Panamá, ¿víctima de la trampa del ingreso medio?

Actualizado
  • 26/01/2014 01:00
Creado
  • 26/01/2014 01:00
PANAMÁ. Diversos estudios destacan el éxito que en tan sólo 20 años han tenido algunos países (principalmente asiáticos) lo cuales han t...

PANAMÁ. Diversos estudios destacan el éxito que en tan sólo 20 años han tenido algunos países (principalmente asiáticos) lo cuales han transitado de un nivel de subdesarrollo (similar al que presentan hoy muchos países de Latinoamérica) a estadios más avanzados económicamente.

Este artículo aborda cuáles son los factores que han incidido en esa exitosa transición y, a la luz de dichas experiencias, evalúa la viabilidad de que Panamá también pueda lograr este objetivo.

Los especialistas han definido ‘Trampa del Ingreso Medio’ como un mal que afecta a determinados países que no logran superar un cierto umbral o nivel de crecimiento en virtud de que no alcanzan tasas sostenidas de 5% promedio mínimo de expansión de su producto interno bruto (PIB). Es decir, la imposibilidad de lograr avances es producto de la falta de consistencia o sostenibilidad de su crecimiento promedio lo cual condena al país a quedarse indefinidamente en un rango de ingresos bajos o medianos.

En el caso específico de Panamá el país ha logrado durante el 2003-2012 una tasa aproximada de crecimiento de su PIB de entre 8% a 10 % en términos reales. De acuerdo con proyecciones oficiales se estima que, en el peor de los casos, Panamá podría crecer en promedio entre 6.5 % y 7.5% en lo que respecta al venidero quinquenio.

Dada esta dinámica, la primera reacción seria afirmar que en efecto Panamá estaría en vías de convertirse en una economía avanzada. Desafortunadamente un análisis más detallado de la experiencia de otros países, y de la realidad del país, concita dudas sobre la validez de esta aseveración.

El economista chileno Alejandro Foxley, Autor del libro ‘Trampa del Ingreso Medio’ sostiene que, además de crecimiento, deben cumplirse otras condiciones fundamentales para que los países logren salir de esta coyuntura. Por ejemplo requieren un continuo avance en materia de competitividad y de productividad aunado a un constante fortalecimiento de su educación, un mejoramiento en la distribución de su riqueza y la consolidación de su institucionalidad.

De suprema importancia resulta también la calidad de las decisiones políticas sobre todo de cara a proteger a los grupos más vulnerables. Según el autor, si bien no hay una definición consensuada en cuanto al señalado umbral de ingreso, se puede afirmar que estadísticamente a partir de los $ 22,000.00 de ingresos per cápita los respectivos países adquieren ciertos concomitantes o características de tipo social, político, institucional y económico que se pueden definir como propios de los países desarrollados.

En el caso particular de Panamá el país ha logrado entre el 2001 y 2012, casi una década, más de duplicar su PIB per capita, pasando de un nivel de $3,806 anuales a casi $9,489. Una lógica simple de proyección nos permite llegar a la conclusión de que aun cinco años más de crecimiento no serían suficientes para remontar ese umbral y que por consiguiente haría falta cuando menos un quinquenio adicional, o sea 10 años, de crecimiento que supere el 5% o 6 % anual.

Sin embargo, como se puede columbrar del presente artículo, este no es el único escollo. También lo son los señalados por el citado autor en materia de educación, fortalecimiento de la institucionalidad y la gobernabilidad, elementos estos los cuales, según diversos índices de medición de la competitividad como el que elabora el Foro Económico Mundial (FEM), constituyen precisamente los principales rezagos y retos de Panamá.

De allí que indudablemente el crecimiento y la estabilidad macro económica del que goza el país, y seguirá seguramente gozando, constituyen condiciones necesarias mas no suficientes para romper el lastre de la Trampa del Ingreso Medio.

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