Sector lechero panameño, en riesgo por importación de productos y sucedáneos

La preferencia por productos importados tiene a procesadoras y ganaderos en alerta por el impacto negativo de las importaciones en la producción local, que afectan a miles de empleos y la economía

La Asociación Nacional de Procesadores de Leche (Anaprole), conformada por nueve de las mayores empresas procesadoras de lácteos en Panamá, manifestó su preocupación por la situación que enfrenta el sector lechero del país. La asociación advirtió que la industria está “fuertemente afectada por las desmedidas importaciones de productos lácteos y sucedáneos que desplazan a la producción local”.

Advierten de que esta situación no solo afecta los ingresos de los productores locales, sino que también debilita la estabilidad de toda la cadena de valor, poniendo en riesgo más de 15.000 empleos que genera el sector en el país.

La Anaprole revela que el valor de las importaciones de lácteos de distintos orígenes creció “más de $100 millones al cierre de 2024”. Esta competencia se distingue por un “esquema flexible y sin el compromiso de impulsar la producción nacional”. La presidenta de Anaprole, Natsare Bermúdez, en una conversación con La Estrella de Panamá, explicó que aunque el consumo de lácteos en Panamá se mantiene estable entre 110 y 115 litros por persona al año (incluyendo productos locales e importados), se está observando un preocupante desplazamiento: “cada vez menos producto nacional y más producto importado”.

La asociación hizo un llamado urgente al Gobierno nacional para que promueva y articule medidas que permitan la sostenibilidad y rentabilidad del sector lácteo local, garantizando el consumo de productos panameños y la soberanía alimentaria del país. La Anaprole afirmó que seguirá buscando “todas las alternativas que permitan mitigar la disminución de la compra de leche”.

Desventajas competitivas y el impacto en la producción local

Una de las principales preocupaciones de Anaprole es la desventaja competitiva que enfrenta la producción nacional frente a los productos importados. La asociación destaca que los productos lácteos provenientes de Estados Unidos son “en promedio un 30 % más baratos de producir”, debido a los subsidios que se otorgan a los productores en ese país. Esta situación se agrava con el Tratado de Promoción Comercial entre Panamá y Estados Unidos, que contempla la reducción de aranceles en el mercado de lácteos para el año 2028.

Bermúdez detalló que esta situación se refleja en productos específicos como el queso mozzarella y que también hay una fuerte competencia de sucedáneos, particularmente en el caso de la leche evaporada. Estos sucedáneos, explicó, no están hechos 100 % a base de leche, sino que contienen grasas vegetales que, aunque se consideran alimentos, carecen del mismo valor nutricional que la leche panameña.

La presidenta de Anaprole destacó la importancia de que los consumidores lean las etiquetas para comparar productos de manera justa, y asegurarse de que estén comprando lácteos y no sucedáneos.

Además de los subsidios, Bermúdez dijo que Panamá tiene un alto estándar de calidad y normativa para la producción de leche. En el país, los productores deben sacrificar animales enfermos, mientras que en otras naciones se les vacuna y se mantiene su producción. Esto, si bien garantiza un producto de alta calidad, también eleva los costos para el productor local.

La presidenta de Anaprole hizo un llamado a la población a entender que al comprar un lácteo panameño, no solo están consumiendo un producto de alta calidad, sino que también están apoyando la economía rural, generan empleo directo e indirecto y contribuyen a la paz social al evitar la migración desorganizada a la ciudad.

El llamado de la Anagan y la situación de Nestlé

En sintonía con las preocupaciones de Anaprole, la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), capítulo de Los Santos, expresó la semana pasada su propia inquietud por la crisis lechera del país. La Anagan atribuye el problema al cierre paulatino de cupos de acopio de leche por parte de la empresa Nestlé en sus distintas rutas.

Nestlé Panamá, por su parte, informó que, a partir del 7 de agosto, durante el periodo de menor frecuencia de producción, dejaría de comprar leche a 320 productores en la región de Azuero y la provincia de Chiriquí.

La compañía explicó que esta medida está condicionada a la evolución de la demanda y a las dinámicas del mercado local. Aclararon que no representa un retiro de su presencia en Panamá ni pone en riesgo el abastecimiento de sus productos. El objetivo de la medida, según Nestlé, es proteger la continuidad de su fábrica en Natá de los Caballeros, la cual emplea a más de 300 familias.

Los ganaderos de Anagan, al igual que Anaprole, consideran que estas acciones son una consecuencia de la “entrada masiva de materia prima láctea importada y productos sucedáneos que no son leche”, que están desplazando la producción nacional y ponen en riesgo el sustento de miles de familias.

Ante este escenario, la Anagan hizo un llamado urgente a las autoridades gubernamentales para que implementen medidas concretas, tales como: 1) Establecer aranceles y cupos limitados, 2) Restringir la entrada de productos sucedáneos, 3) Promover activamente el consumo de productos lácteos nacionales, y 4) Fijar un precio base para la leche de los ganaderos.

El objetivo de estas sugerencias es, según el gremio ganadero, asegurar la viabilidad de la actividad lechera y evitar el “colapso de la economía rural”. Ambas asociaciones coinciden en que la solución requiere un diálogo abierto con el Gobierno y un compromiso de toda la cadena de valor para mejorar la competitividad, mientras el consumidor juega un papel fundamental al elegir productos nacionales.

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