Luis Suárez, un goleador implacable y polémico

Actualizado
  • 04/04/2014 00:13
Creado
  • 04/04/2014 00:13
Fue elegido por los hinchas ingleses como el mejor jugador de su liga en la temporada de 2013. 

Tan polémico como letal para sus rivales, Luis Suárez es la máxima estrella de Uruguay. Suárez descolló en el pasado Mundial, en el que convirtió tres goles y llevó a Uruguay a estar en el lote de semifinalistas. Una acción suya en Sudáfrica 2010 produjo uno de los momentos inolvidables del torneo.

En los últimos instantes del partido de cuartos de final contra Ghana, manoteó sobre la raya un cabezazo de Dominic Adiyiah que tenía dirección el fondo de las redes. Suárez fue expulsado, pero Asamoah Gyan desperdició el penal y Uruguay acabó imponiéndose en una tanda desde los 12 pasos. ¿Villano o héroe? Así se ha hablado de Suárez desde entonces. Desde 2010 a la fecha, la figura de Suárez se ha agrandado con sus excelsas actuaciones, luego de incorporarse al Liverpool inglés. Pero también ha acentuado sus facetas más polémicas.

Hoy nadie duda que es uno de los mejores jugadores del mundo. Es el máximo goleador de la actual temporada de la Liga Premier y por amplio margen. También lidera en asistencias de gol a sus compañeros de Liverpool, una nueva faceta que ha sacado a relucir Suárez, siempre obsesionado por mejorar su rendimiento. ``Actualmente él es el mejor jugador en el mundo'', proclamó Steven Gerrard, capitán de la selección de Inglaterra y compañero de Suárez en Liverpool. ``Él es con certeza el mejor atacante. Lo ha probado con su promedio de goles por minuto''.

Sin embargo, su lado polémico también ha crecido desde la atajada contra Ghana. En octubre de 2011, el francés Patrice Evra lo denunció por llamarlo ``negro'' en un duelo ante Manchester United y lo acusó de racista. Suárez no admitió su culpabilidad y fue apoyado por su club y hasta por el presidente uruguayo José Mujica, quien dijo que Suárez es un ``pibe maravilloso''. ``Sabemos claramente que no es racista, no lo ha sido nunca y no lo será nunca'', aseguró Mujica.

De todos modos, la federación inglesa lo suspendió por ocho fechas. Cuando los ecos de esa acusación todavía no se habían aplacado, en 2013 Suárez mordió al serbio Branislav Ivanovic en un partido ante Chelsea y desató otra ola de reprobación en su contra. El primer ministro británico David Cameron dijo que Suárez daba ``el más vergonzoso ejemplo''. Pero el goleador esta vez sí admitió su error, pidió perdón en una declaración pública y dijo que se enfocaría en su carrera. Volvió a las canchas con renovados bríos y muchos goles. Suárez reivindicó la atajada contra Ghana cuando Uruguay enfrentó en marzo a Austria en la ciudad de Klagenfurt: ``Me quedo con la sensación de haber ayudado a mi equipo. Evité un gol. Y creo que peor es evitar un gol y lesionar a un rival, lesionar grave, y que te expulsen por eso.

Al evitar un gol con la mano creo que no hice maldad ninguna'', expresó. Nacido hace 27 años en un hogar pobre en Salto, 500 kilómetros al norte de la capital uruguaya, Suárez se inició en el club Urreta en ligas infantiles. Hincha fanático de Nacional, uno de los dos grandes de Uruguay, comenzó allí su carrera profesional y en la temporada 2005-06 se consagró campeón de la liga local. En 2007 aceptó una oferta del club Groningen para emigrar al fútbol de Holanda, impulsado por su deseo de triunfar y de estar cerca de Sofía Balbi, su novia, cuya familia había emigrado a Europa en busca de mejores oportunidades económicas.

Cada vez que ``el Pistolero'' hace un gol, hace el número tres con sus dedos, un signo de amor a Sofía, con quien se casó en 2009, y sus dos hijos, Delfina y Benjamín. Del Groningen pasó al año siguiente al Ajax, donde se destacó por sus goles -que le valieron poder ser transferido a la liga inglesa- y donde también mordió a un rival. Con la selección uruguaya ganó la Copa América 2011 y fue elegido el mejor jugador del torneo disputado en Argentina. Suárez dice que aprendió de sus errores, y que tomó en cuenta las críticas y exhortaciones que en ese sentido le hicieron el técnico de Liverpool Brendan Rodgers y Sofía.

Dice estar más concentrado en su juego y lo demuestra cada vez que Liverpool sale a la cancha. Miles de uruguayos siguen por televisión la liga inglesa solo para verlo jugar. Ha dicho que sueña con lo que puede pasar en Brasil. ``Es una ilusión'', afirmó. ``Uno no para de soñar, de imaginarse cosas que pueden pasar en un Mundial''.

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