El sargento canjeado Bowe Bergdahl regresa a su tierra

Actualizado
  • 14/06/2014 02:00
Creado
  • 14/06/2014 02:00
Tras cinco años capturado por los talibanes en Afganistán, el sargento llegó a Texas para continuar su recuperación

El sargento Bowe Bergdahl, el último prisionero de guerra estadounidense en Afganistán, llegó ayer al Centro Médico del Ejército en San Antonio (Texas), anunció el Pentágono.

‘Mientras Bergdahl permanezca en el centro médico continuará la próxima fase de su proceso de reintegración’, indicó en un comunicado el portavoz del Pentágono, almirante John Kirby. ‘No hay un calendario para este proceso’, añadió Kirby, que destacó que ‘su atención está enfocada en la salud y el bienestar del sargento’.

El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, confía en que el Ejército continuará asegurando que Bergdahl reciba el cuidado, el tiempo y el espacio que necesita para completar su recuperación y reintegración.

Por su parte, el coronel Tim Marsano, vocero de la familia de Bergdahl indicó que los padres del sargento Bergdahl están felices por el regreso de su hijo, aunque no revelarán sus planes de viaje.

‘TORMENTA’ POLÍTICA

El intercambio de Bergdahl por militantes talibanes provocó una tormenta política en Washington, donde se acusó al presidente Barack Obama de no haber informado al Congreso como indica la ley, y de haber sentado el precedente de negociar con secuestradores.

Además, su desaparición de la base en el este de Afganistán en la que estaba apostada en 2009 alimentó especulaciones de que el soldado habría desertado de su puesto antes de ser capturado, y que por ello podría ser objeto de encausamiento por parte de las autoridades militares.

Esta semana, apareció correspondencia de Bergdahl que sugería que el soldado se encontraba en un estado de perturbación mental antes y durante su despliegue, y que carecía de confianza en sus superiores.

‘El liderazgo era escaso, si no inexistente", escribió en una de las dos cartas enviadas a la familia durante el tiempo que estuvo preso y que fue publicada por la web The Daily Beast .

También le dijo a la familia que la situación desde su llegada a Afganistán eran ‘malas para las tropas’ y que las órdenes de los oficiales ‘mostraban un alto desconcierto (en lo relacionado) con la seguridad de las tropas en el campo’.

Además, había ‘condiciones inaceptables para los hombres que trabajan y arriesgan la vida cada momento fuera de la alambrada’.

Bergdahl también parece buscar que se entienda su desaparición, aunque no dice explícitamente que hubiera desertado. Tampoco queda claro en qué medida sus secuestradores, de la red Haqqani (extremistas aliados con los talibanes), estaban dictando lo que debía escribir a su familia.

En las misivas se repiten errores ortográficos y de sintaxis.

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