OCDE o los países ricos quieren ser aún más ricos

Actualizado
  • 04/02/2011 01:00
Creado
  • 04/02/2011 01:00
PANAMÁ. Es importante que aclaremos algunos conceptos sobre esta organización.. No se trata de una verdadera organización internacional...

PANAMÁ. Es importante que aclaremos algunos conceptos sobre esta organización.

No se trata de una verdadera organización internacional, como lo son la ONU y el FMI, ya que está limitada a 34 países ricos, principalmente los europeos, EEUU, Canadá, Japón, Corea y Australia. De América Latina, su primer socio fue México, en 1994; y Chile fue aceptado en el 2010.

La revista The Economist la califica como Club de países ricos y el premio Nobel de economía, Paul Krugman, connotado columnista del New York Times, como un ‘Think Tank’.

Yo la he calificado como un Cartel, por ser uno de sus objetivos proteger a sus socios de la competencia que en asuntos económicos, principalmente financieros, le puedan hacer los países no miembros.

La OCDE es dominada por los EEUU, quien cubre el 25% de su presupuesto y es el que le fija la línea que no puede ser contraria a sus intereses. La OCDE es la autora de la guerra contra los llamados ‘Paraísos Fiscales’ y las ‘listas Negras, Grises y Blancas’.

Es enemiga de que los países que compiten con sus socios en negocios financieros firmen TDT, ya que estos pueden ser utilizados para fines fiscales.

A mi modo de ver, nuestros últimos gobiernos, quizá un poco menos el de Mireya Moscoso, no se han enfocado en una posición de Estado soberano frente a la OCDE.

Esto lo podemos apreciar en la presentación de nuestro país ante el Foro Global, la última invención de este Cartel, en la cual enjuician a los países sobre el tema de la transparencia y efectivo intercambio de información y su cuerpo de leyes regulatorias.

En dicha presentación nos sometimos a la OCDE sin demostrar la superioridad de nuestro sistema, tanto de sociedades como financiero, sobre los países de la propia OCDE.

Por parte de nuestros gobernantes, no hay respuesta ni disgusto por la afirmación de que estamos reacios a firmar TIFs y que debemos hacerlo con los países que nos lo pidan algo que no se puede permitir un Estado Independiente, como lo somos.

No dijimos que el compromiso de Panamá con la OCDE en el 2002 se condicionó al Level Playing Field y que éste todavía no se ha dado entre los propios países de la OCDE.

No hay mención de que no somos un paraíso fiscal y que sus socios, incluyendo a su socio principal EEUU, si es Paraíso Fiscal no Transparente y que además no da información fiscal a terceros países.

No mencionamos la existencia del contrato de Intermediario Calificado, por el cual EEUU le da blindaje total al inversionista extranjero lo que hace imposible su identificación por el país de su residencia o nacionalidad.

No mencionamos que Panamá tiene legislación desde 1994 que obliga al Agente Residente a conocer y documentar a sus clientes de vehículos jurídicos.

No se hizo mención del proyecto de ley Levin y de los terribles informes de la GAO sobre las deficiencias de las personas jurídicas de los Estados de EEUU y cómo estas se prestan para toda clase de delitos, incluyendo el lavado de dinero por mafias extranjeras en bancos de los propios EEUU.

No dijo que el Procurador General de la Nación había certificado lo siguiente: ‘que el sistema panameño que da publicidad de quienes son los directores y dignatarios y agente residente de cualquier sociedad, mediante el Registro Público, permite que las autoridades tengan vías para investigar quién es el último beneficiario de una sociedad anónima en Panamá, aunque se hubiesen emitido acciones al portador.

Ejemplo de lo anterior, son los casos en que, a través del agente residente, hemos podido ubicar al último beneficiario de estas empresas, dada la obligación que éste tiene de ‘conocer a su cliente’ en base a lo dispuesto en el Decreto Ejecutivo N° 468 de 8 de septiembre de 1994’.

Sin la menor duda, nuestro país perdió una oportunidad de oro para no sólo defenderse de las injustas calificaciones de la OCDE, sino hacer conocer en ese documento, que es público, la condición de nuestro país de ejemplo para el mundo en todo lo que se refiere al buen manejo de su sistema bancario, sus leyes fiscales y su régimen de sociedades.

Nada se opone para que no esperemos el próximo juicio del Foro Global y hagamos una nueva presentación. Esto son los privilegios de los Estados Independientes como lo es Panamá.

No debo terminar esta parte de mi intervención sin una breve referencia a las listas negras en que nos tienen incluidos algunos países, con base en la calificación de la OCDE de que somos Paraíso Fiscal.

El poco efecto visible de esta discriminación, sin duda por el crecimiento económico y la captación de inversión extranjera, en los cuales Panamá ha sido el país líder en América Latina, ha dado como resultado que ninguno de los gobiernos que se han sucedido desde el año 2000 haya utilizado las herramientas que dan nuestras leyes para contrarrestar el trato discriminatorio.

Hasta el presente no hemos aplicado nuestra ley de retorsión, la cual se hizo con el especifico propósito de discriminar a los que nos discriminan, impidiéndoles a las empresas de sus países participar en nuestras obras públicas, o darles un trato recíproco, que se equipare con el que nos dan a nosotros. Tampoco hemos recurrido a la OMC, a pesar de que tenemos estudios de expertos que opinan que dichas discriminaciones son una violación flagrante de ese tratado.

El gobierno actual hizo de la aplicación de la retorsión una promesa de su campaña política, y sería muy saludable que hiciera un último esfuerzo diplomático, ahora con el apoyo de los tratados que hemos firmado para evitar la doble tributación; y fijar una fecha tope para que termine la discriminación, con la amenaza de la aplicación de la retorsión, o de llevar el caso a la OMC.

Estas acciones tendrían el beneficio inmediato de que aumentaría el respeto de la comunidad internacional hacia nuestro país.

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