La 'zona' Simeone

Actualizado
  • 19/12/2021 12:19
Creado
  • 19/12/2021 12:19
El conjunto del "Cholo" lleva solo ocho triunfos en los últimos 21 partidos entre todas las competiciones (diez en 23 en todo el curso).

Agrietado en su defensa, fuera del podio, desplazado de la carrera por la Liga ya sin matices, rebajado su objetivo a las plazas de la Liga de Campeones e inmerso como está el Atlético de Madrid en un tramo tan incierto, es el momento de Diego Simeone, que necesita rebuscar soluciones entre las preocupaciones que desprende su equipo, especialmente en su retaguardia, en los centros laterales y los balones parados, en la peor racha del técnico argentino desde su debut en el banquillo rojiblanco hace una década.

"Es un momento de dificultad, la responsabilidad es mía y lo vamos a sacar adelante, sin ninguna duda", expresó el entrenador, que jamás había encadenado tres derrotas en La Liga Santander en diez años en el Atlético. Como mucho habían sido dos consecutivas: 2-0 con el Levante y 1-4 con el Real Madrid en abril de 2012; 2-0 con la Real Sociedad y 0-3 con el Real Madrid en noviembre de 2016; y 1-0 con el Betis y 1-3 con el Real Madrid en febrero de 2019.

Pero tampoco antes había dispuesto de tantos recursos en su equipo con tan poca producción de puntos. Ni había sufrido tantas dudas ni tantos desvelos como surgen ahora, ya por el mes de diciembre y ya descartado de la pelea por la Liga, la misma que ganó la pasada campaña.

Son sólo ocho triunfos en los últimos 21 partidos entre todas las competiciones (diez en 23 en todo el curso). Y en la Liga ha sumado nada más 19 de los últimos 36 puntos. Ha perdido 17 en ese tramo. En toda la primera vuelta de la pasada campaña sólo cedió siete; en los 17 partidos que acumula ahora ha perdido 22 en total.

"No tengan la menor duda de que vamos a seguir trabajando para salir de este momento", proclamó Simeone, que insiste en los entrenamientos en el ajuste de unos mecanismos que hoy no funcionan, que aún no se han recompuesto por más que ha incidido en ello en las sesiones preparatorias en los últimos tiempos en la Ciudad Deportiva de Majadahonda. No suele dejar ningún detalle al azar. Ni en el más mínimo movimiento de su rival ni en la milimétrica ocupación de espacios de su equipo, hoy retratado por la realidad.

Es un colectivo cuyo fallo general comienza en la parte defensiva. El chivato suena y se enciende en esa zona. No se siente nada seguro su portero, Jan Oblak, ni el equipo, más vulnerable que nunca -ya son 27 goles en contra en 23 partidos oficiales esta campaña, la mitad de ellos con origen en algún error indudable individual-, con especial énfasis en la estrategia a balón parado y en los centros laterales.

Son dos quebraderos de cabeza para el cuerpo técnico y el conjunto rojiblanco, que divisa ambos problemas con suma inquietud, pendientes de una resolución y expuestos al daño repetitivo de su adversario en esas destrezas que antes manejaba con una soltura que causaba asombro en Europa.

CINCO GOLES EN CONTRA DE REMATES A CENTROS A BALÓN PARADO

El gol de Lucas Ocampos, el 2-1 definitivo para el Sevilla, por más que el segundo tiempo del Atlético de Madrid prometía por fútbol, ambición y ocasiones otra cosa bien diferente, hurgó en ese factor tan crítico en la actualidad para el Atlético, que ha recibido seis dianas en jugadas con origen en el balón parado: dos de saques de esquina con cabezazo directo, una de un córner con dos remates -este sábado ante el Sevilla-, dos de sendos testarazos de faltas centradas al área y una de un lanzamiento directo de Alexander Isak. A la vez ha encajado otros seis de centros laterales o diagonales para un remate posterior que terminó en gol.

