El grabado toma un nuevo impulso

Actualizado
  • 07/08/2022 00:00
Creado
  • 07/08/2022 00:00
El Laboratorio Gráfico del Museo de Arte Contemporáneo vuelve a reunir artistas para la creación de piezas en diversas técnicas en una segunda convocatoria para 2022. Se programa la exposición TrópicoGráficoMágico, con piezas de la colección gráfica del museo y nuevas obras de artistas invitados
Una jornada de trabajo en el Laboratorio Gráfico 2021.

Luego de una larga pausa, el Taller Gráfico del MAC vuelve a bullir de actividad. el año pasado trabajó el primer grupo de la iniciativa denominada Laboratorio gráfico, respaldada con Mercantil, banco que ha apoyado programas similares en otros países.

Su objetivo es el de contribuir a la formación y aprendizaje de los artistas locales, mediante la recuperación del antiguo Taller de Artes Gráficas que operaba en el MAC desde su inauguración en 1982 y cuyo modelo de instrucción y talleres fue pionero en la capacitación y orientación de artistas de la época.

Se invita a participar a través de una convocatoria abierta en el que un comité curatorial escogerá a 10 participantes que serán formados e instruidos en la producción y experimentación de la obra gráfica, por el profesor Rafael Martin, fotógrafo, artista y profesor de la Escuela de Artes Visuales de la Facultad de Bellas Artes en la Universidad de Panamá.

El programa se llevará a cabo del 31 de agosto al 26 de noviembre de 2022 de forma gratuita en el MAC Panamá. el anuncio se dará el próximo 26 de agosto.

Taller de grabado por el maestro grabador Umberto Giangrandi

Emilio Narrciso, curador de la Colección Mercantil explica que los vínculos con el Museo de Arte Contemporáneo se dieron en una primera oportunidad durante la exposición del maestro Carlos Cruz Diez, titulada Color, que albergo el MAC.

Y luego de otras colaboraciones en exposiciones y reuniones, se vio la posibilidad de dar un paso adelante. “Vimos la posibilidad de desarrollar el laboratorio gráfico o un taller de artes gráficas como una vía muy interesante para vincularnos un poco con la comunidad artística panameña”, cuenta Narciso. Se aprovecharía los antecedentes del taller de artes gráficas con una producción importante de obra gráfica.

“El MAC Panamá tuvo una exposición en el 2018 que se llamó Papel Protagonista donde se mostró esta tradición de dibujo y de grabado en Panamá; tuve la oportunidad de verla y conocí esa faceta del arte panameño y que quede muy interesado en seguir indagando un poco más”, recuerda.

Taller de Artes Gráficas de PANARTE

En reuniones posteriores Narciso tuvo la oportunidad también de conocer el archivo de artes gráficas que tiene el museo y con la directora María Lucía Alemán se habló sobre la posibilidad de reactivar “un taller de artes gráficas del museo que estaba allí, como en muchos lugares, como en muchos países, con poco uso. y dijimos, bien, vamos a vamos a impulsar este proyecto”, comenta Narciso.

La primera edición de este programa se dio el año pasado, 2021, viendo la importancia de la recuperación del taller gráfico.

“La importancia histórica y artística que tuvo el taller durante su época, y el acceso local limitado en términos de formación en artes gráficas para las nuevas generaciones de artistas contemporáneos, nos impulsó a retomar esta iniciativa”, explica María Lucía Alemán, directora ejecutiva del museo.

La intención es generar valor al ecosistema cultural local, brindando acceso a medios de creación más tradicionales como el grabado.

Inauguración del taller gráfico en la nueva sede del ahora MAC Panamá,1982
Un poco de historia

Alicia Viteri llegaba de Colombia graduada de Gráfica de la Universidad de los Andes y con una maestría en Bellas Artes. Junto con el maestro Guillermo Trujillo participó en un proyecto artístico. Luego de un corto viaje, se encontró con un tórculo que había sido donado a la institución, entonces denominada Panarte.

