Una epidemia de impacto mundial

La humanidad se ha enfrentado, frecuentemente, a  epidemias que han aparecido en diferentes épocas y países. La peste bubónica (negra), la  viruela, el cólera, la  fiebre, amarilla, la malaria, la gripe aviar, el ébola, VIH, son  algunos  ejemplos.

Ahora que los seres humanos se  enfrentan  a la contaminación ambiental, alimentos químicos y genéticamente modificados,  armas  químicas de destrucción masiva, y el desarrollo de la  biotecnología  y genética, las personas están expuestas a brotes  epidémicos.  En un mundo globalizado, cualquiera epidemia se desarrolla y transmite a nivel global  rápidamente.

El dolor humano que  viven  y padecen las personas  con  cualquiera epidemia, independientemente donde aparezca, se reproduzca e impacte, debe conducir a la solidaridad de  las  personas, en lugar de pánico, burlas, chistes o  manipulación  política.

Además del sufrimiento humano que viven los familiares  de los fallecidos y de los contagiados, los retos para los sistemas de salud de los países con  brotes de  Covid-19, el impacto geopolítico, económico, social y ambiental tiene consecuencias inimaginables.

Que la epidemia se haya detectado en China tiene dimensiones globales. Al ser China la primera economía mundial, el impacto financiero y económico es devastador. El comercio mundial se contrae,  las importaciones y exportaciones de China afectan a muchos países, la producción de marcas comerciales de impacto global como Apple, Addidas, Jaguar, Volkswagen, Huawei, etc., han sido afectadas. Según Bloomberg, las fábricas chinas están operando entre 60% a 70% de su capacidad, mientras que las industrias de gas, petróleo, electricidad y comunicaciones laborales al 100%.

Los mercados de capitales han caído, las monedas se devalúan, el turismo se paraliza, las aerolíneas y hoteles resienten el impacto. Según informe de IATA (International Air Transportation Association), la aerolínea AL de Israel ha despedido cerca de 1000 empleados; AA (American Airlines) suspendió las ventas de boletos a Milán: Lufthansa redujo sus operaciones en 25% y Turkish Airlines suspendió las ventas a China, Italia, Corea del Sur e Irak, y otras aerolíneas están pidiéndole a sus empleados que se acojan a vacaciones.

La FED de Estados Unidos anuncia disminución de los intereses de 0.50 con el objetivo de reactivar la economía, y es posible que la vuelvan a reducir en 0.25 en su próxima reunión programada para la primera quincena de marzo de 2020. El BCE (Banco Central Europeo) se preocupa por proporcionar liquidez a las empresas del viejo continente. La OECD había proyectado un crecimiento mundial para 2020 del 2.9% y lo revisó y ajustó a 2.4%.

Estados Unidos proyecta crecer a 1.9%, en un año de elección presidencial. China, que proyectó su crecimiento en 4.9%, deberá próximamente hacer un ajuste por el impacto económico y financiero de la crisis global para este año.  La imagen de China y sus productos sufren  y el crecimiento económico mundial disminuye:  “Cuando la economía china estornuda, la economía global se estremece”.

La epidemia del coronavirus  tendrá  un impacto fuerte en la economía de Panamá. El crecimiento económico del PIB en 2019 se oficializó en 3% y se proyecta un crecimiento para 2020 de 3.7%, según estimaciones del MEF, pero con el escenario actual es recomendable que el MEF revise su proyección para este año.

China es el segundo usuario del Canal, y el tránsito de buques y mercancía afectará los ingresos por peaje, además del cobro por el agua usada en cada tránsito a las navieras y el reciente anuncio, por la sequía, del ajuste de calado a los buques, con su consecuente afectación de los ingresos.

El principal socio de la Zona  Libre de Colón (importaciones) es China, por lo tanto, la ZLC sufrirá una escasez de inventario de productos chinos, que  afectará  las ventas en la región. Las actividades de la Zona Libre de Colón se contrajeron en 9.2% en el año 2019, lo que representó $100 millones menos en sus reexportaciones y no se proyecta una recuperación en 2020, entre otros factores, por limitaciones de inventarios.

Además de las actividades del Canal y la Zona Libre de Colón, Panamá será impactada por el sector turismo.  Las aerolíneas  a nivel global están  reduciendo sus vuelos a los países afectados, dejando aviones en pista y despidiendo personal. Air China  anuncia suspensión temporal, y  quizá  definitiva, de  sus vuelos a  Panamá.

Las industrias de cruceros están  severamente  impactadas, los hoteles están con 42% de niveles de ocupación; la actividad de convenciones y congresos  ha  disminuido, los espectáculos públicos se posponen o cancelan, las agencias de viajes, que son los intermediarios turísticos  importantes  ven reducidas sus actividades.

Tocumen S.A, reportó para 2019 un tránsito de 16.5 millones de pasajeros, que visitaron Panamá, incluyendo los que vinieron para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que fue una actividad extraordinaria no concurrente. Y en lo que va de 2020 los pasajeros se han visto reducidos a 49,568, o sea, 3.34% menos. Las exportaciones de productos  hacia China buscan otros mercados.  Se puede producir una inflación por la escasez de productos chinos  y un decrecimiento económico  por el impacto de la crisis.

El Gobierno Nacional, gremios empresariales y  laborales,  y los panameños en general, deberían evaluar el nuevo escenario  que enfrenta  la economía  nacional.  Revisar  las estimaciones de crecimiento del PIB, endeudamiento y gasto público, aumento del desempleo, niveles de inversión extranjera y calificación de riesgo.

La ACP debe informar al país sus mejores estimaciones sobre el impacto de la crisis.

La Zona Libre de Colón debe revisar sus proyecciones y los bancos que operan el sistema bancario deben presentar un plan de reactivación económica y revisar sus intereses, después de las reducciones que hizo la FED, y que probablemente, aumentará para finales de mes.

El impacto que tendrá la crisis económica en Panamá afectará la escasez de inventario y la rentabilidad de las empresas. Cada sector debe formular una estrategia para superar la crisis, y no deberán extrañarse de que el crecimiento del PIB para 2020 sea menos del 3%.

China ha de comprender su responsabilidad global. Cuando se llega a ser la primera potencia económica mundial, el impacto es mayor y tiene el compromiso de tener estrictos protocolos de producción,  control de alimentos y prácticas sanitarias. El impacto de esta epidemia, en la imagen global de China, es innegable y  demorará  su recuperación.

Para la filosofía oriental, “cada crisis debe convertirse en una oportunidad”.

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