Un ojo puesto en el futuro

Una vez el negocio está en marcha, lo que prevalece en la mente de los fundadores o creadores de la empresa es la continuidad de su negocio: es decir, que perdure por muchas generaciones.

Para lograr este éxito permanente y duradero, también se necesita un plan. Capital Emprendedor, de Capital Bank, sugiere considerar lo siguiente:

Estrategias innovadoras fluctuantes: Todo buen plan debe considerar que, aunque cierta estrategia esté funcionando en un preciso momento, no quiere decir que funcionará siempre. Además de competidoras que podrían imitar fórmulas exitosas, con el tiempo surgen nuevos canales y herramientas de trabajo, por lo que la empresa debe mantenerse un paso adelante con estrategias nuevas e inesperadas, asegurando así la ventaja.

Inversiones futuras: Como ya hemos mencionado anteriormente, el empresario debe llevar un control de sus finanzas para manejar sus gastos, y siempre mantener parte de ese capital disponible para inversiones futuras, las cuales permitirán el crecimiento de la compañía. Esto es clave para que toda pyme pueda algún día subir de categoría.

Elección de personal: Cuando una empresa crece y se expande, puede poner en marcha varias divisiones de negocio. El personal que será elegido para llevar adelante estos departamentos debe ser seleccionado cuidadosamente, teniendo en cuenta que en la ‘‘pirámide” de todo negocio, los pilares del medio son tan importantes como la base para mantener la cima intacta.

Franquicias: Un buen plan de continuidad debe estar claro en las metas y dirección en la que se piensa llevar a la empresa, a corto, mediano y largo plazo. Un elemento importante a tomar en cuenta es el concepto de franquicias, que permiten al dueño de un negocio arrendar la marca que ha creado. Esto tiene ventajas y desventajas que todo empresario debe analizar antes de tomar la decisión del enfoque direccional de su compañía.

COORDINADORA GENERAL DE CAPITAL EMPRENDEDOR EN CAPITAL BANK