Mantener el vuelo el 27 de enero

Actualizado
  • 24/11/2021 00:00
Creado
  • 24/11/2021 00:00
Panamá culminó el octogonal posicionándose como candidata seria en sus aspiraciones mundialistas. El próximo año debe superar el período de 'turbulencia extrema' del último tramo hacia Catar 2022
Cuatro victorias, dos empates y dos derrotas ubican a Panamá en una posición competitiva en Concacaf.

En la repleta tribuna preferencial superior oeste del Rommel Fernández, durante el medio tiempo del encuentro ante El Salvador del pasado 16 de noviembre, dos aficionados intercambiaban impresiones. Uno se quejaba de la larga fila que había tenido que hacer para lograr acceder a los baños, mientras el otro rechazaba el ofrecimiento de una cerveza valorando su posición abstemia como una “decisión sensata” tomada debido a que en el anterior juego, precisamente por estar esperando en dicha “fila”, se había perdido ver en directo el gol de Panamá. Algo que no volvería a permitirse, menos cuando el gol canalero estaba pronto a llegar.

Había un convencimiento pleno entre los aficionados panameños de que se iba a revertir el marcador desfavorable, como pocas veces se ha sentido en el Rommel. La afición no quiso siquiera darse tiempo a reprocharle al equipo el “error infantil” que cometió a los 16 segundos en la anotación que recibió, sino que continuó empujando con vehemencia positiva hasta que la victoria fue un objetivo realizado.

En una noche de ilusión para recordar, con la victoria 2-1 sobre El Salvador, se cerraba el calendario correspondiente del octogonal sumando los añorados seis puntos que se disputaron en esta última ventana clasificatoria de 2021.

En el fútbol los resultados favorables frescos suelen fortalecer de inmediato los lazos entre seguidores y equipo; el efecto de la remontada cinco días antes frente a Honduras para superarla 3-2, dejaba su impronta igualmente con los salvadoreños.

2021 pasará como un año para recordar en el crecimiento deportivo de la selección.

Aunque tampoco hay que olvidar la volatilidad con la que también se quiebran estos lazos cuando la derrota asoma su cara, por ello no hay que quedarse después del reposo solo con la alegría, eludiendo la lupa de la autocrítica.

Es de resaltar el hecho que durante dos partidos seguidos se tuvo la capacidad de reaccionar y darle vuelta a los resultados parciales, ¡aplausos! Tampoco se debería obviar que ello refleja igualmente una falencia al percibirse que eres fácilmente y prontamente vulnerable en tu esquema defensivo.

En los partidos que restan, los rivales tomarán mayores recaudos para no permitir que acontezca lo mismo, si Panamá les permite que tomen ventaja de antemano. Además, el estar abajo en el marcador implica un mayor desgaste físico y emocional, entre otros aspectos porque altera el plan inicial preparado, convirtiendo en prioritario el buscar la paridad, y posteriormente redoblar esfuerzos para procurar adelantarte en el resultado.

Esto te expone a dejar tras de tu última línea un amplio territorio libre, entre portero y defensores, que facilita el espacio a las espaldas para la movilidad del rival en el contraataque, entre otros aspectos.

La comunión entre afición y equipo ha sido esencial en los resultados alcanzados en casa.
Comenzó con ellos, continúa contra los ticos

A 64 días de entrar en la recta final, dos últimas ventanas eliminatorias cada una de tres fechas (del 27, 30 de enero y 2 de febrero, y del 24, 27 y 30 marzo), el calendario marca que se abra 2021 ante la Selección de Costa Rica en San José, en un partido para los ticos con ribetes de máxima exigencia y alto riesgo.

Una victoria los enfila en la ruta, aumentando en su tanque de oxígeno la recarga recibida con los tres puntos obtenidos in extremis (93') ante Honduras con el favorable 2-1, cuando el telón estaba dando por concluido el encuentro y el estadio coreaba al unísono la petición de despido del técnico.

Un empate les mantendría alejados del cuarto puesto con los mismos 5 puntos que le separan hoy de Panamá con acceso al repechaje. Una derrota detona y profundiza la crisis de resultados, haciendo casi insostenible la continuidad del entrenador colombiano Luis Fernando Suárez. Afrontarán el compromiso sin el margen de maniobra con el que llega Panamá al duelo.