"Es falta de atención. No es la primera vez que lo sufrimos. Es trabajar. Porque sabemos que no es fácil. Después de empatar un partido que estábamos perdiendo tenemos que estar atentos al balón parado, a los centros laterales...", lamentó Felipe Monteiro en declaraciones a 'Movistar al término del enésimo tropiezo.

No se soluciona sólo con trabajo. Al menos, por ahora. En los entrenamientos de esta temporada, Simeone ha incidido en ese aspecto. Más allá de cada partido que exige un estudio individualizado y especificado por el tipo de encuentro o de rival, el preparador ha practicado con sus futbolistas los despejes, la anticipación, las coberturas, los movimientos, la presión defensiva, cómo desenvolverse ante un centro, donde situarse cada uno...

Necesita Simeone también relanzar a sus defensas. No están en su mejor momento ni Savic, imponente el pasado curso, ahora lesionado, ni Giménez, fuera de los cuatro choques más recientes por una contractura. Menos aún Felipe Monteiro, más reconocible esta campaña como rematador de cabeza que como defensor rotundo, o Mario Hermoso, perdedor en muchos de sus duelos con los delanteros contrarios. Y Geoffrey Kondogbia ha sido un recurso de urgencia que ha cumplido en el centro de la defensa.

La reaparición de Kieran Trippier, por lo que supondrá para adelantar la posición de Marcos Llorente -ahora lesionado, tras sufrir un tirón en los isquiotibiales en el primer tiempo de este sábado frente al Sevilla-, es prometedora para el Atlético por la banda derecha. Por la izquierda, Yannick Carrasco creció de nuevo ante el conjunto andaluz. Es el elegido para ese perfil cuando juega de cinco. No hay confianza para Renan Lodi, irreconocible comparativamente con el que llegó al conjunto rojiblanco hace ya dos años y medio.

OBLAK, IMBATIDO NADA MÁS EN 3 DE SUS ÚLTIMOS 17 PARTIDOS

Salvo contadas excepciones en este ejercicio, el Atlético vive expuesto al error individual o colectivo. A un desajuste. A un detalle. A un mal despeje. Tampoco es una cuestión del 'traje' táctico con el que se vista el equipo sobre el campo, dentro la elasticidad -que a veces parece indefinición- sobre la que se desarrolla este curso el equipo rojiblanco. Ni con cuatro ni con cinco ha rendido el conjunto madrileño en su defensa. Hay un dato que sentencia el momento atrás del equipo: ha sostenido su portería a cero nada más en tres de sus 17 partidos más recientes. Antes era una norma, ahora es nada más una excepción.

"Siempre hablo de la realidad. Es un momento de dificultad, en el que los resultados no nos están acompañando. Tengo la misma ilusión del primer día que llegué (su primer entrenamiento con el Atlético fue el 29 de diciembre de 2011). Tengo la tranquilidad absoluta de confiar en la plantilla. Sé que hay que trabajar, sé que hay que recuperar gente y, sobre todo, la confianza. Y esa confianza se recupera a partir de que las cosas se vayan encaminando en los próximos partidos. Tranquilidad, mirar dónde podemos mejorar y confiar absolutamente en la plantilla que tenemos", analizó el entrenador argentino, cuyo equipo jugará antes de fin de año con el Granada. Después, el 2 de enero, aguarda el Rayo en el Wanda Metropolitano.

No ha pasado ni medio año desde que se proclamó campeón de la Liga, el pasado 22 de mayo, tan fiable como se movía por el campeonato, tan resistente cuando le perseguían el Real Madrid y el Barcelona y tan irreconocible ahora, quizá no tanto en Sevilla, donde su segundo tiempo lo hizo acreedor de al menos algún punto, sino en el recorrido que sigue desde el pasado mes de agosto, con tantos vaivenes como decepciones, clasificado a última hora para octavos de la Liga de Campeones en Oporto y en declive en el campeonato.