Era una gran oportunidad para compartir esos conocimientos que ella traía.

El maestro Rafael Martin observa las impresiones realizadas durante el Laboratorio Gráfico 2021.

Antes de eso eran pocos los artistas que tenían conocimientos sobre el grabado, uno de ellos el maestro Manuel Chong Neto.

“Sí había gente grabando, yo no fui la primera, no, pero mi trabajo sirvió como un impulso”, reconoce Viteri. “Tenía esta cosa en mi mente juvenil , venía con todas las energías y la ilusión de transmitir lo que conocía, tenía esa necesidad por hacer algo por el país. Y creo que lo hice”, reflexiona.

En aquellos momentos un joven llegó pidiendo trabajo y fue contratado en el taller. Inicialmente era el encargado de limpiar, pero luego fue aprendiendo todas las técnicas y se convirtió en impresor.

“Julián fue el que más aprendió y se esforzó mucho”, dice Viteri sobre Julián Velásquez.

El maestro Rafael Martin junto a los partocipantes del Laboratorio Gráfico 2021 en su evento final.

“Lo más bonito fue trabajar con los maestros que eran muy jóvenes, el ambiente que había”, rememora Velásquez. “Siempre le digo a mis estudiantes que tuve la dicha de trabajar con puros maestros, en mis inicios y no solo con artista nacionales, porque en la planta alta del edificio exponían artistas internacionales”.

El auge y el entusiasmo por el taller motivó la gestión de cursos específicos dictados por maestros de la gráfica como Umberto Giangrandi, quien dictó un curso de grabado tradicional, María de la Paz Jaramillo, quien ofreció un curso de fotograbado y de Pedro Alcántara, quien hizo lo propio en serigrafía.

El taller capacitó a los impresores panameños Julián Velásquez y Leonardo Jordán, quienes respectivamente consiguen becas para estudiar grabado en la Corporación Cali, bajo el apoyo de Pedro Alcántara y fotograbado en el Taller Dos Artes en Bogotá..

Viteri trabajó en un proyecto apoyado por la artista Coqui Calderón. Se trataba de la carpeta de Once grabados, un grabado por cada artista nacional, cuyas reproducciones serían vendidas para recaudar fondos para mantener el taller y traer más profesores invitados.

Aunque la recaudación de fondos fue buena, otras necesidades del museo demandaron prioridad.

Por otra parte, mientras más artistas participaban, más rápido mermaban los materiales que en un principio fueron muy completos pero con el tiempo no se reponían.

“Cuando regresé de Colombia comencé a hacer serigrafía artística y fue decreciendo el interés en el grabado, se fueron acabando los materiales y nos dedicamos más a la serigrafía que el grabado”, agrega Velásquez.

Quedaron algunos pendientes, como el desarrollar una carpeta de grandes maestros, con la que se esperaba recaudar fondos para el museo. Son proyectos que requieren de un apoyo económico para mantenerse con vida.

Otros proyectos

Velásquez es docente en la Universidad de Panamá, donde continua enseñando técnicas gráficas, sin embargo, le preocupa que disciplinas como el grabado puede enseñarlas solo de forma teórica pues al país no llegan de forma constante los materiales para poder llevarlas a cabo. Pero esto no significa que se haya perdido el interés por aprender.

“Hace unos tres años le dije a una estudiante que le explicaría teóricamente cómo se trabajan las técnicas de aguar fuerte y agua tinta, y ella me preguntó que si conseguían los materiales les podía enseñar. le dije que sí y mandó a pedir todo por internet. Los estudiantes quedaron muy contentos y para mí, fue recordar todo aquello. Es bonito, y me gusta que estén retomando de nuevo este programa, pero es un compromiso el de conseguir los materiales que los artistas necesitan”, advierte.

