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- 07/09/2014 02:00
- 07/09/2014 02:00
Al menos medio centenar de parlamentarios brasileños han sido implicados en el escándalo por corrupción en la petrolera estatal Petrobras. La acusación, formulada la noche del viernes por el exdirector de la petrolera Paulo Roberto Costa, ha encendido la campaña electoral del gigante sudamericano.
Costa, preso por lavado de dinero, describió un amplio sistema de corrupción que compromete a la compañía estatal y a 49 diputados,1 2 senadores y un gobernador del partido de los Trabajadores y sus aliados PMDB (que llevaron a Dilma Rousseff al poder) de haber recibido sobornos por contratos.
El diario O Estado de Sao Paulo, por su parte, habla de por lo menos 32 legisladores, un gobernador y cinco partidos, aunque no menciona cuáles son. ‘Todo el día tenía un político tocando a mi puerta’, habría dicho Costa.
Las confesiones del exjefe de Petrobras ocurren bajo un régimen de confesión que le permitiría obtener beneficios judiciales y reducir a penas mínimas los casi 50 años a los que podría ser condenado si es hallado culpable.
Su declaración fue enviada al Tribunal Supremo federal, que deberá decidir si valida o no este acuerdo.
LA RUTA DE LA CORRUPTELA
Costa explicó que los legisladores involucrados recibían comisiones de 3% sobre el valor de los contratos firmados por Petrobras, entre 2004 y 2012, cuando él ocupaba el cargo de director de refinería y aprovisionamiento de la petrolera.
Los contratos —dijo el exfuncionario— se firmaban con una cuadrilla de compañías creada dentro de la petrolera, en casi todas sus áreas, con el fin de disimular estas malversaciones.Costa es investigado como parte de la operación ‘Lava Jato’ (Lavado Express), que desbarató una red de lavado de dinero y corrupción acusada de mover $4,500 millones, situación que terminó alcanzando a Petrobras.
En Brasil los analistas creen que debido a la falta de confirmaciones oficiales, detalles sobre la identidad de los parlamentarios o los partidos denunciados, es difícil prever las consecuencias de este escándalo en la tensa campaña electoral, a un mes de la elecciones generales del 5 de octubre. Si estas acusaciones se confirman, las revelaciones le jugarán en contra a la presidenta Dilma Rousseff, considerando la importante tutela ejercida por Brasilia sobre Petrobras.
Además, pondría más picante a la campaña electoral, movilizada tras el sorpresivo resultado de los últimos sondeos, que dan como ganadora a la candidata ecologista y evangélica Marina Silva en una segunda contra Rousseff.