El rol de la minería en la transición energética

Este 29 de marzo se inició la quinta edición de Expominera enfocada en el crecimiento del sector minero en la región, producto de la demanda generada por la extracción de minerales estratégicos para la transición energética.

El evento, que se extenderá hasta el 31 de marzo, sirvió como escenario para la inauguración del III Encuentro Latinoamericano de Minería (Elami). Un encuentro que según el viceministro de Comercio e Industrias, Omar Montilla, llegó en el momento “más apropiado” de la historia minera panameña, tras la firma del nuevo contrato con Minera Panamá. “Nos encontramos ante uno de los acontecimientos más significativos en la historia de la industria minera desde la Revolución Industrial, la gran transición hacia una energía más limpia, y Elami nos sitúa a la vanguardia de este proceso vinculado a los minerales críticos”, expresó el viceministro durante su discurso de apertura del evento.

“Para los países latinoamericanos modernos, la minería es un captador clave de inversión extranjera directa y una fuente de divisas internacionales”, asegura Montilla.

Según el viceministro, el desarrollo de la minería en la región ha llegado a representar el 50% de los ingresos totales de exploraciones en algunas naciones.

En Panamá, los productos de cobre abarcaron el 23% de las exportaciones totales, durante el primer semestre de 2022.

“El cambio climático nos amenaza a todos”, reconoce el viceministro del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici), quien destaca el papel que tendrá la extracción de minerales para lograr la transición hacia las energías verdes. “Vendrán los campos solares, las turbinas eólicas y los vehículos propulsados por electricidad e hidrógeno, y una vez más, el sector minero latinoamericano liderará el camino hacia ese futuro mejor y más limpio”, asegura el funcionario.

Datos del Foro Económico Mundial plantean que el aumento de vehículos eléctricos, que son impulsados por baterías de litio, acrecentará 40 veces la demanda de este mineral para el año 2040.

Esta necesidad hace que América Latina juegue un rol clave en el proceso de transición, explica Montilla. “América Latina alberga aproximadamente el 60% de los yacimientos de litio identificados en el mundo, y Argentina, Bolivia y Chile ya son conocidos como el 'triángulo del litio”.

El rol clave que estará desarrollando el litio ha hecho que muchos lo llamen “el oro blanco”, señala el funcionario.

“Las baterías de iones de litio tienen usos casi ilimitados, desde aplicaciones industriales a gran escala, como almacenamiento de energía solar, hasta las pequeñas y personales, como teléfonos, computadoras y cepillos de dientes”, agrega.

En cuanto al cobre, Montilla dice que se trata de un material fundamental para este proceso, por su alta eficiencia como conductor. “Las propias características del cobre lo harán inestimable en la transición energética, aumentando su demanda”, menciona.

“La extracción sigue siendo una industria que consume recursos con alta intensidad y tiene un impacto sustancial en el medio ambiente”, plantea Montilla, “lo que abre la posibilidad de que Latinoamérica sea un estandarte mundial en minería responsable”, añade.

Cómo ejemplo de esto, el funcionario puso el reciente contrato firmado con Minera Panamá. “Minera Panamá se ha comprometido a abandonar el carbón y optar por formas de energía más limpias, como el gas natural, para alimentar sus operaciones en los próximos años”, afirma. A este acuerdo se suma el de la implementación de un sistema de vigilancia que mide, en tiempo real, la calidad del aire y del agua en las zonas de concesión de la mina.

Pese a esto, hay voces que señalan que la minería no debe ser bienvenida en Panamá, tal es el caso de la economista Maribel Gordón, quien participó en una manifestación a las afueras de Expominera. “La minería no se constituye en ninguna alternativa para la población panameña, pues es nociva y atenta contra la flora y la fauna”, asegura Gordón.

“Esta actividad no va a salvar al panameño de a pie de la crisis económica que vivimos, ya que, solo favorece a un grupo pequeño de empresarios”, añade la economista.