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- 29/10/2022 00:00

Es posible la práctica de un camino espiritual mientras desarrollas tu carrera en forma saludable y armoniosa. De hecho, gran parte de lograr que sea armonioso tiene que ver con esto.
No necesitamos negarnos a nosotros mismos nuestra espiritualidad mientras nos enfocamos en la oficina, en el negocio, en el emprendimiento, aunque trabajar y a su vez tener una vida espiritual pueda ser extremadamente desafiante.
El compromiso con una carrera puede coexistir pacíficamente con el desarrollo del alma, siempre que nos acerquemos a cada uno con equilibrio y determinación.
La carrera o el trabajo tienden a ocupar una gran cantidad de tiempo, dificultando muchas veces el espacio para desarrollar este tipo de prácticas que son justamente las que te brindan herramientas para tener paz y tranquilidad, equilibrio a la hora de enfrentar desafíos.
Aprovechar tiempos muertos pudiera ser una opción; ese tiempo que te toma llegar a la oficina mientras viajas, durante el trayecto, pudiendo observar la naturaleza con nuevos ojos, escuchar música tranquila o algún audio de meditación guiada, o bien leer y escribir, en caso de que viajes en un transporte público o alguien te lleve.
Aprovechar tiempos de inicio de mañana y hacia el final de la tarde. O bien programar terapias corporales o actividades terapéuticas, como un regalo que puedes darte durante el fin de semana. Algo que te haga sentir rejuvenecer y en tranquilidad.
También puedes armar un espacio de trabajo consciente, con objetos sagrados que tengan significado para ti, o con fotos, piedras, alguna imagen que te evoque paz, esperanza y fe.
Es posible que en la oficina al principio te miren raro, sin embargo, cuando seas portador de buena energía, es posible que quieran saber qué haces y cómo lo haces.
Aprender a vivir sin expectativas y aceptar el lugar en donde estamos en este momento, puede ser también una excelente práctica espiritual. Mientras buscas en paz y tranquilidad la salida posible. Dejar de exigir perfección es un buen ejercicio.
Independientemente de qué elijas, ten siempre en cuenta que cada persona cuenta con sus propios valores espirituales y que no tienen por qué interferir con su trabajo.
Como colaborador, tu yo espiritual es una de las diversas fortalezas que traes a la mesa. Simplemente al abordar proyectos, objetivos y relaciones interpersonales en el lugar de trabajo con intención, puedes buscar la realización individual y al mismo tiempo hacer tu parte para promover suavemente un ambiente de trabajo saludable y armonioso.
No tengas miedo ni juicios en hablar y mencionar esta palabra; es gracias a cómo nos sentimos que nuestra vida puede ser pacífica o caótica.
Paula Cabalén. Mentora y 'coach' de Vida y Negocios
Consultora. Conferencista.