Reino Unido buscará salir de la UE con el mismo acuerdo del TLC en Guatemala

Actualizado
  • 09/03/2019 12:02
Creado
  • 09/03/2019 12:02
El Reino Unido debe esperara hasta que inicie el 2020 para plantear nuevos convenios como un país autónomo, por lo que apuesta a "entrar en un período de implementación" que lo mantenga como un "exmiembro" de la Unión Europea

Con una ligera sonrisa nerviosa, la embajadora del Reino Unido en Guatemala, Carolyn Davidson, admite que el tiempo es el peor enemigo del "brexit" (la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea), pues los pocos días que faltan para el 29 de marzo son "complicados" para el futuro de sus diversos tratados de libre comercio.

Con el objetivo de salir de la UE con las mismas condiciones bajo las que se encuentran en términos de acuerdos y negociaciones, el Reino Unido apuesta por "entrar en un período de implementación" que lo mantenga como un "exmiembro" de la Unión hasta que concluya el año e inicie el 2020 para entonces sí iniciar a plantear nuevos convenios como un país autónomo.

Sin embargo, existe la posibilidad, asiente Davidson, que el 29 de marzo salgan sin acuerdo. Nada. Es por eso que, sin capacidad de negociar -pues aún son parte de la UE- "estamos en conversaciones con Guatemala y los gobiernos de Centroamérica para asegurar que el libre comercio continúe tras la salida" y sea mediante un acuerdo uniforme, pero que debe ser avalado en cada país por separado.

En cualquiera de los escenarios, Davidson acepta en una entrevista con Acan-Efe que "el libre comercio entre Guatemala y Reino Unido se va a detener" durante un tiempo, mientras ambos países consiguen aprobar el nuevo acuerdo. Algo que será "lento" en el país centroamericano debido a la poca celeridad de su Congreso, a criterio de la embajadora británica.

Un nuevo tratado de libre comercio depende de "muchas cosas técnicas", como las "cuotas arancelarias regionales", pero la mayor preocupación del Reino Unido "es el tiempo, pues corremos contra el reloj". Aunque reconoce una "buena voluntad de ambas partes para conseguirlo", observa esa pugna de los sectores involucrados que se pronuncian al respecto para conseguir "más peso" que otros. Pero eso, darle mayor preponderancia a un grupo, "no lo vamos a hacer".

El reto en Guatemala será la aprobación y ratificación en el Congreso. "Yo me pregunto cuánto tiempo va a necesitar Guatemala, además de Honduras", que deben aprobarlo en sus asambleas, mientras que el Reino Unido, pese a que también debe contar con la aprobación parlamentaria "existe la figura de la aprobación provisional", pero, reitera, "nosotros no vamos a aprobar un acuerdo si la otra parte no lo ha ratificado".

En medio de esa incertidumbre, la última semana de febrero estuvo en Guatemala, Costa Rica y Panamá una decena de empresarios para exponer sus proyectos de inversión en movilidad urbana, saneamiento del medioambiente e infraestructura y conocer los procesos internos de cada país. "La conclusión fue buena de los empresarios", pues observaron múltiples espacios de oportunidad, detalló Davidson, pero también hay preocupaciones que de nuevo llevan a la lentitud.

A la embajadora le preocupa, por ejemplo, los proyectos de alianzas público privadas que en el papel deberían funcionar, pero que aún no inicia el primer proyecto, que es la finalización de una autopista hacia la costa del Pacífico que no ha recibido su aprobación en el Congreso. "Es un problema para los inversionistas porque la infraestructura no se mejora y hay lentitud.

Mientras Guatemala quiere inversión extranjera, los empresarios observan la situación, la cantidad de oportunidades, pero el tiempo de espera de meses o años, por el Congreso, hace pensar si vale la pena en realidad", expone.

Si el Reino Unido vive un momento crucial por su salida de la UE, Guatemala está por iniciar la carrera electoral que también podría ser determinante para el futuro de las relaciones entre ambos países, sobre todo por la "seguridad" que vislumbren los posibles inversionistas en ese panorama incierto.

Davidson asegura que los empresarios que llegan a Guatemala "preguntan cómo es la situación aquí, porque miran el índice de perspectivas de corrupción y la situación no está mejorando" y piensan: "¿Por qué elegir Guatemala en este mercado global?". Como embajada, indica, "decimos claramente que hay muchas oportunidades y demanda para productos británicos, pero sabemos que hay una necesidad de sentirse seguro sobre la situación política y el ambiente de negocios", concluye la embajadora.

Y ese clima, lastimado por la pugna del Gobierno del presidente, Jimmy Morales (en su último año de mandato), con la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), es clave y un factor determinante en la elección.

"Cuando vayan a votar los ciudadanos este año y escuchen los planes de los diferentes partidos políticos, los votantes deben de observar qué ofrecen los candidatos para mejorar la situación", reflexiona la embajadora, quien puntualiza que la mejor forma de decidir la voluntad de Guatemala en la lucha anticorrupción "son las elecciones".

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