Despiden como un héroe a ‘Flaco Bala’

PANAMÁ. Con aplausos y vitores de ‘¡ahí, ahí, ahí está el campeón!’, despidió el pueblo panameño a Roberto ‘Flaco Bala’ Hernández, uno de sus más grandes lanzadores que siempre defendió con garra la camiseta de su natal Los Santos y la de la selección nacional.

A eso de las 9:00 a.m., cientos de personas abarrotaban las avenidas de la ciudad de Las Tablas para darle el último adiós al serpentinero con más victorias (89) en la historia de la pelota nacional, que falleció la medianoche del pasado viernes en Houston, Estados Unidos, quejado por un cáncer de esófago.

Ni el sofocante sol ni el asfixiante calor que reinaron en la capital santeña fueron impedimento para que ayer a las 10:30 de la mañana una lluvia de aplausos retumbara en la Plaza Praga, cuando el ataúd con los restos de ‘Flaco Bala’ Hernández salía rumbo a la iglesia de Santa Librada, donde se ofició la misa de cuerpo presente.

Ese paseo del lugar donde el cuerpo estuvo en capilla ardiente hasta la parroquia fue emotivo. Entre los miles de presentes, unos aplaudían, otros lloraban, otros levantaban su puño en señal de agradecimiento al espigado lanzador que tantas veces les dio alegría, una de ellas en el verano de 1995, cuando Los Santos ganó el título nacional.

Al llegar el cortejo a la iglesia, el dolor se apoderó de los presentes, principalmente de su madre Lina y su esposa Deisy, quienes no paraban de llorar y en un momento fueron consoladas por el presidente de la República, Ricardo Martinelli.

El mandatario llegó acompañado por parte de su gabinete. Martinelli, ataviado con una gorra amarilla, contempló por unos segundos el cuerpo sin vida del famoso pelotero, luego le dio el pésame a la viuda de Hernández y en una emotiva escena se fundió en un gran abrazo con la madre de ‘Flaco Bala’, que entre sollozos le agradeció por acompañarlos en el último paseo terrenal de su hijo.

Pasadas las 12:30 del medio día, el féretro fue colocado en un carro del Cuerpo de Bomberos de Las Tablas, para ser trasladado al cementerio municipal, donde a su llegada una ráfaga de aplausos volvió a ser la muestra de cariño con la cual todo un pueblo despedía al ex número 12 del cuerpo de lanzadores de Los Santos.

Los restos de ‘Flaco Bala’ fueron depositados en la misma tumba que tiempo atrás resguardó el cuerpo sin vida de Olmedo Solé, otra gloria del béisbol santeño.