salvaguardar el acervo cultural panameño
'La novela del imperialismo en Centroamérica', el nuevo título de la Editorial Biblioteca Nacional

El próximo miércoles 27 de julio y como parte de las actividades de celebración de los 80 años de la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castilllero, se presentará la obra La novela del imperialismo en Centroamérica.

“Es un ensayo que ella escribió como parte de un curso de lengua y literatura en la Universidad de Zulia, un documento que representa a Panamá pero no es solo sobre Panamá”, explica Briseida Bloise, coordinadora de la Editorial Biblioteca Nacional. La intención es ampliar el radio de alcance de los trabajos de escritores panameños.

“Parece un poco fortuita la elección de esta obra, pero cuando la lees te das cuenta que no trata solamente sobre el imperialismo norteamericano, sino que también habla sobre la colonia, pero destaca obras de diversos países y momentos”, detalla. El ensayo es un documento complementario que Osses, más conocida por sus poemas, desarrollo para uno de sus cursos en la Universidad de Zulia (1986), que esta casa de estudios publicó por considerar un muy buen trabajo. “Es interesante en términos de contenido y es interesante también en términos de la internacionalidad de Esther María Osses, era muy reconocida en Guatemala, en Nicaragua, en Venezuela… dejó una huella profunda y es destaclable el hecho de que quería unir a las naciones de la región a través de su literatura. Nosotros estamos tratando de rescatar la literatura panameña, ella como representante nuestra rescata la literatura de Centroamérica con el tema central del imperialismo”, agrega.

Las propuestas para publicaciones del sello Editorial Biblioteca Nacional son presentadas por los miembros de su consejo editorial. La literatura de Osses fue propuesta por Consuelo Tomás. La razón por la cual se escogió este trabajo y no otro es porque no solo se pretende revivir una publicación que ya no está disponible sino destacar todos los valores de sus autores y ofrecer valores agregados a esta obra.

“La intención nuestra sería recuperar obras completas. De Alfredo Cantón, no solo destaca Nalu Nega (reeditada por el sello). Hay una serie de publicaciones del autor que tienen que ver con la educación, con los jóvenes, pero lamentablemente no podemos cubrir todo”, lamenta Bloise.

Una lista de unas 120 propuestas ha crecido a unas 160 con solicitudes hechas por usuarios de la biblioteca, lectores comunes y profesores de español que quisieran contar con un material para discutir en su curso. “Envían propuestas formales, a veces hasta manuscritos, incluso los derechos de la obra con los herederos, pero nuestros recursos son limitados, por lo que la selección debe ser muy cuidadosa. La idea es recuperar no solo las obras sino todos los valores que acompañan al autor”, recalca.

Incluso a la Biblioteca Nacional han llegado manuscritos inéditos de autores ya fallecidos y que de otra manera no serían publicados. En algunos de esos casos se hacen colaboraciones con otras instituciones o fundaciones. También con otras editoriales. “Lo importante es apoyarlos a todos, aunque no sean editados por nosotros”, comenta Bloise.

El proyecto editorial

La Editorial Biblioteca nacional nace en 2015 y su primer lanzamiento se hizo en el año 2016 con tres obras: Pueblos perdidos de Gil Blas Tejeira, Los Clandestinos de César Candanedo y Los Caballos estornudan en la lluvia de Dimas Lidio Pittí. “Por casualidad o por causalidad, resulta que están ambientadas en Chiriquí, Darién y el Canal, tres regiones diferentes y que van de frontera a frontera”, establece la coordinadora.

Inicialmente la intención era hacer unas tres publicaciones por cuatrimestre, pero una vista más realista del trabajo que implica tener las obras listas – derechos de autor por parte de los herederos de la obra y material adicional que se incluye como un valor agregado a la obra, además de cuestiones presupuestarias- hizo que se el proyecto se concretara en tres obras por año. Se llegó a la conclusión de que se establecería un tiraje de 2,000 ejemplares en una edición económica – cuyo precio no superara los 5 dólares para que fuese accesible a una gran franja de público, incluyendo estudiantes de escuelas secundarias y universidades. Los libros, además de estar a la venta, forman parte del acervo de los centros pertenecientes a la Red de Bibliotecas de la Biblioteca Nacional, así como a bibliotecas municipales.

En 2017 se incluyó Veintiséis leyendas panameñas, de Sergio González Ruiz; Sinfonía jubilosa y Libre y Cautiva, de Stella Sierra y Faragual y otros cuentos de Carlos Francisco Changmarín. “ese año tuvimos leyendas cuentos y poesía”, dice Bliose.

