Rohaní se va de la ONU sin contacto con EE.UU. y distanciado de Europa

Actualizado
  • 27/09/2019 07:00
Creado
  • 27/09/2019 07:00
Rohaní cerró este jueves su agenda en Nueva York con una conferencia de prensa en la que volvió a dejar claro que hasta que Washington no levante sus sanciones, no habrá una negociación

Sin ningún tipo de contacto con Washington y distanciado de Europa, el paso del presidente iraní, Hasan Rohaní, por Naciones Unidas no ha servido para rebajar la tensión entre su país y Estados Unidos ni para apagar el incendio causado en el Golfo por los ataques al petróleo saudí.

Rohaní cerró este jueves su agenda en Nueva York con una conferencia de prensa en la que volvió a dejar claro que hasta que Washington no levante sus sanciones, no habrá una negociación.

"Si llega un momento en el que estas condiciones previas se quitan de la mesa, por supuesto que existe la posibilidad de hablar con Estados Unidos", explicó el líder iraní desde un suntuoso salón de un hotel cercano a la ONU, decorado con motivos tradicionales persas.

Ante un nutrido grupo de periodistas, Rohaní insistió en los mensajes que ya había dejado un día antes en la Asamblea General, donde había descartado ante los líderes internacionales negociar bajo el yugo de las sanciones.

"Nunca vamos a negociar con un enemigo que busca hacer que Irán se doblegue utilizando armas de pobreza y presión", había dicho.

SIN FOTO HISTÓRICA

Siempre había parecido improbable, pero durante las semanas previas a la Asamblea General de la ONU había crecido la especulación sobre un posible encuentro en Nueva York entre Rohaní y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump.

El propio presidente estadounidense había alimentado las expectativas, mientras que el jefe del Elíseo, Emmanuel Macron, trataba de mover los hilos para propiciar un encuentro que habría sido histórico.

Sin embargo, los ataques de este mes contra refinerías saudíes, de los que Washington culpó a Irán, cambiaron rápidamente el panorama, según admitió el Gobierno francés.

Así, la foto más esperada de la Asamblea General de la ONU nunca llegó a producirse.

Rohaní, que mantuvo una amplia agenda de encuentros durante su paso por Naciones Unidas, aseguró este jueves que no hubo ningún tipo de contacto con la delegación estadounidense.

CRÍTICAS A EUROPA

Sí hubo numerosas reuniones con líderes europeos, pero el presidente iraní pareció salir bastante decepcionado de las mismas.

"Cuando se trata de actuar, Europa ha mostrado incapacidad o falta de voluntad", dijo a los periodistas.

Rohaní se refería a las promesas europeas para salvar el pacto nuclear de 2015 tras la retirada de EE.UU. el pasado año, que para Teherán nunca se han materializado.

Según subrayó, las alternativas financieras propuestas desde Bruselas para esquivar las sanciones estadounidenses no funcionan y, como consecuencia, Irán no está recibiendo los beneficios económicos que prometía el pacto atómico.

El compromiso europeo con ese pacto, de hecho, parece flojear, sobre todo después de los ataques contra Arabia Saudí, que han acercado a algunas capitales a las tesis de Trump, que quiere un nuevo acuerdo más amplio que frene también la capacidad militar iraní, sobre todo su programa de misiles.

Esta semana, Francia, Alemania y el Reino Unido -las tres potencias europeas firmantes del acuerdo nuclear- culparon a Teherán del ataque a las refinerías.

Rohaní insistió en su rueda de prensa en que Irán "no tuvo nada que ver" y reclamó a esos países pruebas para respaldar sus acusaciones.

EL JUEGO DE LOS VISADOS

Mientras tanto, la Casa Blanca sigue apretando las tuercas a Teherán, con duras sanciones económicas y, desde este miércoles, con una prohibición para que altos funcionarios iraníes entren en Estados Unidos.

Este jueves, Rohaní dio a entender que los miembros de su Gobierno no tienen mucho interés en pisar suelo estadounidense más que para asistir a Naciones Unidas.

Ahí sí, el líder iraní consideró inaceptable que Washington imponga restricciones -como han sufrido recientemente algunos diplomáticos iraníes, rusos o cubanos- y acusó a EE.UU. de aprovecharse de su estatus como país anfitrión de la ONU.

"Votaríamos a favor si alguna vez se nos pregunta si la sede de Naciones Unidas debe trasladarse a un país más seguro y mejor, que no tenga los estrechos puntos de vista de los que hemos sido testigos", respondió preguntado por esa opción.

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