La gran muralla del arco de Brasil

PANAMÁ. Desde su debut profesional en el fútbol con el Flamengo en 1998, Julio César no ha recibido más que elogios por parte de compañe...

PANAMÁ. Desde su debut profesional en el fútbol con el Flamengo en 1998, Julio César no ha recibido más que elogios por parte de compañeros, técnicos y aficionados.

Sus rápidos reflejos y seguridad en cada remate y en enfrentamientos mano a mano, hicieron del brasileño uno de los mejores porteros en su país, luego de ganar cuatro veces el Campeonato Carioca.

Su brillante y sobresaliente actuación con el Flamengo llevaron a que en el 2004 fuera convocado para disputar la Copa América, donde fue fundamental para que Brasil se quede con el certamen.

Julio César jugó los seis partidos de la copa como titular, y en la final ante el poderoso Argentina, que se decidió desde el punto de penal, éste atajo el primero de la serie para que la “verdeamarelha” termine ganando por 4-2.

Su gran papel en el certamen continental llevó a que el Inter de Milan se interesara en el portero, pero por las reglas de la Serie A en cuanto a la cantidad de jugadores extranjeros en la plantilla, tuvo que jugar media temporada para el Chievo Verona en el 2005, donde no vio acción.

Desde su arribo al Inter de Milan, Julio César inmediatamente se convirtió en una pieza fundamental del equipo gracias a su solvencia en el arco.

Las buenas temporadas en Italia tuvo su recompensa con su selección, ya que en el 2007 finalmente se consagró como el primer portero de Brasil por delante de Doni.

Actualmente atraviesa un gran momento con su club, con el que pelea por la Liga de Campeones, en parte por sus atajadas en juegos claves, y en Sudáfrica jugará su primer Mundial.

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