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- 05/02/2010 01:00
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LONDRES. América Latina se ha convertido en el principal nuevo mercado para las exportaciones de armas de Rusia, que en el último año aumentó sus ventas a la región gracias sobre todo a Venezuela, estimó el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).
“El nuevo mercado más significativo para las exportaciones rusas es América Latina”, y la tendencia de crecimiento de las ventas de la potencia europea a esta región “parece encaminada a continuar”, afirmó el IISS en su “Military Balance 2010”, un informe anual sobre la capacidad militar y los gastos de defensa de 170 países del mundo.
El auge se debe en parte a las limitaciones a la ventas de armas impuestas por Estados Unidos —tradicionalmente el primer proveedor de la región— a varios países, como Venezuela, por considerar que no cooperaban suficientemente en la lucha contra el terrorismo.
Aunque dos de los naciones con mayores presupuestos para defensa, Colombia y México, siguen siendo fieles al material de Estados Unidos, que les suministra equipos militares a través del Plan Colombia y de la Iniciativa Mérida destinados a combatir el narcotráfico, otros “diversificaron sus proveedores”.
El informe señala que Rusia - segundo mayor proveedor mundial de armas en 2008, con unas entregas totales estimadas en $5,400 millones, ha firmado contratos con Venezuela, Perú, Brasil, México y Colombia, y negocia actualmente otros acuerdos con Bolivia, Uruguay y Ecuador.
Venezuela, que emergió en 2007 como el segundo mayor comprador de material de defensa a Rusia, adquirió en los últimos años equipos militares a ese país por valor de 4,000 millones, señaló el libro.
A demás, Moscú le brindó en 2009 un aumento de las facilidades de crédito hasta los $2,200 millones —a cambio también de que las compañías rusas puedan acceder a los campos petroleros venezolanos—, que a corto plazo debería resultar en entrega de unos 100 tanques T-72 y lanzamisiles Smerch.
A largo plazo se cree que el acuerdo implica la posible adquisición por parte de Venezuela de un “sistema de defensa antiaérea de múltiples niveles” (con armas tipo Tor M-1, S300, Buk-M2 y Pechora), precisa el informe destacando la falta de transparencia de esta cooperación bilateral.
Por otra parte, el IISS urge a los países latinoamericanos a trabajar “de manera más eficaz por la seguridad regional” a fin de hacer frente a “amenazas cada vez más numerosas y complejas para su estabilidad”, como la degradación de la democracia, el crimen organizado transnacional, el terrorismo y la insurgencia o el tráfico ilegal de armas y de drogas.
El Consejo sudamericano debe crear un proyecto a largo plazo centrado en “mejorar la transparencia en materia de defensa, normas legales de cooperación transnacional, compartir información sobre actores no estatales y armonizar la participación en acuerdos de seguridad extraregionales”.