Viteri también guarda buenos recuerdos. “Fue muy sufrido y muy divertido. Sufrido por la falta de fondos. Pero los artistas eran muy felices de juntarse, de compartir de crear. Esa era la idea, de hacer un núcleo creativo y ver que lo han retomado, me encanta, me hace feliz”.

Además del Laboratorio Gráfico, se está impulsando las técnicas a través de la presentación de la exposición TrópicoGráfico Mágico que abrirá sus puertas en paralelo a la exposición Záchrisson, entre dos orillas, que será inaugurada el próximo 18 de agosto.

La exposición se establece pensando en qué podíamos hacer mientras presentamos a Záchrisson y pensamos que era conveniente hacer algo sobre la historia de la gráfica en Panamá y sobre la historia del taller también teniendo en cuenta que está activado en este tiempo. La idea es que en ese espacio haya un poco una selección de obras de la colección gráfica del MAC que hemos seleccionado junto a cuatro artistas que hemos invitado a producir cosas nuevas”, cuenta Juan Canela, curador del MAC.

Se invitó a artistas, curadores e investigadores a que revisaran la colección y seleccionar algunas obras.

“La selección de obras que habrá la hemos hecho junto a Isabel de Obaldía, Julián Velásquez Libertad Rojo y Milko Delgado, que son los cuatro artistas seleccionados”, agrega. Con esa preselección se sentaron todos a hacer la selección final.

Y es que Záchrisson, de los artistas panameños es quien probablemente más se dedicó al grabado e incluso fue merecedor de premios internacionales en esa técnica, por lo que no es sólo un grabador importante para Panamá sino a nivel internacional. Entonces, qué mejor momento de destacar la gráfica local.

Nuevos talentos

Libertad Rojo es una artista multidisciplinaria. “Utilizo muchos medios, me gusta pensar que el mismo concepto va llegando a materializarse de diferentes formas. Entonces, he hecho video, he hecho performance, trabajos bidimensionales y estoy aquí por mi interés en el grabado, que es una de las cosas que yo estudié y pues, recibí la invitación porque querían que participaran a artistas de diferentes generaciones y era una oportunidad para trabajar en el taller”, cuenta la artista.

Cautivada por su carácter reproducible , se ha interesado por el grabado, sobre todo en la técnica de punta seca, en la que con un filo se van grabando líneas en una matriz. “me inspiran trabajos de amistades que tatúan o hacen algún tipo de arte que va como un poco fuera del eje museo, sino cosas más contemporáneas”, especifica.

No es la primera vez que Rojo participa en algún proyecto del museo, aunque de forma muy distinta.

“Reconociendo el contexto y descubriéndolo con otros colegas que también son artistas jóvenes veo que hay en Panamá toda una nueva generación de gente que crea cosas, hay un impulso creativo y de pensamiento (...) y siento que el museo lo está reconociendo y está brindando varias oportunidades para que cosas puedan suceder”, afirma.

Rojo participará con dos piezas, una se llama “Cambiaste el rumbo del sol con tus manos” y la otra se llama “La que cree en los bosques y en sus cantos”. “Son dos piezas que buscan esto del trópico mágico, lo que simbólicamente pude traducir de esta invitación y también pensando en lo que va a haber de la exposición de Julio Záchrisson”, comenta.

Por su parte Velásquez trabaja en un linoleos que llevarán varios colores. “Dependiendo de cómo me vaya con el tiempo, podría tener dos, vamos a ver cómo me va”, explica. Y es que el impresor estuvo ocupado. Ha sido el responsable de llevar a la serigrafía, la obra “Casanga”, del maestro Záchrisson en una serie de 50 reproducciones que estarán a la venta durante la exposición. “es una serigrafía artística manual, todos los detalles se tienen que hacer a mano”, recalca.

Sin duda, está enamorado de lo que hace. “Panamá no se puede quedar atrás en la técnica de la obra gráfica. Hay que retomar de nuevo”, concluye.

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