De la basura a las estanterías, una segunda vida para los libros en Ankara

Actualizado
  • 23/02/2018 13:51
Creado
  • 23/02/2018 13:51
Entre las obras rescatadas de la basura y las donaciones anónimas, la colección de los trabajadores de limpieza de Ankara ronda los 7 mil ejemplares

De la basura a la estantería. Ese es el proceso de reciclaje por el que han pasado ya miles de libros en Ankara, donde los trabajadores del servicio de recogida han creado una biblioteca con las obras encontradas en los contenedores y que limpian y restauran para ponerlas al servicio de la comunidad.

Un trabajador del servicio de limpieza de la capital turca encontró hace dos años una caja junto a un contenedor de basura. En su interior, un set completo de la famosa "Enciclopedia Británica" en turco.

Con cuidado, la separó del resto de residuos, que fueron a parar a la trituradora del camión. La enciclopedia terminó en la central de gestión de residuos, donde se decidió crear una biblioteca.

En solo dos años, entre las obras rescatadas de la basura y las donaciones anónimas, la colección de los trabajadores de limpieza de Ankara ronda ya los 7.000 ejemplares, agrupados en la central de gestión de residuos de Çankaya.

Se trata de un distrito central de la capital turca y uno de los más grandes del país, con un millón de habitantes, aunque durante el día llega a duplicar su población, debido a los 102 institutos y 10 campus universitarios que tiene.

Los trabajadores de la limpieza encuentran, casi a diario, cajas o bolsas de plástico llenas de libros. "Normalmente encontramos ejemplares en la basura que han sido cuidadosamente guardados en cajas o bolsas y dejados junto a los contenedores de basura", cuenta a Efe Emir Ali Urtekin, el encargado de la base del Servicio de Limpieza.

"Cuando los traemos aquí, los limpiamos, comprobamos si tienen páginas sueltas y los arreglamos. Aunque normalmente no hace falta", añade, mientras ojea un libro de la colección. La biblioteca se encuentra en una antigua fábrica construida en la década de 1970 y desocupada desde hace unos años.

Hace unos dos años la Junta del distrito de Çankaya la remodeló y la convirtió en la sede del Departamento de gestión de residuos. Además, en el edificio hay una barbería y una sala de descanso para los trabajadores. Los estantes llenos de libros encajan perfectamente en el edificio de largos pasillos y fachada de ladrillo antiguo.

También quieren montar un cine en una de las salas de la fábrica por la que pasan unos 600 trabajadores cada día. Su objetivo es ofrecer películas de forma gratuita a los empleados, sus familias y residentes de poblaciones cercanas.

La biblioteca queda algo lejos del centro de Ankara, pero muy cerca de Mühiye, la localidad en la que viven la mayoría de los trabajadores de la limpieza de esta capital. Desde septiembre pasado es frecuente además encontrar en la biblioteca a niños de localidades cercanas e incluso ciclistas que se acercan a hacer deporte a la zona los fines de semana.

Cuanto más conocida se ha hecho la labor de los trabajadores de la limpieza, más ha crecido el número de visitantes y de libros. Para Alper Tasdelen, alcalde del distrito de Çankaya, este proyecto "demuestra que los libros nunca mueren".

"Hace poco hemos conocido otro proyecto similar en Bogotá. El nuestro sería el segundo en el mundo", cuenta a Efe. Se refiere a la biblioteca puesta en marcha por José Alberto Gutiérrez, un empleado del servicio de limpieza de la capital colombiana, donde se le conoce como "El Señor de los Libros".

En Ankara, por el momento, se han fijado el próximo reto: "Convertir un camión de basura en una biblioteca móvil y llevar los libros adonde quiera que sean necesarios", cuenta Tasdelen. Para ello, están recibiendo ya solicitudes de profesores de escuelas de la zona, e incluso desde la biblioteca de la cárcel.

Pero entre los residuos de Ankara no solo hay libros. Los trabajadores también han comenzado a recopilar instrumentos musicales. Tantos que han llegado a fundar una banda de música, "Grup Teneke" (Grupo Lata). Urtekin cuenta que la banda ha dado ya conciertos en varios distritos y localidades cercanas.

Sueñan ahora con remodelar fábricas cercanas y convertir la zona en epicentro de la cultura de la capital turca. Todo un movimiento cultural nacido de la basura y que demuestra que la belleza pueden encontrarse en cualquier lado, siempre que uno se empeñe en buscarla.

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