¿Cuándo podemos tirar la toalla?

Actualizado
  • 23/09/2008 02:00
Creado
  • 23/09/2008 02:00
Ahora bien, la pregunta surge. ¿Cuando sé que me he quedado sin dinero suficiente? La respuesta no es tan fácil. Si las entradas de dine...

Ahora bien, la pregunta surge. ¿Cuando sé que me he quedado sin dinero suficiente? La respuesta no es tan fácil. Si las entradas de dinero no alcanzan para cubrir los gastos recurrentes es obvio que tendremos una falta de efectivo, pero eso no significa que cuando nos pasa la primera vez debemos cerrar el negocio.

Tres son las alternativas a evaluar para mantener nuestro negocio a flote: Capitalización, Aumento de ventas y Reducción de costos. La primera como su nombre lo dice es buscar capital adicional para sobreponer nuestro flujo de caja negativo. Debemos considerar, sin embargo, que es un caso difícil de vender si no es obvio que si existe un mercado para nuestra empresa, en otras palabras, si las ventas vienen en declive, quizás no pueda obtener inversionistas interesados.

La reducción de costos es quizás la manera más rápida de resolver problemas de flujo de caja a corto plazo. Aun así, la reducción de personal quizás no es la mejor, dado que puede que no tenga lo necesario para cubrir las indemnizaciones. Lo mejor es buscar eficiencias que le permitan reducir gastos administrativos. La renegociación de ciertas deudas o alargamiento de pagos con los proveedores también pueden ayudarle.

Si sus ventas han venido en declive o no han sido lo que usted pronosticó, la pregunta es si esta tendencia se mantendrá o cambiará a corto plazo. Si usted no tiene evidencia de que en los siguientes tres a seis meses, su empresa puede retomar un nivel de ventas que le permita cubrir sus gastos sin la necesidad de capitalización, entonces no tiene remedio que implementar una reducción de gastos inmediata. Esta lo más probable le ayude a reducir la cantidad de flujo negativo que genera, pero en ocasiones no es suficiente.

Al final, la capitalización puede ser algo inminente. Y no tiene mucho tiempo, a menos que ocurra un milagro, si esta no se concreta a corto plazo, lo más probable es que tendrá que cerrar el negocio.

Lo más importante es estar siempre preparado y nunca quedarse sin reservas. Recuerde que aunque usted tenga que cerrar su empresa, siempre quedan obligaciones que cumplir, sobre todo las relacionadas con su personal.

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