La paciencia le hizo bien al panameño Rubén Tejada

Rubén Tejada juega con alegría y casi se diría que con algo de despreocupación.

Eso no sucedía hace dos meses aproximadamente, cuando se rumoró con insistencia sobre un cambio hacia otro equipo.

El panameño, campo corto de los Mets de Nueva York, recibió una especie de terapia intensiva; algo que se llama en el deporte ‘terapia de shock’.

Prácticas de bateo más allá de las usuales, reuniones con expertos en técnicas de bateo, y la traída de una competencia para su posición hicieron efecto.

Tejada gozó de un momento muy especial el lunes último, cuando con un imparable en el undécimo episodio remolcó la carrera del triunfo para su equipo.

‘Su problema no ha sido con el guante, sino con el bate; me gusta verle ahora porque es un gran pelotero’, señaló el mánager de los Mets de Nueva York, Terry Collins.

El 9 de mayo, su promedio ofensivo estaba en .181. Tenía seis partidos seguidos sin batear imparables. Sus actuaciones eran demasiado fluctuantes, y la traída de los campo cortos Wilmer Flores y Wilfredo Tovar presagiaban un cambio para el panameño.

La paciencia con el panameño está rindiendo sus frutos, dos meses después de los altibajos.

‘Estoy siendo más selectivo con los lanzamientos’, apuntó Tejada luego de que su estacazo permitiera el triunfo 4-3 sobre los Bravos de Atlanta.

Otro pelotero que le ha dado consejos al panameño es el venezolano Bobby Abreu, considerado un bateador sumamente competente.

‘Es un chico que atiende, se aplica y quiere aprender; lo está haciendo porque quiere ser mejor cada día’, destacó Abreu.

Rubén Tejada ha vuelto a ser aquel pelotero en el que los Mets de Nueva York confiaron para reemplazar a José Reyes cuando fue enviado a Toronto.