Vilma Ávila: 'Hay que devolverle el valor a la mujer en la industria artística'

Actualizado
  • 13/10/2020 00:00
Creado
  • 13/10/2020 00:00
La cantautora y emprendedora panameña conversó con 'La Estrella de Panamá' acerca de los retos de las mujeres migrantes, la importancia de apostar por el arte nacional y su vivencia como madre en Canadá

El camino de un artista se define por diversas etapas y procesos que muchas veces conllevan obstáculos y noches sin dormir, y esto lo conoce bien la cantautora, productora y emprendedora panameña Vilma Ávila, quien conversó con La Estrella de Panamá acerca de su trayectoria en el arte de la música fuera de la frontera istmeña. Oriunda de Santiago de Veraguas, Ávila define su trabajo en la música como “un deber” con las presentes y futuras generaciones que van a poblar esta industria alrededor del mundo. También se ha desempeñado fuera del ámbito musical; es graduada en derecho por la Universidad de Panamá (UP) con énfasis en derecho de autor, lo que considera que le “ha abierto muchas puertas” en su misión de “educar y apoyar” el talento panameño e internacional a través de su disquera independiente, Prisma Art Productions, situada actualmente en Montreal, Canadá, donde reside junto a su esposo y su hija de tres años. A través de una llamada telefónica, la artista panameña compartió sus experiencias como inmigrante en Canadá y el aprendizaje que un día espera transmitir a su hija y a los artistas panameños para potenciar la industria musical nacional y que no “dependa únicamente del reconocimiento internacional”. Ávila lanzó el pasado lunes el sencillo 'Miedo', que estrenará su video oficial este 16 de octubre en todas las plataformas digitales.

Vilma Ávila.
¿De dónde nace tu pasión por la música y cómo influyeron tus orígenes?

Desde pequeña estuve conectada con la música porque mis padres son cantantes por pasión; en casa siempre hubo un amor muy fuerte por la música, así que crecí escuchando las “viejitas” de mis padres, una gran diversidad de artistas y géneros que me inculcaron esa pasión también. Dado que la carrera de artista no está valorada de forma positiva ni con mucho apoyo en Panamá, mis padres me pidieron estudiar una carrera en leyes o medicina; al final me decidí por derecho y me gradué en la Universidad de Panamá, pero el destino me tenía deparado otro camino.

Ahora vives en Canadá, ¿cómo fue el proceso de migración?

Vine a Canadá porque mientras estudiaba en la universidad conocí a un canadiense que se convirtió en mi mejor amigo, luego en mi novio y ahora es mi esposo. Pese a que nuestra relación era formal, me di tiempo para terminar mi carrera, luego nos casamos y nos mudamos a Canadá para que él pudiera terminar la universidad también. Nuestros planes eran regresar a Panamá a trabajar, sin embargo, Dios quiso que nos quedáramos en Canadá y acá aprendí más sobre mi arte, estudié en una academia de música y canto en Montreal, y subí por primera vez a un escenario profesional. Desde entonces mi dedicación se ha volcado a ser cantautora y productora y es lo que quiero hacer por el resto de mi vida. Como abogada me especialicé en derecho de autor y ha sido una gran herramienta a mi favor en este proceso.

Tu nuevo tema 'Miedo' es un retrato de ti en un nueva etapa, pero también se acopla a quien la escucha, ¿cómo surgió el concepto de la canción?

Luego de mi primera gira internacional con canciones de mi autoría, decidimos ser padres y tuvimos una hermosa niña que ahora tiene tres años, y el ser madre me hizo descubrir una parte vital y diferente en mi vida. Mi familia es el núcleo en el que escribí la canción. Mi mayor miedo es perderlos, y ninguna madre quiere ver morir a sus hijos antes que ella, ni a su esposo. Estamos en un momento muy crítico en medio de la pandemia, y muchos hemos descubierto lo que realmente significa amar, lo que es importante en nuestras vidas y lo que es secundario. Hacemos lo mejor que podemos en los roles que ocupamos en nuestras vidas y la de los demás: madre, hermana, hija, esposa; pero hay cosas que nunca podremos controlar. Creo que esta es la mejor canción que he escrito en mi carrera, porque está llena de sentimientos genuinos, partes íntimas de mí, y les transmito a los demás que debemos aprovechar el tiempo que tenemos con quienes amamos, porque no sabemos cuándo será el día final.

Como mujer en la industria musical, ¿qué retos has tenido que superar y qué crees que puede mejorar para la llegada de nuevas artistas femeninas?

