El reto de la deuda saludable

Actualizado
  • 27/07/2018 02:00
Creado
  • 27/07/2018 02:00
Según el Gobierno, la deuda de Panamá está ‘por debajo' de la de otros países de Latinoamérica, más grandes y con economías más diversificadas. El BM, además, afirma que es sostenible y resiliente

Ante el alud de críticas por el ritmo de endeudamiento, el Gobierno reaccionó y aclaró que la deuda bruta del Gobierno Central respecto al PIB fue de 38.2% para Panamá en 2017, según datos del Fondo Monetario Internacional, mientras que la del Sector Público No Financiero fue de 37.8% del PIB.

Las cifras, según el Gobierno, están ‘por debajo de la deuda correspondiente a otros países de Latinoamérica', comparándose al 84% de Brasil, el 66.2% de Uruguay y el 54.2% de México, países mucho más grandes y con economías más diversificadas.

El Banco Mundial (BM) también considera que estos niveles de deuda son sostenibles y resilientes a posibles choques económicos adversos. ‘Además, están muy por debajo del promedio regional de América Latina y el Caribe, que fue de 57.6% en 2017' y agregan que ‘a diferencia de lo que publicaron en su medio (en relación a las publicaciones del día 16 de julio en La Estrella de Panamá ), el BM no considera a Panamá país altamente endeudado'.

La última clasificación en base al nivel de deuda del país el BM colocó a Panamá bajo el acrónimo SIN para ‘severely indebted' o severamente endeudado. En el portal de la organización multinacional se puede constatar en la tabla historical classification by income in XLS format , subtabla Country Indebtedness History que hasta el 2006, último año en que el organismo hizo la clasificación, Panamá marcó como SIN durante tres años consecutivos (del 2003 al 2005).

Una fuente ligada al Ministerio de Economía y Finanzas adujo que la deuda/PIB de las economías avanzadas, en general, supera las correspondientes a Panamá, con Japón (236.4%), Italia (131.5%) y Estados Unidos (107.8%) entre las principales. No obstante, ‘a algunos de estos países, por el desarrollo de su economía y la importancia que les dan los inversionistas, no se les suele considerar como para un posible riesgo de impago de la deuda'.

Pero más allá de los porcentajes permitidos de deuda, hay puntos de inflexión importantes que pueden revertir la ecuación en cualquier momento. Uno de ellos es preparar los presupuestos en base a proyecciones ‘muy optimistas', como califica la economista Irene Giménez, proyecciones que luego no se cumplen, bien sea por la baja en recaudaciones, por la caída del comercio mundial que afecta al Canal o por la reciente huelga del Suntracs.

El economista y hasta hace poco director del Instituto de Estadística y Censo, David Saied, explicó que el sector público viene registrando déficit fiscal desde hace diez años. ‘Estos déficits crónicos endeudan a las futuras generaciones', afirmó.

Y es precisamente en los últimos años donde han surgido fórmulas como los proyectos llave en mano, los bonos de deuda de empresas estatales como Tocumen y la Empresa Nacional de Autopistas, que han ‘privatizado', por así decirlo, una parte importante de la deuda a través de sociedades anónimas con capital 100% estatal. El escenario se completa con la ya pronosticada caída del crecimiento después de la culminación de la ampliación del Canal de Panamá.

A FUTURO, ¿AJUSTE FISCAL?

RETOS

Desafíos que debe enfrentar Panamá

El Banco Mundial colocó a Panamá bajo el acrónimo SIN para ‘severely indebted' o severamente endeudado. Y a su vez establece retos para reforzar los recursos para el crecimiento a largo plazo, hacer ajustes fiscales para mantener una deuda sostenible a largo plazo e implementar ajustes fiscales graduales, respetando la inversión pública en infraestructura y protegiendo las transferencias sociales

El Informe Semestral de la Oficina del Economista Jefe para América Latina y el Caribe de abril de 2018 del Banco Mundial describe los retos de la región a futuro. En primer lugar, hace énfasis en reforzar los recursos para el crecimiento a largo plazo, instando a reformar estructuralmente el mercado laboral, la educación y el sistema de pensiones, expandiendo la integración comercial y financiera, un ‘gran empujón' a la inversión estatal en infraestructura y el refuerzo de la agenda anticorrupción.

Como segundo reto, el Banco Mundial plantea en el documento la necesidad de ‘ajustes fiscales para mantener una deuda sostenible a largo plazo' y para países sin grado de inversión, recomiendan la contención del gasto para lograr el grado de inversión, lo que garantizará un acceso más fácil y menos costoso al crédito internacional, fondos que el mismo Banco Mundial provee en ocasiones.

El tercer ‘reto', explica el organismo financiero en su informe, es implementar ajustes fiscales graduales, respetando la inversión pública en infraestructura y protegiendo las transferencias sociales (subsidios), lo que ‘a la larga llevaría a una menor inflación, crecimiento sostenido y la creación de un espacio fiscal adquirido en época de bonanza para mitigar las épocas de des aceleración'.

Y justo, a tan solo seis o siete años de un crecimiento de dos dígitos, el país se encuentra en una encrucijada fiscal: por un lado, pidiendo una dispensa para terminar infraestructura pública; por el otro, con una lista de subsidios que se han enquistado en la necesidad social, y que el exministro de Economía y Finanzas pidió ‘revisar'. Un ajuste fiscal, en cambio, no se ha abordado en un año preelectoral, pero es una ‘necesidad' que podría tener que enfrentar el gobierno entrante.

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