México: impunidad al límite

Dos funcionarios prófugos de la justicia (el jefe de la policía y el alcalde de Iguala), seis muertos y 43 estudiantes desaparecidos, es el saldo trágico de esta semana, tras una represión policial contra una manifestación estudiantil. Pero ¿quién puede dar una orden así en el estado de Guerrero y, seis días después, nadie sepa nada? Este suceso se suma a lo ocurrido recientemente en Tlatlaya, ciudad de México, donde se dieron presuntas ejecuciones masivas, 22 personas fueron asesinadas, y seis militares son investigados.

Todo esto ocurría en medio de los asesinatos y la violencia que a diario hostiga a la sociedad mexicana donde el espectro del caos en seguridad pública es una espiral ascendente.

Tanto en Iguala como en Tlatlaya, que tienen en común que son las autoridades locales, la policía y militares, los sospechosos señalados de las desapariciones y las muertes, los casos afectan directamente al gobierno de Enrique Peña Nieto quien ve desmoronarse su autoridad y sufre una merma considerable de liderazgo para abordar eficazmente tales desafíos. Lo que cuestiona el país y lo tiene estupefacto es que pueda darse la masacre de 22 personas en el distrito de Tlatlaya y las desapariciones de 43 estudiantes de un politécnico en Iguala y el gobierno siga sin esclarecer los hechos. La sociedad mexicana presiente –con brutal resignación- que todo podría quedar sin responsables. La Encuesta Nacional de Investigación de Victimización y Percepción de Seguridad Pública, que publicó esta semana el diario La Jornada, destacaba la ‘cifra negra’ del sistema: el 93.8 % de delitos ocurridos los últimos 12 meses en México están absolutamente impunes. Lo grave es el cinismo de algunas respuestas oficiales. A los padres que buscan a sus hijos desaparecidos les persuaden para que dejen todo en ‘manos de las autoridades’. Pero los padres exigen ‘Queremos a nuestros hijos vivos’. En la memoria colectiva de los mexicanos está -46 años después- muy viva la Matanza de Tlatelolco (octubre, 1968), cuando cientos de estudiantes mexicanos fueron desaparecidos tras una represión policial salvaje en la Plaza de las Tres Culturas.