Protesta ante deportación deja un saldo de 40 muertos en frontera México- EE.UU.

A las 10:00 p.m. del lunes, un grupo de venezolanos migrantes, alojados en el Instituto Nacional de Migración (INM), en Juárez, área fronteriza entre México y Estados Unidos, iniciaron un motín en protesta a su posible deportación, lo que generó un conato de incendio que extendió y, hasta el momento, ha dejado un saldo de 40 muertes, varios intoxicados por humo y heridos en estado delicado-grave, informan medios internacionales.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, informó en horas de la mañana el deceso de 39 migrantes. El portavoz de la Presidencia de México, Jesús Ramírez Cuevas, precisó que la cifra de fallecidos es de 40.

Según fuentes, la protesta empezó en el baño de los hombres. Los migrantes tomaron colchones, ropa y mobiliario y con un solvente prendieron fuego, pero al salirse de control estos intentaron abandonar las instalaciones; sin embargo, la densa nube de humo asfixió a varios.

En las instalaciones fallecieron 37 personas y dos más en hospitales.

El INM, también conocido como “Estancia Provisional de Ciudad Juárez” es un centro donde las autoridades mexicanas alojan a los migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos ilegalmente.

Las oficinas del INM están junto al Puente Internacional Reforma, en la calle Lerdo, a escasos metros de la Presidencia Municipal y cerca del río Bravo, que colinda con la ciudad El Paso, Texas, Estados Unidos.

A escasos metros del INM se encuentra una estación de bomberos, quienes recibieron la llamada 15 minutos después de iniciado el fuego.

El total de migrantes alojados en el INM era de 68 hombres, la mayoría oriundos de Centroamérica y Suramérica, específicamente, Venezuela.

Los heridos en estado delicado-grave fueron trasladados en ambulancias a cuatro hospitales de la localidad para su atención inmediata, la mayoría al Femap, a una cuadra del INM.

Ciudad Juárez viene registrando distintas tensiones por los migrantes, quienes tienen los refugios saturados y hay personas pernoctando en las calles. En días pasados, autoridades locales le impidieron a los migrantes recolectar dinero en la vía pública, lo que detonó la molestia de ellos.

Tras la publicación del hecho, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dio más información sobre el caso en su rueda de prensa matutina: “Tuvo que ver con una protesta que ellos comenzaron a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados y, como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego; y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, informan los medios internacionales.