Para 2018 se sumaron Nalu Nega de Alfredo Cantón y Los inmigrantes antillanos en Panamá, de George W. Westerman. Obras dedicadas a grupos étnicos específicos que tienen gran relevancia cultural en el país. Ese mismo año se editó Cuentos completos y sinfonía de narradores, de José María Sánchez B. una colaboración entre la Academia Panameña de la Lengua, la Universidad Tecnológica de Panamá y la Biblioteca Nacional, que si bien, no forma parte per sé de la colección de la Biblioteca Nacional, mantiene su espíritu por conservar el trabajo de un reconocido autor fallecido, robustecido por los trabajos ganadores del concurso de cuento que lleva el nombre del autor. En 2019 se sumaron a la colección Trozos de vida, de Belisario Porras Barahona y Lolita Montero de Dora P. de Zárate. Obras que tienen en común el tiempo en el que ocurren.

En 2020 la pandemia obligó a suspender las publicaciones de ese año y para 2021, con las limitaciones impuestas por la crisis económica resultante, se hizo una sola publicación Ensayos documentos y discursos de Eusebio Ar. Morales. Este año, se suman Antología esencial de Roque Javier Laurenza y La novela del imperialismo en Centroamérica de Esther María Osses.

Valores agregados

Explica Bloise que cada una de las publicaciones ofrece un valor adicional a la reproducción de la obra seleccionada. “En Los clandestinos hay un glosario de panameñismos, en Nalu Nega hay una entrevista que hace Víctor Franceschi a Alfredo Cantón, en la que este explica el porqué de su novela”, destaca.

En el caso de Stella Sierra, quien ganó el primer Miró en categoría poesía, con doce sonetos, Sinfonía Jubilosa, se le sumó su obra más conocida, Libre y cautiva, se incluyeron además algunas fotografías de una exposición presentada en Panamá y un ensayo escrito por ella que se llama Palabras sobre poesía, presentado en el Paraninfo Universitario por Octavio Méndez Pereira en 1948. “Es un libro muy completo que puede ser utilizado en un curso de literatura y que solo cuesta 5 dólares”, insiste.

No es solo rescatar el texto sino el imaginario colectivo del lector actual, del estudiante que se enfrenta ante una obra literaria. Es un poco desmitificar la literatura. Te dice estás leyendo esta novela porque trata de contarte esta historia, hay un mayor acercamiento”, agrega.

Y en algunos casos, como en Los inmigrantes antillanos en Panamá, cuya publicación original semejaba un folleto, se ha recuperado el material fotográfico que lo acompaña.

En pandemia sacamos el de Eusebio A. Morales reedición en la colección de la nacionalidad para el centenario y se corrigió, actualizando las reglas del idioma pero manteniendo sus textos originales.

La publicación de Antología Esencial de Roque Javier Laurenza implicó un gran trabajo de recopilación pues se trata, más que nada, de artículos y otras piezas periodísticas publicadas en diversos diarios. También se incluyó poesía, cuentos, ensayo y un discurso. También incluye algunos escritos que se hicieron sobre el intelectual panameño.

La colección en la actualidad

La demanda de algunos de los números de esta colección ha sido tal, que se han agotado, “Algunas escuelas han mandado a leer Pueblos perdidos, pero el libro se agotó antes de la pandemia. También se ha agotado Veintiséis leyendas panameñas probablemente alguno se pueda encontrar en el interior de la República. Es el mismo caso para Los inmigrantes antillanos en Panamá.

“¿Eso qué demuestra? Que hay una necesidad de volver a esta literatura, no solo en las escuelas, algunas personas han venido incluso de otros países porque requieren de algunas obras para sus investigaciones, trabajos de tesis; la gente sigue llamando”, asevera Bloise.

La situación económica complica el desarrollo del proyecto que la Biblioteca Nacional está empeñada en mantener. “No queremos que deje de ocurrir porque en realidad es algo que nos ha distinguido y tenemos muchas aspiraciones”, afirma la coordinadora de la editorial. “La colección es interesante, es un buen trabajo que ojalá más adelante pueda ser más dinámica y podamos hacer publicaciones cada seis meses”, contempla.

Mientras tanto, la editorial sigue ofreciendo al público los números que mantiene disponibles y recibiendo propuestas para el futuro.

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