Muhammad Alí, el más grande

Actualizado
  • 14/01/2012 01:00
Creado
  • 14/01/2012 01:00
PANAMÁ. ¿Le dice algo a usted la frase ‘El Más Grande’? Seguramente.. Un mote que acuñó desde que noqueó por segunda vez a Sonny Liston...

PANAMÁ. ¿Le dice algo a usted la frase ‘El Más Grande’? Seguramente.

Un mote que acuñó desde que noqueó por segunda vez a Sonny Liston y que hoy es como la marca registrada de la excelencia en el boxeo mundial.

Este martes, Muhammad Alí cumplirá 70 años de edad, aquejado por un muy acentuado mal de Parkinson, pero con una estela de recuerdos que le convierten en un individuo capaz de trascender el tiempo y el espacio, haciéndose contemporáneo en una época como la actual, donde la comunicación ha cerrado las distancias en el planeta.

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Alí, bautizado Cassius Marcellus Clay Jr., nació en Louisville, Kentucky, el 17 de enero de 1942.

Con solo 18 años, había ganado todo lo que pudiera pensarse en el pugilismo aficionado: seis títulos Guantes de Oro en Kentucky, dos títulos nacionales Guantes de Oro y la Medalla de Oro en el peso semipesado de las Olimpiadas de 1960 en Tokio.

El 25 de febrero de 1964, Clay vence en seis asaltos a Sonny Liston para ganar el título mundial de peso pesado, y de paso, cambiar su nombre a Muhammad Alí.

Antes del pleito, hizo que el mundo conociera su gran virtud comunicativa, haciendo prácticamente solo toda la publicidad.

Una de sus frases célebres: ‘vuelo como una mariposa y pico como una abeja’ se convirtió en un ícono para quienes buscaban reinventar las ideas para las ventas en los años 60.

LA REVOLUCIÓN

En 1967, Alí se negó a acudir a la guerra de Vietnam y fue desposeído de su título y condenado a cinco años de prisión y una multa de 10 mil dólares.

No fue a prisión, pero no combatió hasta 1970, cuando regresó para noquear a Jerry Quarry y al argentino Oscar ‘Ringo’ Bonavena.

Sufriría su primera derrota profesional ante Joe Frazier en el Madison Square Garden de Nueva York.

Alí prácticamente vendió la imagen del guerrero que retorna por lo que le pertenece para esta pelea, una estrategia que produjo la taquilla más alta de la historia del boxeo en aquel entonces, unida al pago de derechos de transmisión vía satélite para más de 50 países en todo el mundo.

EL LEGADO

Tras perder su última pelea en 1981, Alí se retira definitivamente del boxeo.

Ese combate ante el canadiense Trevor Berbick produjo ingresos por más de 35 millones de dólares a los promotores, cifra exageradamente alta para la época.

¿Cómo lo hizo ante un rival de tan poco atractivo como Berbick?

‘Él (Alí) sabía del poder de la palabra, y que de su manejo elocuente y locuaz podrían resultar muchas cosas en su favor. Lo hizo siempre, nunca dejó de vender su imagen. Sabía que era el mejor recurso con que contaba’.

Su entrenador, Angelo Dundee, dio en el clavo. Y al borde se las siete décadas, Alí aún vive, porque todavía se habla de él en las clases de publicidad y mercadeo hoy.

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