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- 03/12/2025 00:00
La celebración del sorteo del mundial, este viernes, promete depararnos tanto una jornada inédita como intensa en la que se romperán los formatos que se utilizaron desde la creación de la Copa Mundo en 1930.
Entre ellos, el iniciar realizando separadamente la conformación de los 12 grupos en el Centro John F. Kennedy para la Artes Escénicas en Washington D.C., y posteriormente con otra ceremonia aparte para establecer el calendario, la ciudad y el país, entre las coanfitriones, en el que quedarán programados los partidos. Particularmente hasta los dieciseisavos y octavos de final, porque después de esta fase la sede única será Estados Unidos hasta la final.
Con los rivales ya asignados y el calendario a la mano, para Panamá se concebirá un plan para superar con resultados positivos el puesto ocupado en el 2018 (última entre los 32 participantes), y se irá adquiriendo forma para ponerlo en marcha. Las expectativas son mayores que cuando se llegó a Rusia para recibir el bautizo, en una competición a la que se accedía por primera vez con una generación panameña sobresaliente, pero al final de su ciclo deportivo.
Aquella participación, que puso a Panamá en el mapa del fútbol mundial de selecciones, se hizo rompiendo todas las previsiones. Esta vez a la clasificación para 2026 se le esperaba como el colofón de una campaña meritoria en Concacaf, sostenida durante cuatro años en diferentes competiciones, aunque no dejó de moverse en un espacio aéreo con fuertes turbulencias hasta que aterrizó el pasado 18 de noviembre en el Rommel Fernández, al lograr la segunda presencia mundialista.
Esta es una selección a la que se le percibe que está aún en construcción, con margen de crecimiento, pero que aparte de lo que proyecta no hay que desbordarla en exigencias.
El torneo programado para el próximo verano norteamericano, entre el 11 de junio hasta el 19 de julio, tendrá una semana más de duración al extenderse de cuatro a cinco y ofrece la oportunidad de meterse a la siguiente fase clasificándose entre los mejores 8 terceros de los 12 grupos, una opción considerada teóricamente más alcanzable para los equipos como Panamá, que conforman los bombos 3 o 4 en el sorteo, que para las integrantes de los bombos 1 y 2 consideradas favoritas para ocupar los dos primeros puestos.
Como único representante en la próxima Copa Mundo por Centroamérica, las miradas le seguirán a Panamá para emitir con su rendimiento, un juicio sobre el nivel futbolístico de la región, una responsabilidad que no tenía en el 2018 al recaer sobre Costa Rica, protagonista histórico desde 1990 y el parámetro sobre el que regularmente se evalúa. Por ello, tiene significancia hacer un repaso antes del sorteo, de las participaciones de los países de la región cuando la representaron en el máximo evento del fútbol.
La Selección de El Salvador fue la primera en clasificar a un mundial por Centroamérica, lo hizo para la versión México 1970 que contemplaba 16 países participantes. El proceso clasificatorio cuscatleco lo guio y lo alcanzó el entrenador argentino Gregorio ‘Goyo’ Bundio. Sin embargo, para el torneo le destituyeron y nombraron al técnico chileno Hernán Carrasco Vivanco, quien les dirigió. Quedarían enmarcados en el Grupo 1. Perderían sus tres partidos 3-0 ante Bélgica, 4-0 frente a México y 2-0 contra la Unión Soviética. Se ubicarían en el último lugar (16) de la tabla de posiciones.
Repetirían presencia alcanzando su segunda clasificación hacia España 1982, un mundial ampliado a 24 selecciones. Dirigidos por un triunvirato de exfutbolistas: Mauricio Rodríguez, Salvador Mariona y José Castro, les correspondería formar parte del difícil Grupo 5 en el que quedó incluida Argentina que llegaba ostentando el título de campeón obtenido en 1978. Perderían 10-1 contra Hungría, 1-0 con Bélgica y 2-0 con Argentina. Volverían a ocupar el último casillero (24).
El segundo país en conseguir la clasificación al mundial sería Honduras, bajo la conducción de José de la Paz Herrera Uclés, popularmente conocido como ‘Chelato Uclés’; arribarían a España 1982. Allí conformarían el Grupo 5 dejando un grato recuerdo y una presentación elogiable, empatarían 1-1 contra el anfitrión España, luego repetirían el 1-1 con Irlanda del Norte y perderían 1-0 con Yugoslavia. Ocuparían el puesto 18 entre 24 participantes.
