Los lanzadores, claves en las conquistas de los cuatro títulos de Bocas del Toro

La labor de los lanzadores en cada una de las temporadas en que levantaron el preciado trofeo, no solamente fue relevante sino fundamental

Los títulos que Bocas del Toro ha logrado en los ochenta y dos años de los campeonatos nacionales de béisbol mayor, ha sido gracias a un trabajo en equipo, pero principalmente a su cuerpo de serpentineros.

En efecto, desde que los bocatoreños se pusieron en la lista de campeones de la máxima categoría, a partir del torneo de 1961 en Santiago, de Veraguas, siempre han tenido como protagonistas a su cuerpo de lanzadores.

Hay que reconocer que el resto de la novena también contribuyó en cada una de sus coronaciones (1961, 2012, 2014 y 2025), y que las mismas no hubieran sido posible sin ellos.

En cada una de ellas destacaron nombres que, ya sea ofensiva o defensivamente, hicieron posible el destaque de la representación bocatoreña como, por ejemplo, Leonardo Quintero, Harry Hewitt y Benjamín Wood, en 1961.

Asimismo, José Macías, Adolfo Rivera, Valentino Arce, Edward Toló y Sergio Araúz, en 2012; Luis Ponce, Max Ayarza, Marlon Meza y Shaydron Buckridge, en 2014; y Abraham Rodríguez, Joshwan Wright, Héctor Rayo, Carlos Sánchez y Gerald Chin, entre otros, en 2025.

Sin embargo, la labor de los lanzadores en cada una de las temporadas en que levantaron el preciado trofeo, no solamente fue relevante sino fundamental.

En esta ocasión, vamos a detallar el trabajo realizado por los serpentineros, que destacaron en cada una de los títulos obtenidos, buscando darles el reconocimiento que se merecen.

Primer título

El primer título que se obtuvo fue el de 1961, cuando realmente Bocas del Toro no era de los favoritos sino los sempiternos ganadores de Colón y Panamá, pero se dieron una serie de factores que cambiaron la historia.

Recordemos que los primeros treinta torneos realizados aproximadamente, se jugaban en una sola sede, a una sola vuelta y con los nueve o diez equipos, incluyendo a San Blas, que se presentaran.

Los reglamentos eran muy incipientes y, podría afirmarse que, adaptados al momento, por lo que los partidos estaban previstos para efectuarse en horas de la mañana o de la tarde, y el que fuera suspendido, se realizaría si fuera necesario.

Esta última situación jugó en contra de las novenas favoritas, y trajo como resultado la ‘inesperada’ coronación de un nuevo actor, Bocas del Toro.

Un factor primordial fue el lanzador derecho Juan Planes, quien obtuvo cuatro (4-0) de los ocho triunfos bocatoreños, incluyendo el que les dio el título, y por ello fue nombrado el jugador más valioso del campeonato.

Ese año se registraron varias hazañas individuales, una de ellas fue la de los quince abanicados de Planes sobre Coclé (9x1), que se constituyó en la primera victoria tortuguera.

Otros dos triunfos importantes de Planes fueron, primero, frente a Colón (5x4), que sacó de carrera a uno de los favoritos, y después ante Los Santos (7x0), que no solo fue el último del calendario sino el que significó el título.

“La crónica de ese último encuentro detalla que Planes se quejó de dolores en el codo de su brazo de lanzar días antes, pero se mostró impecable la tarde de la obtención del título”, destaca el libro de mi autoría, ‘Los Nacionales de Béisbol y sus 80 años de historia (1944-2013)’.

“El serpentinero bocatoreño estuvo lanzando un partido sin imparables hasta el sexto capítulo, cuando llegaron los incogibles de Castro y Quintero después de uno afuera, amenazando con quebrarle la blanqueada”, se detalla más adelante.

Segundo galardón

Mucha agua debió correr por debajo del puente para que los bocatoreños volvieran a ver un título en la pelota nacional. El mismo fue obtenido en 2012, luego de doblegar en la fase final a la representación de Panamá Metro.

El galardón se obtuvo en siete partidos, donde la clave sin duda para los flamantes campeones fue su cuerpo de serpentinas, destacando entre ellos, Miguel Gómez, Luis Machuca y Euclides Bethancourt.

“Los lanzadores Gómez y Behtancourt fueron llevados hasta el extremo de sus capacidades, al ser utilizados en cinco de los siete partidos en la serie ante los capitalinos en 2012”, destaca la obra sobre los nacionales.

“Gómez trabajó en los partidos uno, dos, cuatro, cinco y siete, en tanto que Bethancourt lo hizo en los compromisos uno, dos, tres, cinco y siete”, siguió más adelante.

En ese 2012, Bethancourt, además, ganó dos de los cuatro partidos de la última etapa, mientras que Luis Machuca y Rando Bierd se repartieron los otros dos.

Tercer galardón

Dos años después llegó el tercer galardón y, una vez más, de la mano de los serpentineros Machuca, Gómez, Bethacourt y se les agregó, José Gaitán.

Bocas entró en su quinta final consecutiva, tras dejar en semifinales al equipo de Colón en cinco encuentros, y enfrentó a la tropa chiricana, con la que había disputado el título en 2013, en una última serie de siete partidos.

En esta temporada, Miguel Gómez fue utilizado mayormente como abridor y de esta forma se llevó dos triunfos en la serie final, y un tercero al entrar como relevo.

La otra victoria fue para Luis Machuca, quien tiró toda la distancia en el último compromiso con tan solo dos días de descanso, en tanto que Gaitán trabajó en cinco partidos de la final como relevo, y Bethacourt lo hizo en seis.

Tanto en un año como en el otro, se muestra la labor en extremis de estos muchachos, eso sin mencionar lo que hicieron en las series anteriores.

Cuarta corona

Para la temporada de 2025 se suman otros actores que destacan en el cuerpo monticular que, si bien pudieron actuar en los años anteriores, no estuvieron en las otras coronaciones.

En esa línea, se unen al veterano Luis Machuca, los abridores Pedro Torres y Julio Denis y el relevista Alberto Guerrero.

La destacada labor de Machuca (6-0) se vio reflejada principalmente en las primeras series, aunque una lesión en una de sus piernas no le impidió ganar un partido de la final.

Los otros tres fueron ganados por Torres (2) y Denis, quien entró en labor de relevo en el sexto partido de la final y se llevó el triunfo, mientras Guerrero se acreditaba uno de los tres partidos salvados de esa etapa.

El otro partido salvado de la serie final fue para el veterano Gustavo Gómez, quien anunció su retiro al concluir la temporada.

Gómez fue el campeón lanzador (5-0) y escogido el más valioso en 2016.

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