Practicantes de abortos tardíos en EEUU reconocidos en Festival de Cine

Actualizado
  • 20/01/2013 12:45
Creado
  • 20/01/2013 12:45
Cuarenta años después de la legalización del aborto en Estados Unidos, solo cuatro doctores practican hoy interrupciones de la gestación...

Cuarenta años después de la legalización del aborto en Estados Unidos, solo cuatro doctores practican hoy interrupciones de la gestación tardías en el país, una profesión tan peligrosa como estigmatizada reconocida por un documental en el Festival de Cine de Sundance.

Presentado en la competencia oficial, "After Tiller" ofrece los retratos de cuatro médicosp "irreductibles" que continúan realizando abortos en los últimos tres meses del embarazo, pese a la muerte en 2009 de George Tiller, pionero de esta práctica asesinado en 2009 por una militante en contra de esta técnica.

Cuando la Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el aborto hace 40 años -el 22 de enero de 1973-, también concedió a los estados el derecho a restringir las interrupciones de la gestación tardías.

Sin embargo, algunos estados no se privaron de la práctica y los sucesores de Tiller son considerados hoy personas no gratas en la mayor parte del país.

Los abortos tardíos, que representan el 1% del total de los realizados en Estados Unidos cada año, despiertan fuertes pasiones en el país.

Además de las amenazas de muerte, "existen barreras institucionales", dijo a la AFP la doctora Susan Robinson poco después de la presentación del filme en Park City, Utah (oeste), en el festival Sundance que se extiende hasta el 27 de enero.

"Si usted practica abortos, es muy difícil que trabaje en un hospital, porque estos últimos no quieren doctores que practiquen abortos, que son casi todos realizados en clínicas privadas", explicó.Por otra parte, se trata de "una profesión muy estigmatizada".

"Los otros doctores te miran por arriba y te consideran poca cosa", agregó.

Robinson trabajó con Tiller y luego de su muerte se instaló en Albuquerque (Nuevo México, sur de Estados Unidos) con otra colega, la doctora Shelley Sella. Los médicos LeRoy Carhart y Warren Hern completan el cuarteto.

El primero ejerce en Maryland (noreste), luego de haber sido expulsado de Nebraska (centro) y Iowa (centro oeste), mientras que el segundo tiene una clínica en Colorado (oeste).

Ambos están en edad de retirarse, como Robinson, pero no prevén hacerlo."No imaginábamos hasta qué punto este trabajo puede ser estresante", dijo la codirectora del documental, Martha Shane. "Porque están en contacto con mujeres que atraviesan uno de los peores momentos de su vida. Aconsejarlas y ayudarlas en este procedimiento pienso que es lo que motiva a estos doctores", explicó.

De hecho, las objeciones de conciencia no son raras para la doctora Robinson, porque la ley de Nuevo México faculta al médico para decidir la realización o no del aborto, a menudo motivado por una malformación del feto, como se ilustra en varios casos conmovedores de la película.Pero al final, Robinson se basa principalmente en el juicio de las propias mujeres.

"Si una mujer viene a verme, particularmente si viene tras pasar por Canadá, California, Luisiana o Francia, es porque verdaderamente siente la necesidad de abortar, no viene porque vio la clínica de camino al supermercado", dijo.

"No estoy en posición de juzgar mejor que ellas, porque conocen sus vidas mejor que yo", agregó."Susan Robinson es una doctora, no una jueza moral", subrayó por su parte la cineasta Lan Wilson.

"Ella piensa en la seguridad y en el bienestar de las pacientes que la vienen a ver. No es blanco o negro, no es juicio. Es solo compasión", opinó.

En la actualidad, Robinson y su colega están formando a una mujer de 35 años para que practique abortos tardíos.

"Estamos encantadas. Entrenaríamos a otros con placer", dijo. Sin embargo, faltan candidatos.

"No es porque los médicos no sepan cómo realizar abortos, es porque tienen miedo", sentenció.

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