Temer pasa página de la corrupción y se concentra en la economía

El presidente brasileño, Michel Temer, librado de un eventual juicio penal por la Cámara baja, afirmó hoy que "la verdad venció" y que ahora trabajará por la recuperación de la economía y también cuidará su salud, aquejada por problemas urológicos.

"La verdad venció" y Brasil "está más fuerte después de que sus instituciones fueron probadas de forma dramática en los últimos meses", señaló Temer sobre la crisis causada por las acusaciones de obstrucción judicial y asociación ilícita que formuló en su contra la Fiscalía General.

Esos cargos, que Temer siempre negó y que mantuvieron en vilo al Gobierno en las últimas semanas, fueron rechazados este miércoles por 251 votos frente a 233 en el pleno de los diputados, que por imperativos de la Constitución brasileña debía avalar su eventual enjuiciamiento.

En un vídeo divulgado hoy, Temer aseguró que "la verdad venció", que "prevalecieron las garantías individuales e institucionales de la Constitución" y que "es hora de enfocar lo que interesa al pueblo", que es fortalecer el esfuerzo por la recuperación plena de la economía y el empleo.

Temer grabó el mensaje en su residencia oficial, en la que guarda reposo después de que, este mismo miércoles, en medio de la crucial votación en la Cámara de Diputados, permaneció hospitalizado unas diez horas debido a una obstrucción urológica.

"La orientación de los médicos es que permanezca en reposo unos días", escribió hoy en sus perfiles en las redes sociales, con lo que dio a entender que reducirá el ritmo de trabajo para cuidar de su salud.

También a través de las redes sociales, destacó que su Gobierno licitará este viernes ocho yacimientos de petróleo y gas en el llamado presal, que concentra en aguas profundas del Atlántico casi un tercio de las reservas probadas de hidrocarburos del país.

"Será una oportunidad para generar miles de millones de dólares en inversiones y crear cada vez más empleos", agregó el gobernante.

Según cálculos oficiales, esas subastas, en las que participarán algunas de las principales petroleras del mundo, pueden generar inversiones por unos 36.000 millones de dólares en los próximos años y fortalecer así el esfuerzo del Gobierno por reducir su crónico déficit fiscal.

La convalecencia de Temer no ha paralizado el Gobierno, que hoy mismo pasó la página de la corrupción y comenzó a discutir la agenda económica del país, que según dijo el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, será "la primera prioridad".

Según el ministro, hombre fuerte del equipo económico de Temer, el rechazo parlamentario a los cargos que enfrentaba Temer devolverá a las cámaras la "normalidad" y "agilidad" que habían perdido en medio del análisis de las acusaciones contra el mandatario.

Meirelles, de hecho, analizó las propuestas que el Gobierno tiene pendientes en el Legislativo durante una reunión que tuvo hoy con el presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia, quien coincidió en que "ahora lo importante es volver a discutir la agenda económica".

Las principales iniciativas en discusión son una alteración de las normas para el acceso a la jubilación, que el Ejecutivo propone endurecer para atenuar el millonario déficit de la seguridad social, y una reforma tributaria aún no definida por el equipo económico.

Esas medidas complementarían el paquete de reformas estructurales que el Gobierno ha impulsado durante el último año, que incluye un fuerte recorte del gasto público y unas impopulares reformas de las leyes laborales ya aprobadas.

Todas esas propuestas deben pasar por el cribo del Parlamento, que si bien le dio un sólido respaldo a Temer frente a los cargos por presunta corrupción, comienza a pensar en las elecciones del año próximo, en las que será elegido un nuevo presidente pero también serán renovadas las cámaras legislativas.

Según fuentes parlamentarias, la proximidad de las elecciones, previstas para octubre de 2018, pudiera dificultar la aprobación de medidas claramente impopulares e impulsadas por un presidente que tiene, de acuerdo a las encuestas, el escaso apoyo de entre un 3,5% y 5% de la sociedad.