Proponen uso de energía renovable

PORTUGAL. El gobierno de Brasil puso sobre la mesa otro de los temas claves para poder encarar el efecto del cambio climático: el de la energía.

En medio del debate en alza por la cuenta regresiva para la Conferencia Sobre Cambio Climático que se efectuará en diciembre en Copenhague, Brasil pidió a la comunidad iberoamericana que se comprometa en “promover e incentivar la utilización de energía producida con base en fuentes renovables, reduciendo la dependencia de los combustibles de origen fósil y luchando, así, contra los cambios climáticos”.

El país sudamericano aboga asimismo por un fortalecimiento del apoyo internacional, tanto financiero como tecnológico, a los países en desarrollo en el ámbito del cambio climático, “enfatizando el papel clave que, en este contexto, cumple la financiación pública procedente de países desarrollados”.

Dinamarca es un ejemplo de cómo el uso adecuado de la energía puede dar frutos desde los puntos de vista ecológico y económico (ver infografía).

Los planteamientos fueron dados a conocer en el marco de la Cumbre de Estoril (Portugal), y en medio de la creciente programación de encuentros internacionales orientados a llevar posiciones comunes al crucial encuentro que tendrá lugar en la capital danesa.

En la cita en Estoril, Brasil y México hablaron de propuestas para que la comunidad iberoamericana procure un acuerdo “ambicioso” en Copenhague.

Ambas propuestas, a las que tuvo acceso Efe, se refieren a la necesidad de que los países desarrollados ayuden financieramente a las naciones en desarrollo a asumir el coste de la lucha contra el cambio climático.

“Subrayamos la importancia de que el acuerdo de Copenhague contenga metas ambiciosas de reducción de emisiones por parte de los países desarrollados y acciones fortalecidas de los países en desarrollo apoyadas en un mecanismo financiero eficiente”, señala la propuesta mexicana.

México recordó su propuesta para la creación de un Fondo Verde, como mecanismo financiero que genere incentivos económicos y fomente la participación de todos los países en el esfuerzo global de mitigación. El acuerdo de Copenhague debe garantizar que “todos los países en desarrollo” reciban apoyos para poder afrontar los efectos que pueda tener el cambio climático.