Dieciocho años después retornarían a la senda, llegando a su segundo mundial de la mano del técnico colombiano Reinaldo Rueda; clasificarían a Sudáfrica 2010. Les tocaría el Grupo H, perderían 1-0 ante Chile, 2-0 con España y empataría 0-0 contra Suiza. Quedarían en el puesto 30 entre 32 selecciones.
Cuatro años más tarde, Luis Fernando Suárez, otro entrenador colombiano, les clasificaría a Brasil 2014. Esta vez quedarían en el Grupo E, perderían sus tres partidos: 3-0 con Francia, 2-1 ante Ecuador y 3-0 frente a Suiza. Serían 31 en un torneo de 32 selecciones.
Y arribamos a Costa Rica la gran protagonista regional. Sus seis participaciones mundialistas, las últimas tres de forma consecutiva 2014, 2018 y 2022 dan crédito de su potencial. Les costó llegar a un mundial; una vez que lo hicieran, en Italia 1990, marcaron su presencia con un nivel que les otorgó reconocimiento inmediato. Bajo la batuta del entrenador yugoslavo Bora Milutinovic, les ubicaron en el Grupo C y en su primer partido mundialista vencieron 1-0 a Escocia, perderían el siguiente ajustadamente 0-1 frente a Brasil, para ganar el del cierre del grupo frente Suecia, 2-1. Clasificarían a octavos de final como segunda del grupo, cayendo en octavos contra Checoslovaquia 4-1. Quedarían decimoterceros entre veinticuatro selecciones.
Volverían a Corea/Japón 2002, dirigidos por Alexandre Guimarães. No desentonarían allí: vencieron 2-0 a China, empataron 1-1 con Turquía y fueron derrotados 5-2 por Brasil. No avanzarían a los octavos de final, a pesar de estar igualados en puntos con Turquía, al presentar estos una mejor diferencia de goles. De este grupo saldría a la postre el campeón mundial: Brasil, y el tercer lugar, Turquía. En la tabla general ocuparían el puesto 19 entre 32.
Con Alexandre Guimarães de nuevo; irían a Alemania 2006, en el Grupo A inaugurarían el mundial frente a Alemania, el anfitrión, cayendo 4-2. Perderían igualmente sus dos encuentros posteriores 3-0 con Ecuador y 2-1 frente a Polonia. Su posicionamiento más bajo 31 entre 32 participantes.
La cuarta presencia está grabada con letras de oro en la historia del fútbol costarricense. Ocurrió en Brasil 2014, quedaron designados en el Grupo D, llamado Grupo de la Muerte por estar conformado por tres selecciones campeonas mundiales: Italia, Uruguay e Inglaterra, a Costa Rica se le consideraba un comodín. Vencieron 3-1 a Uruguay, 1-0 a Italia y empataron 0-0 con Inglaterra. Pasaron como primeros del grupo a los octavos de final donde empataron 1-1 con Grecia eliminándoles en la tanda de penales 5-3. En cuartos de final empataría 0-0 con Países Bajos, esta vez la tanda de penales les daba la espalda, perderían 4-3. Gestionados por el entrenador colombiano Jorge Luis Pinto, se despedirían invictos de la Copa, octavos entre treinta y dos participantes.
En Rusia 2018 sumarían su quinta presencia mundialista con la conducción de Oscar Ramírez. Perderían 1-0 ante Serbia, 2-0 con Brasil y empatarían 2-2 con Suiza. Serían 28 entre 32. Su última incursión se daría en Catar 2022 conducidos por el técnico colombiano Luis Fernando Suárez, caerían 7-0 contra España, vencieron 1-0 a Japón y perdieron 4-2 ante Alemania. 27 entre las 32 competidoras.
Así que la mira de Panamá estará apuntando a despegarse del puesto ocupado en el 2018, un propósito que de alcanzarse podría superar a Honduras en sus tres presencias y El Salvador en sus dos participaciones, pero el historial de números de los ticos es muy exigente acreditándoles de referentes de la región.