Cuando hay apoyo

Actualizado
  • 16/03/2013 01:00
Creado
  • 16/03/2013 01:00
No recuerdo la cantidad de ocasiones en que deportistas de nuestro país se me acercaron para solicitarme una ayuda comunicativa. ‘Amigo ...

No recuerdo la cantidad de ocasiones en que deportistas de nuestro país se me acercaron para solicitarme una ayuda comunicativa. ‘Amigo periodista, es que no me quieren dar permiso en el trabajo para entrenar, y poder prepararme para ir a un torneo representando a Panamá’.

Es una queja común y muy particular del atleta que no vive del deporte, y que trabaja para llevar el sustento a su familia. Para entrenar, y lograr una condición ‘aceptable’, necesita tiempo, y es también muy común que en el Estado no se le brinde ese respaldo. Siempre es un problema conseguir un permiso para que un atleta haga su preparación y represente dignamente al país en una competencia o en unos juegos, como es el caso de los Centroamericanos en San José.

Por eso, el incentivo de llevarse una medalla de oro a Panamá va acompañado de muchas cosas, y para el atleta que tiene familia, la paz mental de que las cosas en su casa estarán bien es tan importante como su trabajo y entrenamiento diario.

Por eso, cuando un atleta agradece el apoyo recibido, lo hace con el corazón en la mano.

Los casos de los luchadores Alvin Almendra y Kempton Aparicio, y de otros deportistas en distintas ramas que intervinieron en estos juegos, son ejemplos de atletas que recibieron ese respaldo. La Policía Nacional creyó en sus habilidades.

El premio lo llevan sus agentes en forma de medalla de oro. No es lisonja, ni adulación. Es una realidad. Si al atleta se le da el apoyo que necesita, la respuesta viene traducida en metales dorados para Panamá. Igual sucede en la empresa privada. Representar al país es un orgullo, un compromiso y una responsabilidad. Negarle lo básico al atleta es negar nuestra propia identidad como paname ños.

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