Será, aparte de un partido complicado, un desafío interesante para la oncena panameña pues fue precisamente ante los ticos que se dio el punto de inflexión de la propuesta futbolista de Panamá, exponiendo un juego colectivo ya maduro, de presión, intensidad y protagonismo. Ese 2 de septiembre, la Costa Rica de Luis Fernando Suárez salió ilesa 0-0 del Rommel Fernández, con más de una pizca de suerte a su favor.

Mantener el vuelo el 27 de enero

A lo anterior se suma el detalle estadístico de que, contra Costa Rica, Thomas Christiansen obtuvo dos de los resultados más sobresalientes en los partidos amistosos que ha realizado en su ciclo, al vencer consecutivamente por 1-0 a los costarricenses en su territorio.

El arranque eliminatorio en San José no admite apoyarse en el papel de la estadística reciente. Es un encuentro con condicionantes y características diferentes al que no debe dársele respiro en su preparación, aunque 64 días parezcan un tiempo lejano; también es un tiempo “tramposo” con las distracciones, tentaciones alimentarias e interrupciones del día a día en la preparación, en esta época de convivencia, de reuniones familiares navideñas, de fin y comienzo de otro año.

Jamaica y México, el uno y el otro

Y tres días después, el 30 de enero, se recibirá en el único partido que se jugará en casa durante esta ventana clasificatoria, a Jamaica. A los Reggae Boyz se les venció el 5 de septiembre en Kingston por 3-0, en la que fue la primera victoria en el octogonal. Apareció el gol con Andrés Andrade, pero sobre todo la cuota goleadora de Blackburn y Waterman. Fueron tres puntos de oro.

Aquella Jamaica titubeante que dio muestras de relegarse pronto al último puesto y asumir un adiós tempranero en cuanto a sus posibilidades eliminatorias, hoy en el sexto lugar con 7 puntos, ha dado muestras de una pujante recuperación después de encadenar dos empates en casa 0-0 ante Canadá y 1-1 con Estados Unidos, pero también complicando como visitante venciendo 2-0 a Honduras y empatando 1-1 contra El Salvador, en el Cuscatlán. Es un equipo con mayor potencia, velocidad y algunos jugadores de renombre que no jugaron contra Panamá.

En la última eliminatoria que se les enfrentó para Brasil 2014 y en la cual Panamá alcanzó a rozar el acceso al repechaje, el empate ante los jamaiquinos 0-0 en el Rommel Fernández le restó al conjunto posibilidades clasificatorias. Por lo mostrado hasta este año, Panamá tiene cualidades y posibilidades claras para evitar que sean de nuevo un escollo, sin demeritar su potencial.

La fecha final de esta ventana se cerrará contra México el 2 de febrero. Para entonces, los dos resultados anteriores de Panamá ante Costa Rica y Jamaica serán condicionantes para saber cómo enfrentar este partido. Si será con menos o más presión, dependerá igualmente de los otros resultados, porque estas dos últimas fechas que acaban de culminar alteraron drásticamente la tabla de posiciones. México abrió como el puntero y casi virtual clasificado, no obstante, al perder sus dos últimos partidos cayó a la tercera posición con los mismos puntos de Panamá (14), aunque con mejor diferencia de goles (+4 sobre +2 de los panameños) que lo mantiene por encima.

Contra México esta vez, de no cambiarse la sanción impuesta por la FIFA por el repetido grito homofóbico de sus seguidores, Panamá lo hará el 2 de febrero en el escenario mexicano que escojan, pero sin público en las graderías. Un detalle no determinante, aunque tampoco despreciable como visitante.

Para Panamá, mantener la altura alcanzada buscando superarla para entrar en zona de clasificación directa, está en el orden del día. Ante Costa Rica hay que convencerse de que el 23 de marzo se parte de cero, cuando el árbitro pite el comienzo del partido se debe olvidar que se está un escalón arriba en la tabla de posiciones. En San José se comienza el camino directo hacia Catar 2022, es fácil extraviarse, hay que evitarlo.

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