EL ENFADO (Y LA PEOR RACHA) DE SUÁREZ EN EL ATLÉTICO

Pero no es tampoco sólo una cuestión defensiva. El Atlético no presiona como siempre, ni con tanta intensidad, ni transita de medio campo hacia adelante con la velocidad que mejor le viene ni, sobre todo, golpea con tanta rotundidad en su ataque ni tampoco habilita a su mejor activo goleador en el lugar donde es más concluyente: dentro del área.

La dependencia de Luis Suárez la pasada temporada fue innegable. Él ganó partidos que no ganaba el Atlético. Ahora, el '9' uruguayo encadena cinco jornadas sin gol en la Liga. No marca desde el 3-3 contra el Valencia en Mestalla. Es su peor racha como rojiblanco. Su incidencia decrece y eso tiene un efecto indudable en la depresión actual del conjunto madrileño, del que el charrúa es su mejor goleador del curso, con ocho tantos.

Su enfado por el cambio en Sevilla, cuando se marchó maldiciendo en su recorrido hacia el banquillo, cuando visibilizó su disconformidad con la decisión de Diego Simeone, escenifica también su frustración y su actual momento, sin la transcendencia que tuvo en el pasado, con la competencia apreciable de Matheus Cunha y sin el gol que tanto dimensiona a delanteros tan ambiciosos como él.

El Atlético conectó 15 remates, nueve más que el Sevilla, para un solo gol, según las estadísticas oficiales de la Liga. Nueve propuso ante el Real Madrid, una jornada antes, y catorce frente al Mallorca, según la misma fuente. En las tres derrotas que encadena ahora, tiró 38 veces sobre la portería contraria, bien entre los tres palos o bien fuera, para marcar nada más dos goles. Uno de Matheus Cunha, al Mallorca; otro de Felipe Monteiro, al Sevilla, en un saque de esquina. Igual que llegó el 0-1 en Oporto en la Liga de Campeones.

"Si estamos perdiendo partidos es porque algo no está bien. Hay que cambiar algo, trabajar y mejorar lo que estamos haciendo mal y seguir con las cosas buenas", expuso Joao Félix, tan incontestable en el primer tramo de la campaña que hizo el Atlético en la pasada Liga y tan inconstante ahora, alejado del once -ha sido titular nada más en uno de sus seis encuentros disponible- y de su nivel más determinante, muy distante de todo lo que debe ser también para su equipo, más aún con la baja que padece de Antoine Griezmann.

El Atlético campeón pegaba en ataque con mucha más fiereza. Era mucho más resolutivo. Es otro camino por reencontrar. Entonces, cuando se jugaba la Liga, ya en el esprint final, el técnico publicitó aquel término de la 'zona Suárez'. Era "un momento ideal para que un futbolista como él encuentre y pueda resolver situaciones del juego que el equipo va a necesitar, porque está acostumbrado a estos partidos y porque tiene la jerarquía de poder hacerlo", dijo entonces el entrenador.

Ahora es la 'zona' Simeone. Su equipo necesita soluciones de inmediato para resolver la dificultad que lo reduce a la quinta posición. "Aquel que no sienta la fuerza y energía para estar en este momento que avise. Hace diez años que estamos acá, siempre cuando empezamos el camino en el Atlético de Madrid solíamos estar a diez, doce puntos en la primera vuelta, lejos del primero. Desgraciadamente, en este momento estamos en esta situación. Estoy convencido de que hay que buscar y encontrar la confianza, la seguridad y la contundencia para que después las cosas rueden naturalmente", expresó el entrenador, mientras el tiempo se agota. La Liga es imposible... Quedan la Copa del Rey, la Supercopa de España y, sobre todo, la Champions. La clasificación para ella, indispensable desde cualquier perspectiva, y la competición en sí. Son los 'nuevos' desafíos.

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