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- 19/06/2017 02:00
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Un incendio de enormes proporciones desatado este sábado en el centro de Portugal ha causado 61 muertos y 59 heridos, lo que ha llevado al Gobierno a calificar el suceso como "la mayor tragedia de víctimas humanas de los últimos tiempos" en el país.
Las llamas, aún activas en cuatro frentes -en uno de ellos con extrema violencia-, comenzaron la tarde de este sábado por causas desconocidas en el término municipal de Pedrógão Grande, situado en el distrito de Leiria.
‘Estoy conmocionado y horrorizado por la cantidad de vidas que se cobraron los devastadores fuegos en la región de Pedrógão Grande en Portugal. Naciones Unidas está lista para prestar ayuda',
ANTÓNIO GUTERRES
SECRETARIO GENERAL DE LA ONU
La información aportada por las autoridades, centradas por el momento en atender a las víctimas, apuntan a un fuego de bajas dimensiones que, debido a "vientos descontrolados", se convirtieron en "un incendio imposible de controlar".
Así lo explicó a periodistas el secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno luso, João Gomes, quien dijo desde Pedrógão Grande que el fuego se propagó de una forma "que no tiene explicación".
La zona en la que se extendió el incendio, que cuenta con varias aldeas cercanas, es atravesada por carreteras rodeadas de vegetación, lo que facilitó que las llamas cercaran a muchos conductores.
La peor escena se vivió en una carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, en el distrito de Leiria, donde 18 personas, entre ellas "familias enteras", según Gomes, perecieron en sus coches.
"Fueron atrapados en una ratonera de humo", dijo a la prensa el presidente de la Liga de los Bomberos de Portugal, Jaime Marta Soares, quien explicó que "cuando las personas entraron en esas carreteras, el incendio podría estar a kilómetros de distancia".
Mientras, entre los 59 heridos hay cinco personas en estado grave, indicó Gomes, cuatro bomberos y un niño, y varias viviendas cercanas han quedado destruidas.
Portugal ha desplegado 687 efectivos de Setúbal, Coimbra y Lisboa para controlar las llamas, tarea en la que ayudan dos aviones llegados desde España y otros medios procedentes de Francia, centrados en evitar el avance del fuego y conseguir acceder a zonas en las que no se descarta que haya más víctimas.
A la zona han llegado forenses, policía judicial y equipos de psicólogos, que atienden a supervivientes en estado de shock y que, en muchos casos, han perdido a familiares en el suceso.
La situación ha sido definida por el primer ministro luso, António Costa, como "la mayor tragedia de víctimas humanas" de los últimos tiempos por un siniestro de este tipo en Portugal.
Costa llegó a Pedrógão Grande pasada la medianoche, aproximadamente a la misma hora que el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, quien explicó que las altas temperaturas y el viento estaban dificultando las tareas de extinción. Asimismo, aseguró que "no hay ni falta de competencia, ni de capacidad, ni de respuesta" ante desafíos de estas características, rechazando así los comentarios que apuntaban a una presunta falta de coordinación entre los equipos de socorro.
MENSAJE DE LA ONU
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó ayer su "profunda tristeza" y sus condolencias al Gobierno y los ciudadanos de Portugal, donde un incendio forestal ha causado al menos 61 muertes.
"Estoy conmocionado y horrorizado por la cantidad de vidas que se cobraron los devastadores fuegos en la región de Pedrógão Grande en Portugal", dijo Guterres en un comunicado remitido por su portavoz.
El diplomático luso habló este domingo con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y con el primer ministro, António Costa, para mostrarles su solidaridad, según explicó.
El también ex primer ministro portugués agradeció al Gobierno, los bomberos, los servicios de emergencias y las organizaciones civiles "que no estén escatimando esfuerzos para luchar contra el incendio y ayudar a la gente que lo necesita".
"Naciones Unidas está lista para prestar asistencia de cualquier manera posible", añadió Guterres, quien deseó una pronta recuperación a los heridos y aseguró tener en sus pensamientos y oraciones a los seres queridos de las víctimas.