El camino del Movimiento Semilla hacia la 'primavera' en Guatemala

Actualizado
  • 17/08/2023 00:00
Creado
  • 17/08/2023 00:00
El partido Semilla pasó de no estar presente en ninguna de las encuestas que miden la intención de voto, a ser una de las alternativas que más opciones tiene de llegar a la Presidencia
El candidato a presidente Bernardo Arévalo (d) junto a su vicepresidente Karin Herrera (i)

“Nosotros intuíamos que íbamos a tener un buen resultado electoral, pero no teníamos idea de que sería tan bueno”, con estas palabras Samuel Pérez, jefe de bancada del Movimiento Semilla y exsecretario general del partido, relata a La Estrella de Panamá cómo el auge que su colectivo está teniendo en Guatemala los sorprende hasta a ellos.

Semilla, un colectivo consolidado en 2018, pasó de no estar presente en ninguna de las encuestas que medían la intención de voto para las elecciones del 25 de junio, a pasar a segunda vuelta, al ser la segunda opción política más escogida.

“Nosotros veíamos en la calle [antes de esas elecciones] que había mucho más apoyo, pero no teníamos claro si iba a ser suficiente para poder llegar a segunda vuelta”, comenta el funcionario, quien cree que para la segunda vuelta electoral, su partido “va a intentar tener una victoria electoral muy contundente”, ya que considera que lo “más probable” es que lleguen a la Presidencia del país, tras el periodo electoral del 20 de agosto.

Se trata de un escenario inédito para las encuestadoras que no colocaban esta alternativa política ni entre las primeras cinco opciones que tenían posibilidad de ganar, pero que ha acontecido tras múltiples denuncias de irregularidades, por parte de los organismos internacionales.

Grupo de observadores de la Unión Europea, llegan a Guatemala para las elecciones del 20 de agosto.

“Con base en mi experiencia como observador electoral, desde 1985, puedo decir que este proceso electoral ha sido el más accidentado y turbio de todos los que hemos tenido”, aseguró Manfredo Marroquín,  politólogo y presidente de la junta directiva del capítulo guatemalteco de Transparencia Internacional.

Un reporte del  Instituto de Investigación Ciencias Socio Humanistas (Icesh), de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, planteó que el proceso electoral vivido durante la primera vuelta se “caracterizó por una tensión permanente entre legalidad y legitimidad, ya que el derecho se instrumentaliza para fines políticos, como obstaculizar ciertas candidaturas para dejar el paso libre a otras”.

Entre las candidaturas que fueron anuladas están la del empresario Carlos Pineda, la lideresa indígena Thelma Cabrera y el hijo del expresidente Álvaro Arzú, Roberto Arzú.

“Sacaron a los que representaban riesgo para el sistema”, analizó  Thelma Aldana, quien fue fiscal de Guatemala (2014-2019) y presidente de la Corte Suprema de Justicia (2009-2014), durante un foro, a principios de julio.

Un grupo de estudiantes protesta a favor de la candidatura del Movimiento Semilla.

A esto hay que sumarle que la Corte Constitucional de Guatemala suspendió la publicación de los resultados oficiales de las elecciones, que ratificaban el avance del Movimiento Semilla, acción catalogada como “inconstitucional” por el presidente de Transparencia Internacional.

Sobre estas situaciones, Pérez confiesa que era algo “esperado”. “Nosotros proponemos acabar con el sistema de corrupción, impunidad, robo de recursos públicos y coacción del Estado, que ya es tradición en la política de Guatemala (...) Por lo tanto, mientras que ellos tengan capturado el Estado, es evidente que íbamos a esperar este tipo de acciones en nuestra contra”.

Eladio Loizaga, quien lidera la misión de observación electoral que la Organización de Estados Americanos (OEA) envió a Guatemala, aseguró en una reunión de la organización que recibieron una  “denuncia formal de parte del candidato presidencial del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo, en la que expresa que existe una persecución y criminalización de los miembros del partido político, que se realiza con fines de intimidación”.

El diputado Pérez asegura que el Ministerio Público mantiene una “persecución política” en contra de su partido, que se ve reflejada en la orden de detención que la justicia guatemalteca puso contra algunos integrantes de la agrupación, el intento de suspensión de la personería jurídica del movimiento y el allanamiento de las oficinas de Semilla.

“Tenemos afiliados que han tenido que salir exiliados del país, porque están intentando cancelar al partido o evitar la participación de Arévalo en la segunda vuelta, de forma ilegal”, acota el funcionario.

Estos acontecimientos hacen que, a juicio de Pérez, “no haya certeza” de que la segunda vuelta electoral transcurra de forma transparente. “Creemos que van a tratar de evitar nuestra participación, pero pensamos que no van a poder hacerlo”, confía el diputado, quien destaca que todos los ataques que están recibiendo, han generado una ola contraria, de apoyo al colectivo, en las calles.

El fantasma del comunismo

'Semilla es comunista' reza uno de los afiches digitales que han inundado las redes sociales de Guatemala, en torno a las posturas ideológicas que profesa el partido.

“Esto es una narrativa que utilizan no solo en Guatemala, sino en toda la región, y es evidentemente falsa”, explica el diputado, quien considera que lo que están buscando es llevarlos a una dinámica en la que deban estar constantemente desmintiendo estas afirmaciones. “El pueblo guatemalteco tiene muy claro que lo que nosotros queremos hacer es acabar con la corrupción. No es todo lo que se están inventando”, alega el exsecretario general de Semilla.

Al ser cuestionado sobre la perspectiva que su colectivo tiene sobre los gobiernos de izquierda que están presentes en la región, el diputado comenta que ellos no se reivindican como un partido de izquierda, sino como una alternativa “socialdemócrata”. “Nosotros condenamos públicamente, desde nuestra bancada en el Congreso de Guatemala, la farsa electoral de Nicaragua, en donde convirtieron la democracia en una dictadura”, comenta.

“Nosotros no reivindicamos a las izquierdas, porque nosotros no somos de izquierda”, añade.

¿Cómo acabar con la corrupción?

“Hay varias reformas que queremos hacer. Es necesario cambiar la ley electoral y de partidos políticos; hacer reformas en el proceso de administración pública, para evitar que los cargos estatales respondan a favores políticos; cambiar los mecanismos y criterios que utiliza el Estado para comprar algún producto, para incrementar la transparencia y otras reformas que son fundamentales”, considera Pérez, quien asegura que de llegar a gobernar, estos temas serían prioridad para su partido.

Aun así, todavía quedan interrogantes sobre la gobernabilidad que tendrá el movimiento, si el Congreso no decide respaldar sus propuestas. Es por eso que el diputado cataloga como “esencial” terminar con la dinámica de “sobornos” que permea sobre el accionar de los diputados oficialistas, para que su voto no vaya en función del dinero que reciben.

“Eso nos va a permitir tener un debate que se centre en los proyectos de ley y las posturas políticas, por encima de los intereses particulares”, concluye el funcionario.

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