Buenas sensaciones fue lo que dejaron los juveniles

Actualizado
  • 18/04/2018 02:00
Creado
  • 18/04/2018 02:00
Una generación que promete darle al baloncesto el impulso que le devuelva la sonrisa. Trabajo por seguir y evolución por cumplir

Una medalla de oro en la rama masculina, un cuarto puesto peleado en la femenina, nuevas figuras sobre el tabloncillo... de esta forma, un grupo de jóvenes panameños ha iniciado el camino deportivo dejando buenas sensaciones.

Los equipos panameños, masculino y femenino, en el recién finalizado Campeonato Centroamericano Sub-14, que culminó el último fin de semana en San Salvador, acudieron a esta cita con la ilusión de ser protagonistas. Ambos lo fueron.

En la rama masculina, Panamá terminó en lo más alto del podio.

Una medalla de oro recompensada con la visualización de un grupo de canasteros de menos de 14 años que representa la muestra ofrecida por este deporte, de cara a un futuro bastante auspicioso.

Los panameños superaron en el encuentro decisivo a Costa Rica por tablero de 65-56, demostrando la evolución del deporte del aro y el balón en nuestro país, tras haber permanecido prácticamente dormido durante muchos años.

El grupo de jóvenes canasteros panameños combina las destrezas naturales del jugador del país, con una sobresaliente estatura, impresionante en algunos casos, para tan corta edad.

Panamá envió a San Salvador un equipo con estatura promedio de 5 pies 11 pulgadas, sobresaliendo en este renglón el pívot Aldimir Castillo, quien lideró el equipo en puntos por partido (14.3) y rebotes (17.7), gracias a su privilegiada estatura de 6 pies y 5 pulgadas, con apenas 14 años de edad.

Junto con Castillo está Rasheed Jiménez, un espigado ala-pívot de 6 pies y 4 pulgadas de estatura, que cumplió buena actuación con promedio por partido de 10.2 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y un robo de balón.

Otro jugador con gran futuro es el armador Guillermo Navarro, quien con sus 5.8 pies de estatura jugó 30.3 minutos por partido, la mayor presencia en cancha por los panameños.

Navarro cerró el torneo centroamericano con promedios por partido de 13.7 puntos, 6.7 rebotes, 3.3 asistencias y 4 robos, un apartado importante a la defensiva.

Debe destacarse además trabajos individuales como el del base Carlos Pascual (5.6 pies de estatura; 23.2 minutos en cancha, 5.7 puntos, 3.7 rebotes y 3 asistencias por partido); Mariano Anderson, alero de 1.90 metros (6.3 pies de estatura; 6 rebotes, 2.7 asistencias y 4.7 puntos por partido).

LA RAMA FEMENINA

Pese a no obtener medallas, ni una clasificación al Centrobásquet de la rama femenina, el equipo panameño dejó ver un grupo de jovencitas con potencial para crecer, necesitando que se mantenga un seguimiento de parte de la Federación Panameña de Baloncesto (Fepaba) para ver su progreso y desarrollo deportivo.

Panamá no ha tenido un equipo femenino consolidado desde que ganó el Centroamericano en el 2010, allí se perdió el seguimiento, quedando huérfano de jugadoras para el seleccionado nacional.

Hay que mencionar a jugadoras como Hermoine Hicks, de 14 años, Valeria Batista de apenas 12 años y estatura de 5.9 pies, Ana Lucía De León, de solo 13 años y estatura de 5.11 pies; junto con Jazmín Garibaldi, de 5.7 pies de estatura, además de otras buenas jugadoras, constituyen una base sobre la cual se debe trabajar con ahínco.

‘Lo que tenemos en este momento es una serie de jugadores muy interesante en ambas ramas; nuestros jugadores en estas categorías inferiores vienen con buena formación. Mantendremos en seguimiento, pues con estos jugadores, entre cinco y ocho años, tendremos una gran selección mayor', apuntó el presidente de la Federación Panameña de Baloncesto, Jair Peralta, quien confía en tener un grupo para trabajar de cara al futuro.

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