¿Buena voluntad o maniobra política?

Actualizado
  • 05/08/2010 02:00
Creado
  • 05/08/2010 02:00
LA HABANA. Luego de largas negociaciones con el Gobierno de Cuba, se ha iniciado el traslado a España de los prisioneros cubanos recién ...

LA HABANA. Luego de largas negociaciones con el Gobierno de Cuba, se ha iniciado el traslado a España de los prisioneros cubanos recién librados y sus familiares. Ellos forman parte de un grupo de ‘75 personas encarceladas en 2003 como resultado de su actividad delictiva’ que incluyó el financiamiento por parte de una potencia extranjera de acciones en perjuicio del gobierno constitucional de la República.

Del grupo inicial, ya 20 de ellos habían sido liberados por el propio gobierno cubano por razones humanitarias. Las liberaciones de prisioneros llevadas a cabo en los pasados días se producen en el marco de las gestiones llevadas a cabo por parte de la Iglesia Católica en Cuba y el Estado español.

Como paso previo a su traslado hacia el exterior, el gobierno cubano acordó la liberación parcial de los detenidos, mediante el mecanismo establecido en la legislación cubana de ‘licencia extra penal’.

EL FINAL DEL BLOQUE

En el proceso, algunos de los opositores al gobierno cubano, como también el opositor Guillermo Fariñas, quien llevaba un ayuno de más de 100 días en protesta contra el encarcelamiento de sus compañeros, han reclamado el fin del bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba.

Esta denuncia contra la política de Estados Unidos de asfixiar económicamente a la Revolución Cubana y a su pueblo, ha provocado la molestia de los sectores más recalcitrantes del exilio cubano en Estados Unidos.

El Cardenal Ortega se había reunido con el Presidente cubano Raúl Castro el 19 de mayo de este año, junto al Arzobispo de Santiago de Cuba y el Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba por más de cuatro horas.

Al día siguiente, se efectuó una Conferencia de Prensa en la cual el Cardenal hizo pública la visita a Cuba del Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Monseñor Dominique Mamberti, entre los días 18 al 20 de junio. Si bien, señaló que el motivo del viaje no eran las demandas que venían haciendo las llamadas ‘Damas de blanco’, sino el 75 Aniversario de las relaciones de Cuba y la Santa Sede, es de suponer que un tema tan sensitivo haya sido en alguna medida tratado en el contexto de la visita.

LAS NEGOCIACIONES

En su conferencia el Cardenal admitió que si bien no había en aquel momento negociaciones sobre el tema, ciertamente habían surgido conversaciones al respecto.

Un tema que también salió a relucir en la conferencia de prensa fueron las gestiones hechas por la Iglesia con Fariñas con relación a su ayuno y la alternativa de flexibilizar el mismo. En el contexto de lo discutido con él, le pidieron le diera un espacio a la Iglesia en las conversaciones ya iniciadas con el Gobierno.

El Cardenal Jaime Ortega recordó las gestiones hechas por la Iglesia en la década de los ochenta, que permitió la salida hacia EEUU de cerca de un millar de opositores y aquellos otros que salieron como resultado de las gestiones del Papa Juan Pablo II cuando visitó a Cuba.

EL PAPEL DE ESPAÑA

En estos momentos el canciller español, Miguel Ángel Moratinos, ha hablado de las gestiones que llevará a cabo su país ante la Unión Europea dirigidas a modificar su política aislacionista hacia Cuba y su disposición a procurar la normalización de relaciones entre la Unión Europea y Cuba, afectadas grandemente desde 1996.

Una determinación de la Unión Europea donde se modifique su política hacia Cuba, ciertamente, traería un efecto adicional en el contexto del aislamiento de la posición de EEUU en su política de Bloqueo a Cuba.

Después de todo, Europa participa junto a Estados Unidos como socio económico y como socio militar a través de la OTAN.

Por otro lado, un diálogo de esta naturaleza tiene también un efecto positivo en el fortalecimiento de las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno cubano.

De acuerdo con una columna publicada el 30 de junio, en el diario estadounidense Wall Street Journal, en ocasión de una visita hecha por el Cardenal Ortega a Washington esa semana, el prelado se reunió con altos funcionarios de la Administración Obama, entre ellas Arturo Valenzuela, Sub Secretario de Estado para el Hemisferio Occidental, y con Howard Berman, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

RELACIÓN CUBA-EEUU

Mientras se producen estos contactos, delegaciones de Estados Unidos y Cuba se han venido reuniendo en Nueva York para la discusión de temas migratorios, donde uno de los puntos presentes ha de haber sido la situación de los prisioneros cubanos en cárceles estadounidenses y la negativa de visas a sus esposas y familiares para viajar a verlos a Estados Unidos.

Como en otras ocasiones en que se han dado grandes saltos históricos en las relaciones entre estados donde la hostilidad ha sido una constante, los pasos iniciales son solo pasos periféricos.

No podemos tampoco obviar en estos momentos el contexto internacional creado entre Estados Unidos, Inglaterra y la Federación Rusa en el marco del intercambio de prisioneros acusados y encarcelados por espionaje respectivamente, y la reacción mundial favorable a este tipo de iniciativas.

En el caso cubano, existen cinco prisioneros en cárceles estadounidenses que ya han extinguido 10 años de sus condenas en ese país, a la vez que existen prisioneros en Cuba, incluyendo de EEUU, convictos de actividades llevadas a cabo contra la seguridad del Estado que incluyen el espionaje, los cuales también extinguen penas de prisión.

Un intercambio general de prisioneros sería un salto cualitativo en el mejoramiento de las relaciones políticas entre EEUU y Cuba, que unido a medidas que lleven al final del Bloqueo contra Cuba y la normalización de relaciones entre ambos estados, lo que significaría el fin de un largo periodo de la Guerra Fría.

De lo contrario, acciones que flexibilicen este ‘bloqueo’ no conducirán, según el gobierno cubano, a su eliminación.

Pero este paso dado por el gobierno de Raúl Castro, pudiera identificarse como un gesto de buena voluntad o una maniobra táctica que permita abrir espacios flexibles ante la grave crisis que atraviesa Cuba. Es la combinación de ambas cosas, una ‘buena voluntad forzada con la lógica de mediaciones humanitarias que permiten entonces que los buenos ojos de la Europa Comunitaria en particular y del mundo en general, puedan tener una mirada diferente con la Isla.

Cierto es que la reacción en el exterior ha sido muy favorable a la liberación de los presos, también en Cuba ha causado simpatías en la población, que la ha visto como un paso necesario para la búsqueda de salidas, otro la ha mirado con la reivindicación impostergable, pues nunca debieron sufrir condenas tan excesivas.

El paso dado por el gobierno cubano, con la clara mediación de factores externos, es sin duda una decisión realista. Ojalá sea el principio de otros momentos de cambios.

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