• 25/08/2021 00:00

La apuesta mexicana por la unidad regional

El 24 de julio de 2021 en el histórico Castillo de Chapultepec, el presidente de México, Andrés Manuel Lopez Obrador, al encabezar el homenaje por el 238 aniversario del nacimiento de Simón Bolívar y ante 24 cancilleres, 3 vicecancilleres y 5 enviados especiales de la región, destacó la importante lucha de El Libertador en favor del ideal de la unidad de los pueblos de nuestra América.

El 24 de julio de 2021 en el histórico Castillo de Chapultepec, el presidente de México, Andrés Manuel Lopez Obrador, al encabezar el homenaje por el 238 aniversario del nacimiento de Simón Bolívar y ante 24 cancilleres, 3 vicecancilleres y 5 enviados especiales de la región, destacó la importante lucha de El Libertador en favor del ideal de la unidad de los pueblos de nuestra América.

Señaló que estamos en el momento histórico para crear un nuevo andamiaje para la convivencia entre los países de América Latina y el Caribe, pues el modelo vigente, de hace más de dos siglos, está agotado, no tiene ni futuro ni salida y ya no beneficia a ningún pueblo o nación del hemisferio.

El presidente López Obrador fue contundente al señalar que es tiempo de expresar y explorar una nueva opción: la de dialogar entre nosotros y con Estados Unidos de América para generar una nueva relación entre nuestros países es no solo posible, sino deseable.

La propuesta mexicana no es ilusoria si mantenemos vigente la necesidad de buscar la ansiada y postergada integración de nuestras naciones latinoamericanas y caribeñas, de continuar la búsqueda del ideal bolivariano que anhelaba el entendimiento entre todos los países y la unidad del continente. Bolívar lo intentó con su iniciativa del Congreso Anfictiónico de Panamá que buscaba crear una confederación de los pueblos latinoamericanos, pero que lamentablemente no ha logrado cumplirse. No obstante, tras casi dos siglos de ese hito histórico, nuestros países han mostrado la voluntad de llevar a cabo un proceso de mayor acercamiento a través de la cooperación, como se ha mostrado durante la presidencia pro tempore de México en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Como expresó el mandatario mexicano, existen argumentos para demostrar que nuestra región tiene las condiciones necesarias para avanzar y, en su caso, lograr una verdadera unión. Para ello, se requiere de una nueva visión política y económica, apegada a nuestra historia, a nuestra realidad, a nuestras identidades y a nuestras pertenencias múltiples. Frente a la obsolescencia y falta de representatividad de organismos como la OEA, estamos en condiciones de aspirar a constituir un nuevo organismo o institución regional verdaderamente autónoma con capacidad de mediación, siempre que sea aceptado por las partes, con pleno respeto a las soberanías de cada país, la democracia y a los derechos humanos, a la vez que tiene que responder a las voluntades de los Estados miembros y no de los titulares de esos organismos.

El Libertador Simón Bolívar fue pionero en sembrar la idea de una América Latina unida, pero no como lo que era, sino lo que podía ser. Hoy, el ser “latinoamericano” nos da un sentido de pertenencia que es particularmente notable cuando estamos frente a otros pueblos; un sentido de identidad colectiva. El presidente López Obrador ha generado una visión de pragmatismo y de largo aliento que hay que tener presente en todo momento: apostar por una Norteamérica y una región latinoamericana y caribeña fuertes: por nuestra América.

La presidencia pro tempore de la Celac, encabezada por México desde 2020, ha impulsado con éxito la reactivación de un diálogo basado en las coincidencias y en tender puentes sobre las disonancias. Las diferencias ideológicas de la región son algo que no se puede ni se debe negar o soslayar, pero hay que reconocer que la cooperación regional y el multilateralismo pueden ser los protagonistas y los catalizadores de un nuevo impulso unificador. La posibilidad de contar con un mecanismo que refleje los verdaderos intereses de todos los Estados de la región descansa sin lugar a dudas en nuestro único mecanismo de concertación inclusivo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Lo planteado por el presidente de México –como él mismo lo resaltó– puede parecer una utopía, pero “sin el horizonte de los ideales no se llega a ningún lado y, en consecuencia, vale la pena intentarlo. Mantengamos vivo el sueño de Bolívar”.

Subsecretario para América Latina y el Caribe de México / embajador de México en Panamá
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