Dos largos y penosos años

Actualizado
  • 19/03/2012 01:00
Creado
  • 19/03/2012 01:00
H an transcurrido dos años desde aquella noche de marzo de 2010. Una comisión de la policía política del régimen (SEBIN-Servicio Bolivar...

H an transcurrido dos años desde aquella noche de marzo de 2010. Una comisión de la policía política del régimen (SEBIN-Servicio Bolivariano de Inteligencia) se presentó en mi casa para hacerme preso y trasladarme a su sede en el Helicoide de Caracas. Exhibían una orden de aprehensión dictada por un Juez de Control a solicitud del Ministerio Público. Todo por denuncia de dos pobres hombres, miembros de la Asamblea Nacional, con más vocación rastrera que de diputados. Pedían y les fue concedido, que me enjuiciaran penalmente por los delitos de conspiración, instigación al odio y difusión de información falsa. No me sorprendió la presencia policial. En pocos días anteriores había comparecido ante la Fiscalía. De aquella audiencia no me quedó ninguna duda sobre el cumplimiento de la orden que les habían impartido desde las alturas. Se estaba tramitando con extrema rapidez, en contraste con las actuaciones normales de todas las instancias de una administración de justicia convertida en vergüenza nacional. Fui detenido. Durante las dos primeras noches tuve que dormir en una colchoneta colocada en el piso del estrecho salón de visitas. Luego, durante casi dos meses, en un calabozo debidamente preparado, sin ventana.

La razón de todo estaba en afirmaciones y comentarios hechos en el programa Aló Ciudadano de Globovisión, sobre actuaciones de Eloy Velasco, juez de la Audiencia Nacional de España con relación a presunta colaboración de la ETA con las FARC y actuaciones en territorio venezolano con la colaboración de funcionarios del régimen y conocidos etarras protegidos del gobierno chavista. Exigí del Presidente la mayor colaboración posible con la justicia española, para despejar las crecientes dudas existentes, sobre la veracidad de los hechos establecidos en España. A dos años de distancia las sospechas crecen y los indicios hoy son clara evidencia. Las estructuras del crimen organizado están por la libre en Venezuela. En el juicio, el Ministerio Público retiro primero el cargo de conspiración y luego, el de instigación. Fui condenado a dos años de prisión, con pena sustitutiva de prohibición de salir del país. La decisión fue apelada hace tiempo. Hubo rotación de jueces y el proceso empezó de nuevo. Aún no hay sentencia definitivamente firme. No resistí la tentación de recordar algunas cosas. Hay quienes han sufrido mucho más que yo, gracias a los atropellos calculados del castro-chavismo y a una administración de justicia sin vergüenza ni dignidad. No podría mencionarlos a todos. Pero mi afecto, gratitud y amistad están concentrados en los presos políticos, y más en aquellos calabozos inolvidables.

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