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- 04/02/2014 01:00
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Una semana antes del partido entre Seattle y Denver, en ambas ciudades se respiraban aires de victoria. En la primera, por la posibilidad de ganar por primera vez el Súper Bowl, y en la segunda, por recuperar años de frustraciones y alzar el trofeo Vince Lombardi.
De esa misma forma, se movió todo un andamiaje económico. Las tiendas en ambas ciudades recibieron mercancía relacionada con el partido, y con cada equipo involucrado.
Ayer, sin embargo, la mitad de la mercancía era simplemente inservible. La que se produjo anunciando la victoria de los Broncos y el campeonato del Súper Bowl 48 pasó a ser de una posibilidad de venta a gran escala a solo un montón de tela desperdiciada.
No fue lo mismo en Seattle, donde las tiendas amanecieron abarrotadas de fanáticos adquiriendo las camisetas, jackets y otras prendas de vestir relacionadas con el nuevo campeón del fútbol americano en los Estados Unidos.
‘Es una apuesta. Mandar a hacer esta ropa alusiva a un partido tan importante siempre es un riesgo. Ahora, a nosotros nos tocó ganar, pero pudo haber sido lo contrario’, explicó John Smith, un dependiente de una tienda en Seattle, donde se venden estos artículos.
En Denver, las pérdidas fueron grandes. ‘Ni regalada quería una camiseta’, dijo un muy apesadumbrado fanático de los Broncos.