Lo ideal y lo real

Actualizado
  • 26/06/2010 02:00
Creado
  • 26/06/2010 02:00
Sin duda afirmaciones como: ‘quedé flechado con solo verte’, ‘fue amor a primera vista’, ‘cuando te vi por primera vez, supe que pasaría...

Sin duda afirmaciones como: ‘quedé flechado con solo verte’, ‘fue amor a primera vista’, ‘cuando te vi por primera vez, supe que pasaríamos juntos el resto de nuestras vidas’.

¿Verdad o ingenuidad? ¿Es posible enamorarse de alguien en un primer encuentro?

Para muchos, significa el encuentro con el ‘ideal’; porque si existe el ideal, existe el flechazo. Aquí hay un gravísimo error.

La persona ‘real-ideal’, por así decirlo, se podrá conocer después de haberse formado el ‘ideal’. Una vez conocida, ya se verá si coincide o no, con la persona ‘imaginada’.

En la mayor parte de los casos, las personas son distintas de como se le ha imaginado.

No es lo mismo amar una ‘idea’ que amar a una ‘persona’.

Si uno cree que ama a una persona pero lo que ama es una idea de persona, la frustración puede ser tremenda, ya que su ‘ideal de persona’ no coincide en nada con la ‘realidad’. Si se hubiesen casado, se habría roto el matrimonio, en un dos por tres.

Este ‘ideal’ hace su aparición en la adolescencia y tiende a no desaparecer. En la adolescencia, el ideal de persona del otro sexo está configurado por elementos físicos: color de los ojos, cabellos, anchura de hombros, cintura, caderas, etc.

Más adelante, cuando la persona va evolucionando hacia la madurez, también va madurando este ideal en el sentido de enriquecerse con elementos de carácter moral; es decir, que a las personas les va interesando junto con los elementos físicos, los aspectos morales como: simpatía, vitalidad, capacidad de trabajo, de decisión, y otros.

La atracción por el sexo opuesto es genérica. El enamoramiento es más personal. Se refiere a una persona del otro sexo con exclusión de los demás. La solución consiste en tratar a la persona, sentirla, apreciarla tal y como es y, aceptarla con sus defectos y virtudes.

Hay que ser realistas en este sentido. Ya sabes, si estás por iniciar un romance, lo ideal es que esa unión dure para toda la vida, pero a menudo no sucede así. No hay garantía. Dejarse querer, no es querer.

El amor es un sentimiento mutuo, que impulsa a la mutua donación.

Podría decirse que es el encuentro de dos amores, es decir de dos personas que deciden y se comprometen irrevocablemente a compartir toda una vida, ambas vidas.

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