Movilidad eléctrica: una industria de oportunidades y desafíos

Algunos de los obstáculos que enfrenta son los costos de los autos, la oferta y demanda, regulaciones e incentivos, infraestructura, el factor político, y finalmente la falta de concienciación y educación de las personas sobre esta nueva tecnología
Entre sus beneficios destacan la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, y de la contaminación acústica dentro de las urbes.

La electricidad ha tenido un rol significativo en el área del transporte de personas y mercancías, especialmente para trenes, tranvías y metros, sin embargo, con el nuevo auge de los vehículos eléctricos (VE) en donde se busca implementar un sistema más eficiente y limpio frente a los motores de combustión convencionales, deja muy claro que el futuro de la movilidad no solo debe ser eléctrico, sino también sostenible.

Beneficios y obstáculos

La movilidad eléctrica se define como: “Aquella que hace uso de uno o más motores eléctricos para generar la locomoción”. En la actualidad se incluyen dentro de esta gama bicicletas, vehículos, scooters, motocicletas y medios de transporte público, los cuales pueden ser utilizados para viajes cortos o largos, dependiendo además de la carga.

El impulso de este movimiento cada vez más contundente, como un aliado transformador del sector transporte, encuentra su razón en la lucha contra la gran contaminación y el cambio climático, que hoy afecta nuestra salud, ambiente y calidad de vida.

Entre sus beneficios destaca la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (aire), y de la contaminación acústica (ruido) dentro de las urbes. Además de disminuir la dependencia a los combustibles fósiles, por el uso de la electricidad, teniendo como alternativa que provenga de fuentes renovables.

Algunos de los obstáculos que enfrenta son los costos de los autos, la oferta y demanda, regulaciones e incentivos, infraestructura, el factor político y finalmente la falta de concienciación y educación de las personas sobre esta nueva tecnología.

Avance internacional

Álvaro Villasante, experto internacional en energía y movilidad, miembro de Latam Mobility, comparte algunos datos interesantes sobre el avance en distintas regiones.

En Europa, entre los países con mercados más activos en ventas y con una evolución más constante, se posicionan Noruega, Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido.

Mientras que, en Latinoamérica, la mayoría de los países sólidos de la región, en mayor o menor escala han implementado o están en pleno proceso de impulsar medidas para desarrollar la movilidad eléctrica, como Chile, Costa Rica, Colombia, República Dominicana y Panamá.

Siendo líderes en la comercialización de VE, países como Colombia, México, Chile, Costa Rica y República Dominicana; en infraestructura de carga destacan rutas como Bogotá-Medellín o Sao Paulo-Río de Janeiro.

Un área que se empieza a dinamizar es la vinculada a las flotas de transporte publico electrificadas en ciudades como Santiago, Bogotá, Cali, Guayaquil, Sao Paulo, entre otras en donde se espera una acogida masiva en próximos años. Dando como ejemplo que esta semana llegaron los primeros buses eléctricos de un grupo de 483 unidades que se incorporarán a la flota de la capital colombiana.

“La movilidad eléctrica se encuentra en plena expansión y su nivel de desarrollo está directamente vinculado a los avances regulatorios, de competitividad y operativos”, dijo.

Villasante apuntó que “no podemos olvidar que Latinoamérica es una de las regiones más urbanizadas del mundo y que la movilidad sostenible es un aliado fundamental para el incremento de la calidad de vida en nuestros países”.

“Tenemos mucho por hacer aún para reducir los niveles de contaminación urbana en nuestras ciudades, pero la senda por la que estamos caminando es la correcta, la clave es acelerar el ritmo con la unión de todos los actores clave”, afirmó.

Análisis local

Para el consultor local y miembro de Future Energy Leaders (FEL), el Ingeniero Juan Lucero, con 10 años de experiencia en el sector de energía, quien participó en la elaboración de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME), nuestro país está preparado para implementar este sistema.

En este sentido explica que Panamá ya cuenta con una estrategia, además de existir gran interés y participación del sector privado y la sociedad civil, llevándose inclusive varios proyectos demostrativos con éxito. “Nuestra ciudad con distancias cortas es ideal para la movilidad eléctrica; incluso con los tranques, se estima que la carga del auto dure 4 días”, señaló.

Sin embargo, como toda nueva tecnología enfrentará retos en Panamá, como el costo de los VE, pues continúan siendo más caros que los de combustión, esperando que este precio pueda ajustarse entre 2020-2030, pero que, en su operación a lo largo de la vida del auto, es mucho más económico al usar electricidad y menos costoso en su mantenimiento.

Panamá ya ha iniciado una serie de acciones para lograr su transición. Actualmente el Órgano Ejecutivo y el Legislativo tienen interés en aprobar una Ley de movilidad eléctrica.

Otro elemento es la oferta y demanda, ya que en la actualidad existen pocas marcas y modelos, por lo que es crucial estimular sus incentivos, siendo interesante que, el Estado pueda realizar un cambio o alquiler de flotas VE. Y finalmente la desinformación que tienen los panameños con relación a su carga y seguridad.

“Existe ansiedad por contar con una gran cantidad de estaciones de carga. Muchas veces se piensa que el vehículo se quedará sin carga muy rápido, sin embargo, los VE han mejorado mucho; varios modelos recorren 300 km o más con una carga completa y podrían circular sin necesidad de recarga durante varios días. A nivel mundial, la gran mayoría de la recarga se da en las residencias durante la noche; Otro tema es la seguridad de los VE, se piensa que son inseguros y que hay muchos peligros al momento de recargarlos, siendo en realidad muy seguros y fáciles de recargar”, explicó.

Para acelerar su ejecución es necesaria una ley de incentivos bien definida y consensuada con el sector privado, académico y civil, además de una política de Estado coherente y consistente que asegure el desarrollo urbanístico, turístico y educativo. Tomando en cuenta las capacitaciones necesarias para la mano de obra (mantenimiento y reparaciones) y profesionales locales (especialización), pues el talento está.

Además de la inclusión en las universidades y escuelas, no solo de movilidad eléctrica, sino de sostenibilidad, para preparar a nuestras futuras generaciones y que logren aprovechar oportunidades de empleo.

Con la aprobación de su estrategia, Panamá ya ha iniciado una serie de acciones para lograr su transición. Actualmente los órganos Ejecutivo y Legislativo tienen interés en aprobar una ley de movilidad eléctrica, sin embargo, a criterio del consultor puede ser desgastante tener dos propuestas (doble esfuerzo) tomando en cuenta la amplia participación que debe tenerse para llegar a un consenso.

La autora es abogada y presidenta de la comisión de derecho energético y sustentabilidad de la Asociación Nacional de Juristas de Panamá.

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