Los vientos del cambio: 25 años de la caída del Muro de Berlín

Actualizado
  • 09/11/2014 01:00
Creado
  • 09/11/2014 01:00
Hoy, domingo 9 de noviembre, se cumplen 25 años de la caída del Muro de Berlín, que supuso el comienzo de una nueva era para el mundo

"Se podrá viajar fuera de la República Democrática Alemana (RDA) sin condiciones previas...", aclaraba Günter Schabowski, político y portavoz del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED). Casi al instante, un periodista de la revista Bild le preguntó a partir de cuando entraba en vigor la medida. "Según entiendo yo... inmediatamente", improvisó Schabowski.

Las declaraciones del dirigente fueron el detonante de un movimiento que reunió a los berlineses en torno al muro, pidiendo el fin de la separación de las dos Alemanias.  No obstante, la caída de la muralla de cemento era un pensamiento que rondaba la cabeza de los habitantes de los países divididos. Según estadísticas del Instituto de Demoscopía Emnid, para 1987 un 80% de la población aspiraba al fin de la división, mientras que sólo un 3% lo creía posible.

Entonces, si existía tanta desesperanza, ¿Cómo fue posible la caída del muro? De hecho, las condiciones necesarias para que se produjera este hecho histórico se fueron gestando a partir de mayo de 1989 con una serie de protestas conocidas como "la revolución pacífica", que tuvieron lugar en Berlín y en otras ciudades del este de Alemania. Realmente, el muro empezó a derrumbarse con estas acciones, entre otras, con las masivas manifestaciones de los lunes en Leipzig, donde se coreaban consignas como "Nosotros somos el pueblo" o "Libertad para viajar".

1961-SE LEVANTA EL MURO

La construcción  del muro comenzó en agosto de 1961 por orden de los dirigentes del partido comunista de la RDA para acabar con el éxodo de ciudadanos, muchos de ellos jóvenes y altamente calificados, que amenazaba con deteriorar el funcionamiento del país.

Pero, ¿Qué situación llevó a la creación de dos países, Alemania del Este o República Democrática Alemania (RDA) y Alemania Occidental o la República Federal Alemana (RFA)? La respuesta a esta pregunta yace en las consecuencias que trajeron consigo el fin de la Segunda Guerra Mundial para el país . Luego de 1945, Alemania quedó devastado; sus hombres heridos, lisiados o muertos y la economía por el piso, con una deuda de 22 millones de dólares por daños materiales.

La repartición de Alemania en zonas fue uno de los puntos acordados en la Conferencia de Yalta, que tuvo lugar en la península de Crimea en febrero de 1945, meses antes del fin de la guerra.Durante esta reunión, se decidió que Francia, Estados Unidos e Inglaterra se hicieran con la parte Oeste de Alemania, en tanto que la Unión Soviética hizo lo propio con el Este.

De esta manera surgen también los dos bloques que dividieron al mundo durante la Guerra Fría: el bloque capitalista, liderado por Estados Unidos; y el bloque comunista, encabezado por la Unión Soviética,  cuya disolución ocurrió en 1991, después de la caída del muro y la unificación de ambas Alemanias.

LOS VIENTOS DEL CAMBIO

Willy Brandt, antiguo canciller de Alemania Occidental (1969-1974) y alcalde de Berlín Occidental desde 1957 hasta 1966, pronunció un discurso histórico. “Siempre supe que la separación de hormigón, alambre de espino y franja de la muerte iba contra la corriente de la historia. Lo dije en verano, sin saber que iba a pasar tan pronto: Berlín vivirá y el Muro caerá”.

Durante el verano de 1989 ya era el momento propicio. La huida masiva de alemanes del este en búsqueda de refugio en la Embajada de la República Federal alemana en Praga puso en jaque al gobierno de la RDA, que ya no podía contener a los miles que escapaban por la frontera austro-húngara para obtener asilo en Alemania Occidental.

Fue el discurso del político liberal Hans Dietrich Genscher desde el balcón de la embajada de la República Federal en Praga en septiembre de 1989, lo que causó conmoción en ambos países. "Estamos aquí hoy para comunicarles, que su partida...", el resto del pronunciamiento es inaudible debido a los gritos ensordecedores de júbilo.

El muro, una barrera de 3,6 metros de alto, empezó a destruirse a mazazos la noche del 9 de noviembre de 1989, después del error burocrático protagonizado por Schabowski. Fue la noche que cambió la historia, ya que  cuando el muro cayó, cayó también el Telón de Acero y acabó simbólicamente la Guerra Fría. Era el comienzo de una nueva era.

En palabras más poéticas, me tomo la libertad de citar las letras de la canción "Wind of Change" ("Viento de cambio") de la mítica banda de rock alemana Scorpions, también conocida como "El himno de la reunificación". Dice así: "El viento de cambio sopla de frente a la cara del tiempo, como un viento encolerizado que hará retumbar la campana de la paz". Y vaya que retumbó.

ACERCA DE MUROS EN LAS CABEZAS Y UNIFICACIÓN

El muro mantuvo dividido a dos hermanos durante más de 3 décadas, creando así dos sociedades distintas en pensamientos, gustos y estilos de vida. Los occidentales llamados Wessis y los orientales Ossis, incluso después de la reunificación, continuaban viviendo cada uno para sí mismos. Este síndrome conocido por psicólogos y estudiosos como "muro en la cabeza", se superará con el tiempo, de acuerdo a estudios.

Hoy ya no existe el muro. Solo se ha conservado un trozo intacto de aproximadamente una  milla llamado "East Side Gallery" para ser utilizado por pintores. Las nuevas generaciones ya no sienten tanto esta división, a tal punto de que se sienten más europeos y alemanes que pertenecientes al este u oeste.

En palabras de uno de los ensayistas de mayor perfil y más conocidos de Alemania, el periodista del diario "Die Zeit", Theo Sommer, "La reunificación es un proceso que exigirá todas nuestras fuerzas. Con seguridad deberemos trabajar durante décadas. La receta que ya una vez aplicamos con gran éxito fue: ¡Cerrar filas y a subirse las mangas! ¿Por qué no habría de funcionar ahora?"

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