Estoy muy involucrada en la industria de la música, mi fuerza surge de haber fundado una discográfica independiente llamada Prisma Art Productions, donde puedo ayudar a otros artistas que forman parte de la diversidad artística de Canadá, además de luchar por la equidad de género dentro de la industria y en los escenarios canadienses y latinoamericanos. Hoy la industria y el mundo han evolucionado de forma positiva en cuanto a la equidad de género; en Canadá soy una de las pioneras que está luchando por esa equidad. Siento que Dios me puso en un camino preciso, haciéndome abogada y después al desarrollarme como artista, porque como abogada tengo una experiencia inestimable en la industria ya que conozco el proceso de contratación y negociaciones desde el interior, y puedo ponerlo a favor tanto para mí como para los artistas que represento en mi disquera. Me ha costado mucho llegar a donde estoy y lograr lo poco que he logrado, pero me di cuenta de que tengo una misión de informar y compartir con otros artistas que están empezando. Lo quiero hacer en Panamá también, porque allá hay muchos talentos, pero no hay muchos recursos. Se dispone únicamente de dos disqueras y la mayoría de las mujeres que ingresan a la industria, explotan la sensualidad con sus cuerpos más de lo que trabajan con su música. En Canadá tuve el honor de ser nominada y escogida como la primera persona latinoamericana y la más joven de los consejos de administración de la Sociedad de Compositores, Autores y Editores de Música de Canadá (Socan) y de la Sociedad de Autores y Compositores de Quebec en la sección provincial. Lo que me ha permitido lograr muchos avances para los artistas con los que trabajo y con los que quiero trabajar.

¿Qué obstáculos hacen complicado el proceso de entrada de las mujeres en esta industria?

Considero que esta industria todavía presenta obstáculos para las mujeres, porque existe una mentalidad machista que las encierra en que “si venden es por su cuerpo y su belleza física”, pero cuando llega a cierta edad es desechada. Entonces, ¿dónde quedan el arte y el talento? En eso es que estoy educando a mis artistas femeninas: hacerles entender que con talento y determinación no es necesario vender carne. Pero los hombres aún están en control del accionar de la industria musical, mucho más en Latinoamérica. En Canadá hay un gran avance en este sector, hay una valorización y respeto a la mujer en la equidad de la industria. Se necesita mayor solidaridad entre mujeres para que las nuevas generaciones no tengan que pasar lo que nosotras sí, para ocupar su lugar. Hay que devolverle el valor a la mujer en la industria artística de Latinoamérica para pasar a un mayor nivel de equidad de género. No creo en la igualdad de los hombres y mujeres, sino en la colaboración y el respeto mutuo, así como en la aceptación de las diferencias.

¿Qué consejos da a los artistas nacionales emergentes?

A los artistas les digo que no es suficiente grabar un demo con un teléfono y llevarlo a una disquera; se necesita compromiso e inversión. Si no se cuenta con dinero, pues hay que arremangarse y salir a trabajar para obtener ese dinero que se necesita, asentar metas para lograr un buen sencillo, con un buen productor y un buen estudio, así las personas verán tu talento, tus ganas y tu determinación a través de un producto profesional, y será el primer paso para el éxito. No te quedes esperando que te llegue un milagro, sal y trabaja por ello porque siempre habrá oportunidades. En Panamá hace falta educación musical de mayor alcance, pero sí existe y se debe aprovechar.

¿Cómo es un día en la vida de Vilma Ávila?

Ocupado y lleno de tareas todo el tiempo (risas). Es una agenda llena y organizada con todo lo que debo cumplir, pero mi familia siempre es mi prioridad. En el momento en que mi hija llega a casa, mi tiempo se convierte enteramente en ser mamá. Mis padres están conmigo en Canadá y me entrego al disfrute con ellos, es algo que he definido bien en mi vida. Tomo mi salud muy en serio, porque vivo rodeada de estrés y decisiones importantes que debo tomar en medio de un ritmo de vida que escogí para hacer un cambio en la sociedad en la que vivo y en la que mi hija va a crecer. Además, lancé un programa de televisión web con una colega, llamado Prestige Latin Tv; empezamos hace una semanas, porque queremos enseñarle al público latino todas las opciones turísticas en Montreal, así como apoyar los negocios locales con sus productos y servicios. Cuando tomo vacaciones, dejo de existir para el mundo fuera de mi familia (risas).

También es creadora de la Fundación Alegría en Panamá. ¿A qué se dedica?

La fundamos en 2015 como un proyecto familiar. Empezamos recogiendo juguetes, comida y ropa para familias en Panamá. Yo creo en la gratitud y en que todo lo bueno que haces por los demás se te dará también. Se necesita una mayor bondad en las personas actualmente. Logramos obtener diversos bienes entre Canadá y Panamá, así que cuando yo regreso al istmo nos dirigimos a comunidades remotas donde las familias sufren escasez y les damos lo que necesitan. Ahora, durante la pandemia, hemos ido a ayudar a las familias panameñas con supermercados completos para que tengan sustento suficiente sin tener que comprometer sus ingresos.

¿Cuáles son sus planes a futuro dentro de la industria musical?

Está en mis planes regresar a Panamá entre 2021 y 2022 para abrir oficinas de nuestra disquera y apoyar a los artistas panameños emergentes. Hay que educar al panameño para apoyar el talento nacional, porque generalmente solo se conocen cuando lograron hacer algo fuera del país, pero no es justo, porque un artista comienza en su país y el panameño debe sentirse orgulloso de él sin depender del reconocimiento internacional. Actualmente, solo se sienten orgullosos cuando ya la mitad de otros países lo conocen, lo que deja un estándar casi imposible de lograr para artistas nuevos que tienen talento, pero no recursos. En Canadá junto con la Socan aprobamos este año millones de dólares para apoyar a los artistas canadienses para que sigan trabajando en pro de la cultura de este país. Además, en honor a la población negra, lanzamos un festival de música para resaltar su herencia cultural, musical e histórica en el país. Me gustaría realizar estas actividades en mi tierra también.

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