El papa Francisco se baña de pueblo

Actualizado
  • 26/07/2013 02:00
Creado
  • 26/07/2013 02:00
ARGENTINA. En un nuevo pronunciamiento político y en directa referencia a las protestas que han tenido lugar en Brasil durante el último...

ARGENTINA. En un nuevo pronunciamiento político y en directa referencia a las protestas que han tenido lugar en Brasil durante el último mes, el papa Francisco criticó la corrupción de aquellos que no buscan sino su bien personal y llamó a los jóvenes a no desanimarse porque la realidad y el hombre mismo pueden cambiar.

En su primer viaje como pontífice al extranjero, Francisco visitó una favela de Río de Janeiro, donde dijo que ‘nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que existen en el mundo’. Además, en su visita el complejo de favelas de Manguinhos, en la zona norte de Río de Janeiro, donde viven unas 2 mil personas en casas hechas con cartón y materiales de derribo, pidió a los poderes públicos que trabajen por un mundo más justo y solidario.

También volvió a dirigirse a los jóvenes para que luchen contra la corrupción y la injusticia.

La visita se produjo en una mañana lluviosa y fría y en medio de fuertes medidas de seguridad, con policías armados y helicópteros sobrevolando una zona que era controlada por bandas de narcotraficantes y fue recuperada para la ciudad.

EN LA FAVELA

El Papa, que llegó en un pequeño vehículo Fiat, que después cambió por el papamóvil, caminó por las calles de la favela bajo la lluvia y seguido por cientos de personas, entró en una casa para saludar a sus habitantes y después se reunió con la comunidad en un campo de fútbol.

Durante su trayecto por la favela, miles de files se congregaron allí para recibir a Francisco, que caminó hasta el lugar en medio de fieles que se acercaban y a quienes saludaba con la mano o con una palmada en el brazo.

Desde que asumió su pontificado en marzo, Francisco ha sostenido el mensaje de que la iglesia tiene que estar más cerca de la población y ayudar a los más necesitados.

CELEBRACIONES

Cientos de miles de jóvenes de los cinco continentes se reunieron en la playa de Copacabana de Río de Janeiro para dar la bienvenida oficial al papa Francisco a la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a la que asistieron muchachos de 190 países.

En un ambiente festivo y desafiando el mal tiempo reinante, con una lluvia que no da tregua, los jóvenes acogieron al Papa como a una estrella del pop, entre cánticos, vivas y con miles de banderas de sus países de origen.

En este viaje, el mensaje del papa también ha fustigado elites políticas y económicas y ha motivado a la juventud para para luchar por sus ideales.

EN EL VATICANO

Mientras el Papa se baña de pueblo en Brasil, en la sede de la Iglesia católica un prelado implicado en investigaciones sobre prácticas de lavado de dinero negó las acusaciones en su contra en una carta enviada al pontífice.

El monseñor Nunzio Scarano, objeto de dos investigaciones criminales, también dijo en la carta que intentó combatir las actividades abusivas de sus superiores en la administración financiera del Vaticano. Scarano trabajó durante años como contador de alto rango de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA, siglas en inglés), a través de la cual tuvo acceso al Banco Vaticano.

El Banco Vaticano ha enfrentado crecientes críticas por no haber cumplido con los estándares internacionales de transparencia.

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