Transparencia Internacional: Los escándalos merman la credibilidad de Petro

La reputación del presidente colombiano, Gustavo Petro, está siendo cuestionada. A inicios de este mes, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció la apertura de una investigación sobre el financiamiento que tuvo la campaña del hoy presidente de la nación sudamericana.

El 30 de mayo, el CNE emitió una nota en la que “se ordena para un mejor proveer, la práctica de pruebas de oficio dentro de la actuación administrativa iniciada por presuntas irregularidades en la financiación y presentación de informes de ingresos y gastos de la campaña electoral de primera y segunda vuelta de la coalición Pacto Histórico”

Estas acciones son comprendidas por Sandra Martínez, politóloga y miembro del capítulo colombiano de Transparencia Internacional (TI). “Es un tema preocupante y es necesario que se investigue, porque los gastos reportados por el equipo de Petro y lo que se está diciendo que se invirtió, no coinciden”, asegura en conversaciones con La Estrella de Panamá.

El 2 de febrero de 2023 el CNE, máxima autoridad electoral de Colombia, recibió una queja por supuestas irregularidades en el manejo del dinero dentro de la campaña del actual mandatario. El 28 de ese mismo mes, la entidad autorizó abrir una indagación preliminar, que evidenció que no fue reportada la información comprendida en el contrato suscrito por Roa Barragán, antiguo gerente de campaña de Petro, por prestación de servicios. Esto luego de una revisión de la documentación recogida por el Fondo Nacional de Financiación de Partidos y Campañas Electorales.

A esto hay que sumarle la trama de supuesta financiación irregular en la que se vieron envueltos el exembajador colombiano en Venezuela Armando Benedetti y la antigua mano derecha del presidente colombiano, Laura Sarabia, quien también está siendo analizada por el CNE.

Benedetti saltó al ojo público hace unas semanas, tras la publicación de unos audios en los que el exfuncionario, visiblemente molesto, conversaba con Sarabia. “ Laura (...) Nos hundimos todos. Nos acabamos todos. Nos vamos presos (...) Con tanta mierda que yo sé, pues nos jodemos todos, si ustedes me joden a mí, yo los jodo a ustedes”, aseguró, en una conversación emitida por la revista Semana, a la que el exfuncionario trató de  restarle importancia, para luego salir a pedir protección ante la Fiscalía General de la Nación, pues asegura que recibió amenazas de “personas muy poderosas”.

Sobre estos acontecimientos, la politóloga Martínez menciona que no es la primera vez que un mandatario colombiano recibe acusaciones sobre ser elegido con “recursos ilícitos”, pero que hay “suficientes indicios para justificar una revisión clara y concreta de los fondos”.

Una encuesta emitida por el Opinómetro de Datexco, esta semana, asegura que el 62% de los colombianos cree que el presidente debe “responder ante la justicia” por el escándalo ocasionado entre Benedetti y Sarabia.

A esto hay que agregar  que, a principios de junio, una encuesta publicada por Invamer, planteó que solo el 33.8% de los colombianos, respaldaba la gestión del gobernante y su vicepresidente, Francia Márquez.

“Es muy nocivo para nuestro país que sigamos teniendo estos escándalos, porque debilitan muchísimo la credibilidad y la gobernabilidad de Gustavo Petro”, analiza Martínez.

Para Martínez, lo “más difícil” es que el proyecto político de Petro se forjó con una promesa de “cambiar prácticas clientelares y corruptas, pero lo que poco a poco va saliendo a la luz, nos hace cuestionar si en verdad ha habido un cambio o no”.

Aun así, la politóloga ve con buenos ojos los avances en materia de lucha contra la corrupción que el equipo del gobernante incluyó en el recién votado Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026. “Metieron aspectos cruciales para trabajar en una estrategia nacional anticorrupción, basada en una mirada sectorial de la problemática”, algo que puede representar un “avance” en la materia.

Martínez cree que es necesario que el presidente Petro aproveche el tiempo que le queda en el poder, para aclarar las irregularidades y retomar las promesas de cambio que hizo en campaña, pues de nada sirven las promesas “si vamos a seguir viendo lo mismo, pero desde la otra orilla”.